14. El Castigo para el Traidor.

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❛¿A quién se traiciona, sino a todo un pueblo, cuando se daña a su reina?❜

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❛¿A quién se traiciona, sino a todo un pueblo, cuando se daña a su reina?❜.

Llegamos a Valtaria antes de que el sol iluminara sus muros de satro, el viaje solo había servido para cansarme a nuevos niveles, Ela regresó envuelta en un mutismo propio del mal humor que venía del cansancio

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Llegamos a Valtaria antes de que el sol iluminara sus muros de satro, el viaje solo había servido para cansarme a nuevos niveles, Ela regresó envuelta en un mutismo propio del mal humor que venía del cansancio.

No podía culparla, yo me encontraba igual. Al llegar a palacio, decidí sumergirme en agua helada, la sala común de baño estaba vacía ya que todos los sirvientes seguían durmiendo. Decidí tomarme mi tiempo, hundiendo la cabeza hasta que respirar se volvía una urgencia y salía jadeando por aire.

Al terminar, cambié el uniforme negro por un delicado vestido de chifón verde que parecía adecuarse a mi cuerpo con una exactitud perfecta, no cubría la marca en mi mano derecha por lo que tuve que usar un guante de seda, costumbre que ya se iba volviendo obligatoria.

Luego de eso, estaba lista para comenzar el día, aunque debía poner especial atención para mantenerme en alerta y evitar los bostezos.

Cuando llegué al dormitorio de la reina Feryal, ya con la pálida caricia del Arakh, la encontré dando vueltas todavía en su camisón, como la visión mortecina de uno de los fantasmas que aterraba el palacio.

Al verme, su rostro fue de auxilio.

──Necesito su ayuda.

Ela se acopló a mi paso, colocando la fuente con el té sobre una mesita ratona. Debía decir que no manejaba la fatiga mejor que yo.

──Primero lo primero, le preparamos el baño y luego toma el té…

──No ──Fue rotunda.

Busqué la mirada de Ela suponiendo que ella sabría qué hacer, pero su fastidio solo alcanzó un nuevo título.

La siraytza corrió hasta cerrar las puertas de la recámara real.

Sonata Siniestra©Where stories live. Discover now