Capítulo 31.

21.2K 2K 262
                                    

Me estaba haciendo estos malditos exámenes, solo para dejar tranquila a Alexia, habíamos pasado mucho en menos de un día y por eso dejaba que la esposa de mi primo me este sacando sangre para examinar si en verdad tenía mercurio en mi sistema.
Nunca imaginé que dentro de mi casa nos traicionaran de esta forma, por lo que entendí de la boca de Dmitri y por la sutileza de esa toxina en mi reina indicaba que la fuente para administrarlo era en nuestra comida y solo dejaba muy pocos responsables a este hecho, Gauss sabía a que hacer mientras me encontraba en la otra parte del mundo cuidando a mi reina.

— Quédate quieto — me regaña Lena mientras otra aguja pincha mi brazo y saca sangre.

— ¡Basta de esta mierda! — exclamo molesto.

— Eres insoportable cuando quieres — contesta pasándole a la enfermera a su lado unos tubitos dónde estaba mi sangre. — Que los examinen lo más urgente posible — le pide.

— Está bien, doctora Salvatore —  responde la mujer saliendo de la pequeña habitación.

— Empieza a cuidarte más y te lo digo como profesional capacitado — comenta mientras se quita sus guantes y se acerca al lavado para lavar sus manos.

— Me cuido — contesto sacándome el algodón que tenía en el pliegue de mi antebrazo dónde hace minutos habían sacado sangre.

— Más grande y más idiota — acota al ver lo que hice. Ella se acerca con otro pequeño algodón hace una leve presión, le pone una cinta y me da esa mirada de déjalo ahí o te castro.

— Eres insoportable — mascullo.

— Y tú un idiota — contraataca.

Helena tenía esa capacidad de sacarte de quicio, no se cómo mi primo la soportaba, pero creo que todo se debe a ese amor que tanto se tienen.

— Señor — irrumpe Antonily entrando con desesperación a dónde estaba.

— ¿Qué pasa? — pregunto alarmado.

— Se han llevado a la señorita Soul y envenenaron a nuestros hombres — me informa haciendo que maldiga, otra vez no había podido cumplir mi promesa de cuidarla que nuevamente estaba en peligro y todo por mi jodida culpa.

— Debías cuidarla — siseo sacando mi pistola para apuntarlo.

— Tú también debías cuidarla — interviene Lena poniéndose en el medio.

— Me obligaron a venir, sabías muy bien que no quería hacerme está mierda — contento bufando y le da un manotazo a mi pistola, la quita de mi mano para ser ahora ella la que me apunte.

¡Qué demonios!

— ¿Sorprendido, no? — inquiere enarcando una de sus cejas. — Escúchame una cosa idiota, en vez de estar peleando con tu guardaespaldas pon en alerta máxima a toda tu organizacion para que la busquen. Sabías que vendrían por ella y ahora es tu momento, más vale que no hayan ido por Sasha también porque yo misma desatare el infierno en este preciso momento — agrega marcando su teléfono.

— Dame — pido para quitarle mi pistola.

Helena me la entrega, salimos del cuarto para correr al lugar de la habitación donde estaba Alexia, mis hombres estaban tirados en la puerta con claro indicios de envenenamiento y justo para mí mala suerte el señor Soul llega acompañado de su novia.

— ¿Qué pasó? — pregunta desconcertado.

— Secuestraron Alexia y su ex esposa está detrás de esto — afirmo llamando a mi hermano.

— Gavriel, Sasha no me atiende — escucho que me dice Lena.

¡Mierda!

— Gauss, estamos en un código rojo — le digo a mi hermano.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora