XLIV:
Reina de Cuervos.❝El poder es mal compañero para el resentimiento❞.
ASTRA
Cuando bajé a desayunar al otro día, tuve el enorme agrado de encontrarme con mi querido prometido.
El salón se abría hacia unos ventanales que daban a un balcón cubierto, desde donde entraba el aire fresco de la mañana, el perfume salado del mar que limpiaba la habitación, mientras el sol blanquecino de la primera mañana la iluminaba para resaltar los colores esmeralda de sus tapices y paredes.
Tomé asiento junto al ilustre Primer Comandante, quien parecía haber sido el primero en acudir al desayuno.
──¿Cómo ha amanecido mi dulce prometida? ──me saludó, no viéndose muy sincero cuando seguía más ocupado en untar más mantequilla en su pan.
──Excelsa, como siempre que tengo el agrado de ver a mi amado y galante prometido.
Debía admitir que no estaba muy lejos de la verdad, observar el parche en el ojo derecho de Raelar me causaba una gran satisfacción.
Antes de que pudiera darle un sorbo a mi vaso de jugo, un criado se acercó, pidió unas disculpas escuetas antes de servir tres sorbos en otro vaso y beberselo él.
Prosiguió después para repetir el procedimiento con los huevos, las batatas cocidas y el pescado que se servían en mi plato.
Lo observé con ojos entornados, mientras él parecía esperar algo, como nada sucedió, me respondió con una leve inclinación.
──Adelante, señorita, tenga buen provecho.
Raelar me observó con una sonrisa perezosa.
──Es catador de venenos ──señaló──. Pedido expreso del rey, no parece estar tranquilo con la idea de ver a mi amada novia envenenada. Un cuñado excepcional desde luego.
──Debe ser por lo mucho que te aprecia, la alta estima que te guarda.
──Desde luego ──acotó, sin perder el temple.
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Sonata Siniestra©
FantasyNo puedes llenar a alguien de demonios y no esperar que se convierta en uno. *** Astra es la heredera de Allaranta, o lo sería si quedara algo de su familia o sus tierras. Luego de la masacre que destruyó su hogar, ella fue tomada como prisionera y...