Capitulo 10: Te dare

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-Ese hombre destruyo estas tierras y no le importaba que lo supieran -Josh suspiró negando con la cabeza -Está claro que pensaba que nunca tendría que dar explicaciones a nadie.

-Estaba seguro de que todo esto sería suyo, el abuelo de Lexia se lo prometió -Coira se levantó de la mesa y caminó hacia la ventana, suspirando -Pero ahora tendrá que dar explicaciones al gobernador.

-¿Estas bien? -Josh dejó la pluma sobre el escritorio y se reclinó en su asiento -Pareces ausente, desde el desayuno. ¿Estas preocupada por algo?

-¿Por todo? -ella giró el rostro hacia él y le miró con una sonrisa triste -Olvida lo que he dicho.-negó con la cabeza, su ceño se frunció y se inclinó hacia el cristal.

-¿Pasa algo? -Josh la observó.

-¡Señorita Bukchaman! -Tahita entró al despacho nerviosa -¡Están...!

-Lo sé, lo estoy viendo -Coira se giró hacia ella -¿Donde está Alec?

-Fue, les avisaron que habían visto hombres al sur de las tierras -Tahita retorció sus manos nerviosas -Se llevó a Ted y a Randal con él.

-Josh quédate aquí -Coira atravesó el despacho con decisión, saliendo y cerrando tras ella. Se dirigió a la entrada y se paró en la puerta mirandola fijamente, segundos después varios guardias del castillo llegaron hasta ella, mirandola con decisión. Los miró y asintió. Caminó con ellos a su lado, abrió las puertas del castillo y se paró en lo alto de los escalones, con rostro altivo y mirada fría, la mirada fija en el hombre que estaba desmontando su caballo.

-Señorita Bukchaman -Ernest Brandbury la miró con una sonrisa, después miró a su alrededor intentando no parecer sorprendido al ver la cantidad de guardias y guerreros que lo rodeaban -Veo que ha logrado una gran seguridad para este lugar.

-Hemos hecho muchas cosas por este lugar -Coira habló, mirando al fondo del patio, viendo a Lachlan alli parado, mirandola. Vio como él negaba con la cabeza. Supo que había sido él quien había llegado al castillo y avisado los hombres, disponiéndoles en el patio para el recibimiento de ese hombre. Volvió a fijar su vista en Brandbury -Hemos hecho lo necesario por rescatarlo de la miseria en la que se había sumergido.

-Puedo verlo -él asintió, observando la muralla restaurada, mirando después los graneros -Me alegra saberlo -volvió a mirarla a ella, con una sonrisa en su rostro -He de decir que es usted aun más hermosa de lo que imaginaba.

-¿Que le trae por estas tierras Lord Brandbury? -mantuvo su postura recta, regía mirándole con altanería -¿Viene para corroborar que estamos levantando lo que usted destruyó? -vió como el apretaba la mandíbula y sonrió -O quizás ¿Quiere saber cómo se encuentra su hija? Oh, perdón. Alexandra Bukchaman MacAlister. -dijo el ultimo apellido despacio saboreando la rabia que crecía en los ojos de ese hombre.

-Simplemente venía a saber si habían averiguado algo sobre los despreciables hombres que atacaron su ganado señorita -el se inclinó levemente manteniendo la sonrisa en su rostro -Y por supuesto a ofrecer mi más humilde ayuda.

-Como puede ver no necesitamos de su ayuda -ella extendió la mano señalando al patio lleno de hombres.

-Ya veo -él volvió a recorrer el lugar con la mirada y su ceja se alzó, fijando de nuevo la vista en ella -No veo, sin embargo, al hijo del Duque de Bedford. Creía que se encontraría aquí, protegiéndola.

-Y lo está, protegiéndome a mí y a estas tierras -ella entrecerró los ojos, vio a Lachlan dar un paso adelante y señalar la entrada al patio y sonrió -Alec está en estos instantes siguiendo la pista de unos hombres que se adentraron en las tierras, casualmente coincidiendo con su llegada Lord Brandbury.

Los Hijos de las Highlands 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora