VI- Limón.

7.4K 878 307
                                    

—Más alto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Más alto.

El rubio saltó con todas sus fuerzas. Se estaba cansando de tanto despegar sus pies del piso sin descanso alguno.

—Más alto.—volvió a repetir Hoshi mientras ella también saltaba, claramente a más altura del chico.—Más al...

—¡¿Quieres que vuele?!

—¡Sí!

Habían estado practicando las últimas semanas. La próxima concentración en el Nekoma se acercaba y trataban de mejorar. Tsukishima pensaba que si hubiese sabido que el entrenamiento sería así, no le hubiese pedido ayuda alguna.

—Una vez más y nos vamos, ¿Bien?—espero a que el chico diga algo, pero éste sólo la miró decidido.

Contó hasta tres y saltó en su lugar. No era tan alta como él, pero Tsukishima con el salto no le llegaba a la punta de los dedos. Al aterrizar, el chico se dirigió a la banca mientras tomaba agua, ella fue directamente a los vestidores avisándole que lo esperaría en la entrada de la escuela.

Los últimos días estaban algo tensos, tanto fuera como dentro de la cancha. Nishinoya estaba más concentrado en lograr un movimiento raro, como si fuese armador. Ella había practicado con él, junto con Sugawara, Tanaka y Asahi. El peligris también había tratado de mejorar, ya que se notaba la diferencia entre Kageyama y él. Y hablando del ojiazul, él de había peleado con Hinata, supo por Yachi que Tanaka les tuvo que separar con un golpe. También había estado ayudando al pelinaranja con sus remates junto a su abuelo, pero no todas las tardes porque entrenaba mayormente con Tsukishima. Yamaguchi mejoraba sus saques. Cada uno por su parte.

Soltó un suspiro de cansancio alertando al rubio. Éste la miró y vio que tenía una mirada triste. Él de alguna manera sabía que había hablado más con Kenma y él en toda la semana que con su propio equipo de voley. Ahora el que soltó un suspiro fue él, sin creer lo que iba a decirle. Tocó su hombro dos veces para llamarle la atención, y cuando la chica levantó su mirada del suelo, movió sus manos.

«¿Quieres ir por un helado?»

Los ojos de la pelinegra soltaron brillos mientras asentía. Fueron a unas cuadras mientras él caminaba y ella saltaba emocionada, su humor había cambiado drásticamente. Al llegar a la heladería, ella le indicó que sabor quería y fue a sentarse a unos lugares que estaban contra la ventana. Dejó su mochila a un lado y espero pacientemente a que el chico terminara la fila y lo atendiesen.

Desde su perspectiva, Tsukishima era más alto que todos los clientes en la fila. Los colores del atardecer pintaban en el cielo colándose entre las ventanas, alumbrando a toda la heladería. Él tenía puesto el uniforme y abrigo de Karasuno, con su bolso que llevaba al costado, sus lentes lo hacían parecer que sabía de todo, y cuando lo conocías él trataba de hacertelo creer. Todo aquello le daba un toque perspicaz. Aparte de eso, le hacía ver lindo.

Escucharte || Haikyuu!!  [Kei Tsukishima] EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora