🍃72🍃

36.2K 4.2K 1.3K
                                    

Jungkook todavía recuerda el día en el que conoció a Taehyung.

Luego de irlo a dejar a la manada, la imagen del lindo chico alejándose con sus dos cachorros se le hizo tan nostálgica y a la vez tan hermosa; que no pudo evitar pensar en la primera vez que vio a ese chico rubio en el bosque.

Terminaba de tener un buen almuerzo. Seokjin podría ser una molestia, sin embargo, era uno de sus mejores amigos y además, la única persona que se preocupaba por su bienestar. Cabe resaltar que sin él, Namjoon y Jungkook habrían muerto hace mucho tiempo.

Luego de irse de la manada, el omega le daba visitas esporádicas. Alrededor de unas tres por mes, y cuando eso ocurría, su mesa del comedor era usada y se llenaba de buenos platillos preparados por el omega.

A lo largo de toda su vida probó diferentes tipos de comida. Sobre todo, lo que más resaltó fueron las raciones de previsión o la comida enlatada que usaba a diario su padre para alimentarlo y además, le daban a todos los soldados cuando salían a hacer sus rigurosos entrenamientos, que desde el punto de vista de Jungkook era más parecido a una tortura.

Nada se comparaba con la comida de Seokjin, mucho menos aquel sentimiento de cariño que el omega ponía cada vez que le daba a probar algo. Siempre ha sido tan cálido y bonito que no puede evitar sonreír cada el cada vez que da primer bocado.

Es por eso, que luego de que el omega se fuera, decidió dar un paseo. Primero estuvo en el lago. Mojó sus pies, aprovechó para pensar un poco y al final se quedó dormido luego de recostarse en el prado. Después, empezó a caminar sin un rumbo fijo, solo quería mantener la mente ocupada y olvidar por un momento la manada de malos pensamientos que llegaban a su mente constantemente.

Llegó hasta un punto que no reconoció. Por más que lo pensaba, en su mente no estaba registrada la existencia de ese lugar en el bosque.

Caminó un poco más tratando de memorizar todo, se veía bonito. A diferencia del lago, este lugar estaba infestado por una cantidad descomunal de flores de colores; no logró identificarlas todas, sin embargo, se veía supremamente hermoso. Incluso podía convertirse en un buen lugar para pasar el rato.

Se quedó más de la cuenta paseando y toqueteando las flores. Nunca había estado en un lugar así, de hecho, se sintió liberador y agradable. Una maravilla para sus ojos que no estaban acostumbrados a ver algo diferente a la sangre.

Con ese último pensamiento decidió que era momento volver a su cabaña y tratar de preparar algo, o si no, tendría que recurrir a las raciones o la comida enlatada y ahora que lo pensaba ya estaba asqueado de esa insípida comida.

No saber cocinar cuando Seokjin se lo propuso le jugaba en contra desde hace dos años. Su cabaña estaba llena con raciones y latas que gradualmente el tiempo pasó, se fueron acabando y ahora ya no le quedaban demasiadas. Estaría bien por algunos días, Seokjin además de cocinar para él, naturalmente dejó algo más para que tuviera por días y no tuviera que comer esa fea comida. Aunque estaba seguro que no iba a durar demasiado, lo más probable es que a lo largo de dos días todo se iba acabar.

Jungkook no se consideraba a sí mismo un glotón, de hecho, por la forma militarizada en la que fue criado, no solía comer más de dos raciones por día y eso si no era castigado. Sin embargo, su apetito era bastante grande aún si sólo comía las tres comidas normales y un pequeño bocadillo por las tardes. Aquellos recipientes que dejó Seokjin en su refrigerador podrían fácilmente ser su cena.

Caminaba pensativo, tratando de idear una forma de hacer rendir su alimento hasta que tuviera que ir a buscar más. Su concentración se vio afectada cuando el aroma natural del bosque cambió drásticamente a uno que se sabía de memoria. Paró su andar y buscó por encima la fuente de aquel aroma.

🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]Where stories live. Discover now