🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]

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Jungkook pasó lo que quedó de la mañana pensando y viendo todas las posibilidades con las cuales se iba a enfrentar. No quería poner en riesgo a Taehyung, sin embargo, este estaba empeñado en acompañarlo, así que iba a hacer todo lo posible para que no saliera herido por su culpa.

En un tiempo para atrás, si hubiera estado en la misma situación no le habría importado, de hecho, morir era una buena salida. Ahora, no podía darse el lujo de cometer una estupidez porque no era solo él, tres vidas, su familia esperaba por él, no, no iba a darse ese lujo ahora.

Por eso mismo, iba a evitar a toda costa que Taehyung fuera, costara lo que le costara.

Después de un desayuno, que Jimin se encargó de ofrecerles, Taehyung quiso darse un baño antes de partir. Seguía sudado y además su cuerpo estaba manchado de sangre, su cara hinchada por los golpes recibidos y su cuello...bueno, estaba seguro que le costaría bastante volver a tener el lugar sin marcas y colores nada atractivos. 

Suspiró bajo la regadera, no estaba seguro de lo que fuera a pasar, su vida era un caos en estos momentos. No bastó con que meses atrás casi muriera a manos de su familia, sino que ahora se metían con lo que más amaba en el mundo. No era la clase de persona vengativa que todo lo quería arreglar a los golpes, al contrario, odiaba con su alma los conflictos, pero en estos momentos, lo único que anhelaba con su vida era a sus bebés sanos y salvos.

No entendía aún la raíz de los conflictos, no ha querido indagar demasiado en la vida de su alfa, además, Jungkook tampoco se muestra muy abierto a recordar los desagradables sucesos que vivió al lado de su padre. No concebía cómo los padres podrían llegar a convertirse en unos monstruos, su alfa lo soportó por diecinueve años y él lo vivió de la peor manera.

Pegó la cabeza contra la pared mientras el agua se deslizaba por su cuerpo, no se supone que las cosas debían ir así, al contrario, deseaba fervientemente un felices para siempre. Como en los cuentos que solía escuchar en su infancia.

Por más que quisiera lanzarse a llorar no iba a permitírselo, no aún, aún tenía planes con su familia y muchas cosas por experimentar, así que iba a pelear así su alfa se saliera de la ropa.

Con eso en mente fue hasta el cuarto de su hermano para arreglarse y de paso ver a su hyung quien seguía inconsciente. 

No tenían muchos detalles de lo que ocurrió con Seokjin, solo sabían lo poco y nada que Namjoon le dijo a Jimin antes de volver al campo de batalla.

Era extraño, no lo iba a negar, todo lo que estaba pasando le ponía los pelos de punta, de solo imaginar al hermoso chico rubio muerto... No, eso era algo que no podía pasar.

Suspiró tratando de calmar los nervios, entonces una triste sonrisa se formó en su rostro al ver a su sobrino abrazado a su hyung, su corazón se oprimió al volver a recordar a sus cachorros ¿Cómo estarán? ¿Será que los estaban tratando bien? ¿Se habrán dado cuenta que no habían comido? no quería imaginar que les llegaran a hacer algo, cuando esos bebés no tienen la culpa de lo que pasa a su alrededor.  

Se puso una de las mudas que Jungkook escogió para él antes de salir y empezó arreglarse manteniendo su cabeza ocupada pensando solamente en como salir de aquella situación.

En cuanto estuvo listo, fue otra vez hacia la cama para arropar mejor a las dos personas en cama.

Fue hasta la primera planta y levantó una ceja al ver que su hermano y pareja tomaban el té bastante tranquilos.

-¿Cuando nos vamos?-Preguntó un tanto impaciente. La atención de su hermano fue dirigida hacia su persona mientras el alfa gruñó bajo.

-En un momento, primero debemos dejar a todos a salvo-Dijo el alfa- No quiero correr el riesgo de que terminen haciéndoles daño.