Capitulo 3: Numeros

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Se removió bajo las sabanas, sintiendo la pesadez de su vestido envuelto alrededor de sus piernas. Suspiró, alzando las manos por encima de su cabeza y estirándose, se incorporó sin sobresaltarse al mirar la habitación en la que se encontraba, aquella en la que había despertado ya anteriormente. Apartó la sabana y miró sus pies descalzos, sonrió, saliendo de la cama y tomando sus zapatos colocados meticulosamente junto a la alfombra.

Tras calzarse se acercó al espejo, junto al cual se encontraba la cómoda, con la jarra de agua y plato para lavarse la cara. Se lavó y arregló su pelo lo mejor que pudo, para después salir de la habitación, cruzar la pequeña casa y bajar las escaleras que la llevaban a la forja, donde Lachlan se encontraba ya.

-Siento haberte despojado de tu cama de nuevo -se acercó hasta él mirándole con una sonrisa.

-Se ha vuelto una costumbre -Lachlan se giró para mirarla y le sonrió -Sabes que no duermo mucho.

-Lachlan -alzó la mano y la coloco sobre su brazo con suavidad -Podrías venir al castillo, ni siquiera tendrías que cruzarte con nadie. Ordenaríamos que estuvieras en el otro ala.

-Estoy bien aquí -negó con la cabeza -Prefiero estar apartado de todo, este lugar me ayuda. El trabajo me hace olvidar.

-Está bien -suspiró -Al menos ven a desayunar hoy. -tiró de su brazo hacia la puerta -No es justo que siempre estés cuidando de mi, eres tu el pequeño, deja que te consienta con un buen desayuno.

-Cuido de ti como tú lo has hecho de mi -el tiró de su brazo obligándola a parar -Y cómo sigues haciendo -y al ver que ella le hacia un puchero asintió levemente e-Esta bien, vamos.

-¡Bien! -y ella sonrió feliz y volvió a tirar de él -Hace tiempo que no desayunamos juntos.

-¿Es por eso que me invitas? ¿O porque a esa mesa estará sentado Alec? -Lachlan preguntó.

-Estas logrando que pierda el apetito -Coira se negó a responder, aunque sabía que él no necesitaba que lo hiciera.

-Tu no pierdes el apetito con nada -Lachlan la miró de reojo.

-¿También vas a decirme como tu hermano que he engordado? -Coira respondió molesta, caminando tomada del brazo de él.

Cuando atravesaron el patio del castillo, Ted les saludo con asentimiento de cabeza, al cruzarse con ellos. Entraron al castillo y se dirigieron al comedor, para encontrarse con Alec y Josh sentados uno frente al otro y mirándose en silencio.

-Buenos días Coira -Josh se levantó de su lugar rápidamente y después sonrió a Lachlan -Lachlan.

-Hola Josh -el asintió liberando el brazo de Coira para sentarse a la mesa.

-Tahita, Lachlan nos acompañara en el desayuno -Coira se dirigió a la mujer que estaba colocando el plato ante Alec, que la miraba con el ceño fruncido. Después se acercó a su lugar y sonrió a Josh cuando este le apartó la silla para que se sentara en su lugar -Gracias Josh.

-Has vuelto a quedarte dormida -Josh hablo sonriendo mientras volvía a tomar asiento.

-¿No has dormido en el castillo? -Alec preguntó mirandola fijamente.

-No -y ella respondió con tranquilidad, mientras tomaba su copa con zumo y la llevaba a sus labios, viendo como Alec posaba la vista en Lachlan, el cual le sostenía la mirada con tranquilidad. De repente se sintió incomoda y necesitando romper ese silenció, se vio hablando a Alec, antes de pensarlo -¿Que paso con el ganado?

-Aprovechamos la carne, como tu dijiste -Alec la miró y sonrió levemente, ante lo que ella se tensó.

-Sabes que estoy preguntando sobre Brandbury ¿Habéis hablando con él? ¿Habéis hecho algo más? -y ella bajó la vista a su plato evitando mirarle.

Los Hijos de las Highlands 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora