🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]

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Al caer la noche, llegó a su casa con dos traviesos Lobeznos, los cuales corrían a su alrededor y mordían su pantalón en señal de juego.

Pasó la tarde entre risas y momentos divertidos con sus hijos. Aprendió un poco más sobre los traviesos cachorros que sin querer lo dejaron cansado, no estaba viejo, pero esos niños tenían una energía insaciable.

Jamás pensó que llegaría un momento en el que estaría de esa forma. Los cachorros se convirtieron en la luz de su vida, así como a Taehyung, los protegía y procuraba ser el mejor padre y esposo del mundo.

Suspiró y rió un poco al ver como ambos bebés se envolvían en una pequeña pelea. Ainara estaba mordiendo las orejas de Elian, mientras este trataba de alejarla y gruñirle de la manera más tierna que Jungkook hubiera podido escuchar.

-Princesa deja de morder a tu hermano- Dijo el pelinegro mientras separaba a ambos cachorros- No querrán entrar y que papi los vea así.

Acarició la cabeza de ambos infantes y entonces abrió la puerta. El delicioso aroma a comida inundó las fosas nasales del alfa, quien suspiró y sintió su boca hacerse agua.

Dejó la maleta en el sillón después de cerrar la puerta, para después ir en busca de su Omega. En cuanto llegó a la cocina se encontró con un Taehyung moviéndose libremente por el lugar.

Enmarcó una ceja al verlo tan suelto y sin quejarse. Por lo menos no iba a recibir un regaño.

Los cachorros hicieron acto de presencia en cuanto entraron corriendo a la cocina y comenzaron a morder el pantalón de su padre Omega con la intención de llamar su atención.

Taehyung, quien estaba concentrado en aquella receta que Seokjin le dio antes de irse, no había sentido la presencia de su alfa ni la de sus bebés. Por lo tanto, en cuanto sintió como era halado, sonrió y se agachó hasta quedar a la altura de sus hijos, quienes sentados se dejaban mimar por su papi.

-¿No pueden cambiar bebés?- Dijo el rubio acariciando y abrazando a los lobeznos con sumo cuidado y cariño- Quiero que cambien, de seguro necesitan un baño.

Jungkook negó y se acercó para hacer notar su presencia, pues a su parecer, Taehyung se había olvidado por completo de él.

-¿No vas a saludarme ni darme mi beso de bienvenida?- Taehyung rió ante la actitud de su alfa, por supuesto que sabía que su alfa estaba ahí, sin embargo, amaba hacerlo molestar, así que incorporándose por completo se volteó y con una enorme sonrisa y un abrazo recibió al alfa- ¿Y mi beso?

-Pero que exigente- Dijo envuelto en los brazos de Jungkook, para después juntar sus labios en un beso lento y cálido. Juntaron sus frentes en cuanto se separaron y sonrieron en grande- Bienvenido a casa alfa.

-No importa cuantas veces lo escuche, no me acostumbro.

-¿Porqué?

-No lo sé, es como si fuera irreal, un hermoso sueño del que no quisiera despertar.

-Vete acostumbrando, porque esto va a ser tu día a día. Los cachorros y yo siempre te vamos a esperar para darte una calurosa bienvenida- Sonrió dejando un rápido beso en los labios a su alfa. Después se volteó y siguió viendo que todo fuera en orden para la cena.

Jungkook sonrió en grande al escuchar aquellas palabras. Viendo a sus dos pequeños sentados al lado de Taehyung recordó la travesura de la tarde.

-Ustedes dos no se van a salvar del castigo- Taehyung se volteó un poco y suspiró.

-¿Que hicieron?

-Destruyeron algunas cosas en casa de Namjoon y tuve que limpiar el desastre que hicieron.