Capitulo 3: Su prometido

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La suave música inundaba la sala de fiestas de palacio y ella permanecía en una esquina de la sala, con una forzada sonrisa en su rostro, intentando parecer serena.

-¿Quieres marcharte? -Charles habló en voz baja, parándose a su lado -Nos retiraremos juntos.

-Eso solo aumentara los rumores -respondió sin mirarle, sosteniendo la vista al frente, como si nada le importara. Y no podía ser una mentira mayor. Estaba en esta fiesta, soportando el murmullo de la gente, al ver como Kirk la ignoraba e incluso en las dos ocasiones que ella se había acercado, el se apartaba. Después estaba la mirada de su tío, el Rey se paseaba por la sala saludando cortésmente, pero no la perdía de vista y sabia que el motivo era que no la veía junto a Kirk. La reina por el contrario había llegado a acercarse y distraerla o por lo menos intentarlo, aunque la mirada compasiva había permanecido en sus ojos cada vez que ella había desviado la vista hacia él. Y por último, por ultimo su peor pesadilla. Lord Lamberte estaba en la celebración y continuamente la acechaba, a pesar de que ella se alejaba lo antes posible.

-¿Desde cuándo te importan los rumores? -él miró de reojo.

-Desde que pueden convertirme en la esposa de ese hombre -respondió viendo como él se acercaba a hablar con el rey -Desde que pienso en todo lo que está en riesgo.

-Elsepth -Charles colocó la mano en el brazo de ella, suspiró viendo como ella miraba a Kirk con los ojos llenos de tristeza. Apretó la mano en su brazo -Díselo. -ella giró el rostro mirándole sorprendida -Es de la familia, cuéntaselo. Si lo sabe, te apoyara, te ayudara.

-Jure mi lealtad, no puedo. -bajó la vista al suelo -Cuando dije su nombre, pensé que él estaría ahí, que me apoyaría, sin necesidad de saber nada. Que confiaría en mi. Porque yo jamás complicaría su vida de esta forma si se tratara de mi. -alzó la vista y volvió a mirar a su primo.

-Está enfadado, pero estará a tu lado. Es Kirk -el serió levemente -Por dios os he visto mentir a vuestros respectivos padres y cubriros el uno al otro. Si no se lo dices tú, lo hare yo.

Elsepth le miró a los ojos, le sostuvo la mirada por unos segundos y finalmente volvió la vista al frente y le vio caminando con una copa en la mano. Tratando de parecer decidida caminó hacia él interponiéndose en su camino.

-Kirk yo...-y él la rodeó y salió de la sala, sin siquiera mirarla. Aguantó las lagrimas en sus ojos, tratando de ser fuerte, pero entonces su mirada se cruzo con la de él y vio su sonrisa. Su sonrisa de triunfo. Su espalda se tensó y cuando le vio caminar hacia ella, se giró y salió de la sala, girando hacia la derecha por el pasillo, pero no llegó muy lejos antes de la tomaran del brazo -¡Soltadme!

-¿Estáis enfadad Lady Lancaster? -Lord Lamberte sonrió, tirando de ella hacia él -Esta pataleta que tenéis desaparecerá en cuanto nos casemos, os lo aseguro.

-No pienso casarme con usted -ella lo miró respirando agitada -Mi prometido...

-¿Vuestro prometido? ¿Ese que os ignora? -alzó una ceja sonriendo, al ver que ella tiraba de su agarre para soltarse, entrecerró los ojos y apretó la mano en su brazo -Escúchame bien ya me estoy cansando de este juego. Hablare con el rey y nos casaremos.

-¡No! ¡No me casaré contigo! -gritó colocando la mano en su pecho para empujarle.

-¡Suficiente! -y entonces él la empujó bruscamente contra la columna de la pared, y su mano estuvo en su garganta sorprendiéndola al apretar logrando que le faltara el aire -Se lo que significa la Casa Lancaster. Es el poder que tienes y todo será mío. ¿Crees realmente que un simple beso me llevara al matrimonio? Me costó demasiado tiempo ganarme tu confianza para lograr apartarte del resto y que nos descubrieran en esa situación -al ver que ella abría los ojos sorprendida mientras jadeaba intentando conseguir aire, sonrió -Si, preciosa. Yo preparé todo esto. El titulo Lancaster será mío y tu también y disfrutare mucho doblegándote. -la soltó y se alejó sin siquiera mirar atrás, dejando a una Elsepth llorosa, que llevando la mano a su garganta se deslizo sobre la pared hasta quedar sentada en el suelo.

Los Hijos de las Highlands 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora