XVI- Otoño y pastel.

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—Dime, ¿De dónde es?, y ¿Por qué la mayoría del equipo lo tiene?

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—Dime, ¿De dónde es?, y ¿Por qué la mayoría del equipo lo tiene?

Se la pasó la mayoría de minutos luego del entrenamiento indagando a Yachi sobre el cuaderno que la había visto sacar para hablar con ella lenguaje de señas.

Al parecer, su mirada intimidante funcionaba en gente como Hinata, Bokuto y Yachi, la cual estaba nerviosa ante la pregunta repentina que le hizo. En cambio, en gente como Kageyama, quien ahora estaba en medio de ambas cambiando de tema, no hacía ningún cambio.

—¿El viernes que viene es tu cumpleaños?

—No.—recalculó un poco la pregunta— Espera, ¿Cómo sabes?

—El entrenador Ukai nos lo dijo cuando fuiste a buscar a Takeda.

Oh, claro. Keishin aprovechando la situación.

Soltó un suspiro y se dio media vuelta despidiéndose de los chicos, pensando en que Tsukishima y Yamaguchi la dejarían allí por haberse tardado tanto. Lo pensó mejor y caminó más tranquila saliendo de los vestuarios femeninos, creyendo que Yamaguchi no sería capaz de dejarla allí, en la tarde oscura de otoño congelándose en las calles solitarias de Miyagi.

Tsukishima sí.

Paró en seco mirando a todas partes al llegar a la salida.

Al parecer ambos eran capaces.

Estaba por entrar en pánico, ya que oscurecía más tarde por ser otoño, su hermano ya se había ido antes, como siempre. Había tardado de más porque la ducha estaba demasiado fría, entonces no había nadie del club.

Se sobresaltó al sentir el tacto de alguien en su hombro, al darse la vuelta, se encontró con el vice-capitan.

«Lo siento» formuló rápido «No fue mi intención asustarte. Hoy te acompañaré a casa» le informó con una sonrisa.

Le devolvió la sonrisa y comenzó a caminar junto al chico. No pregunto el por qué del cambio de acompañante, simplemente disfrutó el camino con Sugawara.

El chico hacia sentir el ambiente más cálido, como si le interesara saber más sobre el tema que le contaba. La forma en la que él se expresaba sobre alguna actividad o cosa nueva que hizo era delicada y amable, sintiendo querer verlo siempre. La risa que este daba, se congelaba por la temperatura, convirtiéndola en un vapor que salía de su boca, haciéndolo ver lindo.

¿Por qué no le podía gustar un chico como Suga?

¿Por qué le tenía que gustar Tsukki?

Gruñó en lo que creía voz baja, alertando al peliblanco que solo le preguntó por como iban las cosas.

—¿Ocurre algo?—preguntó preocupado.

—Sí.—le respondió simplemente—Me gusta alguien.

Escucharte || Haikyuu!!  [Kei Tsukishima] EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora