21. Donde Se Susurran los Anhelos

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❛¿Alguna ves has deseado algo con tanta fuerza que te asfixia? ¿Que no puedes pensar en nada más?❜

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❛¿Alguna ves has deseado algo con tanta fuerza que te asfixia? ¿Que no puedes pensar en nada más?❜.

Lysander no volvió a reclutarme a solas, y los soldados alejaron las miradas hostiles por un trato distante

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Lysander no volvió a reclutarme a solas, y los soldados alejaron las miradas hostiles por un trato distante.
Debía decir que además de Ela, el más agradable era Eskandar, era bueno pasar tiempo con él, ese día luego del entrenamiento, nos retiramos al edificio de la Guardia Delheit.
Ellos tenían su propia ala en el Palacio Negro, que se dividía en habitaciones, sitios en común, salas de entrenamiento y demás.

Podía entender un poco por qué eran mirados con envidia por el resto del cuerpo de soldados.

Había pensado en retirarme a dormir, cuando Eskandar me arrastró hasta el techo del salón de guerra, saltó al tejado bajo el campanario, lo seguí porque la botella de ravén que llevaba parecía llamarme.

Intenté no mirar hacia abajo, y pensar en que los tejados intercalados y, los corredores de piedra cubiertos que los cruzaban, podían ser muy parecidos a un laberinto.
Valtaria lo era, un enorme laberinto de arquitectura recargada de símbolos, con bestias de piedra cuidando lugares sagrados y pasillos estrechos que ocultaban todo tipo de secretos, techos en punta que se alzaban con elegancia para terminar conectando al palacio de la corona.

Al mirar a Eskandar, él sonrió, de la manera en la que siempre lo hacía, como si hubiera descubierto algo muy curioso sobre ti, pero te permitiera un pase de complicidad para no compartirlo con nadie más.

──No le digas a mi hermano ──Me tendió la botella.

Acepté la ofrenda con una sonrisa.

──Será nuestro secreto.

Ocupé un lugar a su lado, confiando en que la bajada del techo no sería suficiente para provocar mi caída y posterior rotura de huesos. Bebí sintiendo el calor bajar hasta mi estómago, mientras escuché a Eskandar hablar sobre cómo una vez él mismo se había roto la pierna tratando de escalar borracho, solo porque estaba aburrido, como no le pareció lo suficientemente interesante, decidió contarle a todo el mundo que en realidad se fracturó al ser atracado por un grupo de rebeldes.

Sonata Siniestra©Where stories live. Discover now