XLVIII:
La Maldición de Rella
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Hasta que toque la última campanada en el Templo. Luego de eso serás libre, con tu pago y la seguridad de que nadie te seguirá.
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ASTRA
La ceremonia no se llevaría a cabo hasta las primeras horas de la tarde, pero parecía que había pasado una eternidad desde la mañana de ese día, incluso desde que Lectar dejó la habitación.
Escuché la voz de Anya dispersar a los soldados, poco después también escuché cerrarse la puerta del vestíbulo.
Ciara había acudido quizás para escuchar mis plegarias en calidad de fórea, pidiendo por mí ante los dioses la fuerza suficiente para arder esa torre en llamas.
Por su semblante, ese no pareció ser el caso.
Se descubrió el rostro para mostrar la palidez mortecina de su rostro, sus pecas y pelo anaranjado solo acentuaban la falta de color en su piel y labios.
Si podía suponer por las lunas violáceas bajo sus ojos, ni siquiera había dormido.
──¿Quién te dejó pasar? ──Quería saber si había en todo ese palacio alguien que apreciara mi cabeza sobre mis hombros.
──Lectar.
Bueno, al menos mis miserias habían servido para conmoverlo.
──Astra.
Ciara no tardó en envolverme en sus brazos, rápida para las muestras de afecto que nunca habían sido mi forma fácil de expresión.
──¿Quiénes están en la torre? ──me apresuré a trazar.
──Será una ceremonia tranquila, solo los cabezas de familia, miembros de la Logia Negra, Raelar lo quiso así.
──Bien, perfecto ──asentí, encajando las partes del plan en mi mente──. ¿Lo trajiste?
JE LEEST
Sonata Siniestra©
FantasyNo puedes llenar a alguien de demonios y no esperar que se convierta en uno. *** Astra es la heredera de Allaranta, o lo sería si quedara algo de su familia o sus tierras. Luego de la masacre que destruyó su hogar, ella fue tomada como prisionera y...