CAPÍTULO XLVII

553 145 67
                                    

Me encuentro bañada por una cascada de añoranza, y no puedo evitar sentir que la soledad se acerca más y más

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me encuentro bañada por una cascada de añoranza, y no puedo evitar sentir que la soledad se acerca más y más... es como si dentro de este vacío, existieran muchos más. Observo a mi alrededor y solo puedo notar un lugar sumamente oscuro.

¿Qué sentido tiene soñar si solamente vamos a volar en un espacio entristecido? ¿Qué sentido tiene soñar si nuestra alma no puede experimentar emociones avivadas o situaciones que la hagan estremecer? Es como si estuviera flotando en medio de la nada, en medio de un lugar sin espíritu.

De pronto, un destello amarillo me encandila y provoca que cierre los ojos instantáneamente.

Una voz se acerca... y apenas abro los ojos, quedo totalmente anonadada. Frente a mí, un bosque encantador y magistral, con tanta vida que es imposible no sorprenderse. Una luz enorme cubre cada planta, y de un segundo a otro...

No puede ser.

— La espera valió la pena — dice la persona que tengo enfrente, y un conjunto de emociones nacen dentro de mí — Por fin pudimos reencontrarnos, mi Vania.

Los sentimientos que rondan en mi cuerpo son tan intensos, que logro derramar cientos de lágrimas.

¿Realmente esto está sucediendo? ¿Realmente puedo escuchar su voz?

Corro con los brazos extendidos mientras las emociones aumentan y se complementan entre sí, hasta que puedo volver a sentir su camisa blanca y todo su cuerpo... tan real.

— ¡No sabes cuánto te extrañé, papá! — exclamo en medio del llanto — No puedo creer que estoy escuchando tu voz... ¡y que yo esté respondiendo! ¡Esperé tanto por este momento!

Su voz es exactamente igual a como la recordaba, tan tranquila y digna de un espíritu libre. Sus ojos... tan expresivos como siempre y su sonrisa reinada por las perlas más brillantes.

— Yo también, mi niña... — responde con melancolía — No tenemos mucho tiempo, así que permíteme hablar ¿de acuerdo?

Asiento alegremente con mi cabeza. Podrían pasar horas y horas, y yo estaría encantada de escucharlo todo el tiempo necesario.

— Me encuentro bien, en paz... es como esa pintura del lago de las lágrimas escondidas ¿recuerdas? Esa tranquilidad... es la que siento cada segundo — comenta y vuelvo a afirmar con la cabeza, mientras el llanto continúa presente en mí — No son necesarias las lágrimas, Vania, sigo contigo y tu madre todo el tiempo.

— No quiero despertar — digo y volvemos a unirnos en un fuerte abrazo.

Pasaron tantos años sin verlo, escucharlo, sentirlo... ¿Por qué todo tiene un fin? ¿Por qué no podemos ser eternos?

— Estoy orgulloso de ti, Vania, como siempre lo estuve. Eres fuerte y diferente a los demás... como tu padre.

Los dos soltamos una risa similar, y continuamos con una curva en nuestros labios.

De repente, sus ojos se agrandan y me aparta sutilmente para conectar con el fondo de mi alma.

— Ya debo despedirme, hija, pero recuerda que siempre estoy cuidándote y que te amo ¿está bien? — dice con emoción, y solamente puedo dignarme a asentir con la cabeza mientras la tristeza aumenta - No te preocupes, la señal te dará la solución.

— ¿Qué señal? — pregunto, pero su figura comienza a distorsionarse.

Las esquinas se vuelven oscuras y el bosque parece de fantasía... ya nada se siente real. Repentinamente, sus ojos vuelven a conectarse con los míos pero con nostalgia.

Es la hora.

— ¡Papá! ¡Papá, te am...! — trato de exclamar, pero es demasiado tarde.

Mis ojos se abren debido a la luz del sol, y puedo notar que se encuentran sumamente empapados por mis lágrimas. Siento la mirada pesada, pero en mi alma, solamente puedo presenciar una paz profunda.

Definitivamente, el mejor sueño de toda mi existencia.

— Te amo... — susurro, hasta que una idea viene a mi mente — ¡La señal!

Me levanto de un sobresalto, y trato de cambiarme lo más rápido posible, aprovechando que Thomas se encuentra viviendo en un dramático sueño.

Con mis torpes pies danzando de un lado a otro, arranco un pétalo del girasol y salgo corriendo con mi abrigo de color ciruela en mis manos.

Paso por la cocina como un caballo veloz, y con el rabillo del ojo, puedo divisar a mamá y John.

— ¡Evania! ¡¿Dónde vas?! — grita mi madre al mismo tiempo que cruzo la puerta — ¡Ven aquí!

Continúo corriendo con el pétalo y el abrigo en mi mano, y puedo sentir el frío césped bajo mis pies. ¿Así se sentirá la libertad en su máxima expresión?

Todavía no puedo creer que haya escuchado a papá de nuevo, fue algo tan extraordinario y único. ¡Y me alegra el corazón saber que se encuentra bien y en paz! No existe nada mejor que eso, ¿verdad?

Llego al bosque tratando de esquivar algunas rocas que podrían ser dolorosas... hasta que vuelvo a la tierra mágica de ese lugar.

Observo alrededor tratando de buscar una respuesta, pero no ocurre nada. Todo continúa normal, como siempre.

— ¡Papá, la señal! — exclamo entusiasmada, sin embargo, el silencio comienza a abrumarme y mis expresiones cambian.

¿Acaso no me dará la señal hoy? ¿O no se encuentra necesariamente en el bosque? Es decir, supongo que se encuentra aquí, por obvias razones... ¿pero si no?

Suspiro con frustración, y dejo el pétalo sobre un tronco malogrado. Tal vez, tendré que esperar un poco más.

Tal vez, mi intuición me guiará y sabrá cuándo es el momento.

Tal vez, mi intuición me guiará y sabrá cuándo es el momento

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Evania: Un rincón del paraíso ©Where stories live. Discover now