17. Donde Susurran los Demonios.

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❛Lo haría, lo condenaría, como su sangre había condenado a mi familia, y no estaría ahí para verlo❜

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❛Lo haría, lo condenaría, como su sangre había condenado a mi familia, y no estaría ahí para verlo❜.

❛Lo haría, lo condenaría, como su sangre había condenado a mi familia, y no estaría ahí para verlo❜

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Luego de encargarme del traidor, mi ansiedad no había reducido.

No pude permanecer quieta hasta que fue el momento, salí del palacio luego de la medianoche, envuelta en sombras y una capa negra que me ayudaría a fundirme en el anonimato.

Según lo que indicaba el mensajero de la reina Feryal, ese chico estaría listo para encontrarse con un enviado de Kaeser. Lo haría en el bosque de sangre, a las afueras de la ciudad, donde el blanco de la nieve era una advertencia fantasmagórica que parecía cobrar vida, contra el rojo sangre de los árboles de melicea.

Recordé las imágenes de los cuerpos inhertes levantándose de la nieve y un escalofrío me recorrió. Me obligué a seguir, tomando como norte la bruma que parecía cubrir la frondosa línea de árboles.

El caballo que había elegido era un percherón, no el más rápido pero lo suficientemente dócil y adecuado como para meterse en zonas escarpadas, que era lo que haría en caso de ser descubierta. Al desmontar, lo dejé en un lugar seguro.

Me oculté mejor entre los pliegues de mi capa oscura, del frío y de cualquiera que pudiera verme. Respiré sobre mi aliento cuando, despúes de lo que me pareció una eternidad, escuché a alguien acercarse.

El mensajero de Kaeser había llegado en un caballo negro como los que era costumbre que usaran en esa ciudad.

──Muéstrate.

Entonces lo hice, saliendo de mi lugar detrás de unos arbustos, y capté sus ojos en la oscuridad como dos blancos.

──Acércate ──ordené yo, dejando mi voz en un hilo que lo envolviera──. Despacio y sin movimientos bruscos.

Él así lo hizo, el viento rugió más fuerte, azotando mi capa y revelando su traje plata y rojo, los colores de Kaeser. Por sus finas arrugas y espeso cabello canoso, supuse que debía ser un veterano, lo que significaba que la tarea debía tener cierta importancia.

Sonata Siniestra©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora