Escucharte || Haikyuu!! [Kei Tsukishima] EN PAUSA

I-Comunicación.

Claramente no todo le estaba saliendo bien.

Dos días después de presentarse en Karasuno, los Ukai cayeron en un fuerte resfriado. Así que ella se encontraba volviendo a la escuela luego de tres días de reposo, fiebre, y un dolor de garganta que le hizo perder la voz, haciendo más difícil la comunicación con el resto.

Caminó perezosa hasta su asiento viendo como su amigo no había llegado y por otro lado la saludaban y con una sonrisa ella se los devolvía. Gracias al cielo había dejado de ser el centro de atención el mismo día que enfermó. La verdad era que no le gustaba que todos la mirasen mientras parecían susurrar algo, pero al parecer normalizaron rápidamente que ella no escuchase bien, así que estaba tranquila balanceándose en su asiento con los ojos cerrados. Si se concentraba mucho, podía engañar a su cerebro con que estaba escuchando el canto de los pájaros siendo opacado por los barullos de los adolescentes, las pisadas de algún alumno que llegaba tarde e inclusive la voz de la profesora explicando.

Suspiró derrotada abriendo los ojos y viendo a Nishinoya entrar en ese momento por la puerta. El chico la vio y rápidamente de abalanzó sobre su mesa, diciendo algo que no pudo entender debido a la efusividad que tenía él. Y cómo no podía hablar, empujó un poco al joven ya que éste estaba sobre su cuaderno. Así que escribió lo que estaba sucediendo con su voz y si podía repetirle lo que dijo.

—¡Que bueno que ya estas mejor!—leyó en sus labios que tenían una sonrisa— Hoy practicaremos remates y quiero ver como lo haces.

Abrió la boca en forma de «O» y pudo jurar que sus ojos brillaban. Los únicos tres días que pudo entrenar con ellos estuvo recibiendo los pases del chico con un mechón rubio. Se emocionó y no pudo esperar a que llegase la hora de ir al gimnasio.

Para tortura de ambos chicos, no tuvieron hora libre en ningún período. Así que estaban literalmente tirados en sus asientos esperando a que el reloj avanzase más rápido. Literatura no iba bien con ella y en esos momentos se quería tirar de un puente.

A pesar de todo, Nishinoya le pasó lo dado en la clase y en las anteriores. El director le había pedido secretamente que se encargase que Hoshi tenga todo en sus cuadernos, él aceptó con gusto y ella sólo le agradecía por el montón de hojas.

Apenas sonó el timbre y ambos salieron disparados de la clase. Fueron a los respectivos vestidores y ella estaba nerviosa otra vez, ya que no podía hablar y nadie de allí sabía lenguaje de señas hasta dónde estaba enterada.

Takeda habló en general al llegar al gimnasio al mismo tiempo que ella— Ukai no vendrá hoy porque se enfermó al igual que Hoshi y ella no puede hablar bien— repitió lo que le había dicho Keishin, formulando de manera en que ella también entendiese— Si alguien sabe algo de lenguaje de señas, sería de ayuda para Hoshi.

—Yo sé un poco.

«¿Acaso caíste del cielo?» pensó viendo al chico con cabello gris, pero con el lenguaje de señas le dio las gracias.