XX- La tercer semana.

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Los ojos gatunos de Kenma estaban entrecerrados mientras que la tensión del ambiente crecía con la musiquita del juego de fondo

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Los ojos gatunos de Kenma estaban entrecerrados mientras que la tensión del ambiente crecía con la musiquita del juego de fondo. Actualmente, habían pasado dos semanas desde que Karasuno ascendió a las nacionales. Dos semanas desde que escuchaba, por ende, estaba en Tokio por una revisión para ir avanzando con los deciveles del audífono. Solo faltaba otras dos semanas y ya volvería a escuchar más o menos como antes.

Le dió una sonrisa incómoda al teñido, sabía perfectamente que estaba a punto de...

—¿Hace dos semanas que no te habla?—asintió lentamente soltando un suspiro— Mhm...—dijo Kenma mirando hacia el juego.

¿Mhm?¿Solo eso iba a decirle?, era algo extraño que él solo haya dicho eso, generalmente, cuando alguien hacía algo que a Kenma le desagradaba, éste se quejaba o inclusive se llegaba a molestar. Lo miró atentamente, expectante de que el ojimiel saltara en cualquier moment...

—Yo solo digo, que sabía que era imbécil, pero no tanto.

—Lo dice quien perdió una cita con una chica.—le recordó la escena vergonzosa que habían pasado hace un rato.

Unas 3 horas antes, a eso de las 13, decidieron que tenían hambre, y como Kenma estaba solo en casa y la madre de Hoshi trabajaba, y Kuroo no pudo acompañarlos por otros temas, entonces fueron a buscar comida rápida. Una vez en el local, la fila tardaba un poco, por lo que estuvieron unos viente minutos parados eligiendo que comer. Pero en unas risitas que Hoshi pudo captar, miró con cautela hacia atrás, dónde habían un par de chicas admirando a Kenma.

Mientras que él, estaba mirando muy fijamente los letreros de comida, eligiendo entre ramen picante o patitas de pollo.

La pelinegra simplemente no dijo nada, quería ver cómo actuaba Kenma ante eso, porque estaba segura de que las chicas vendrían a hablarle. Es decir, tenía puesta una sudadera que era un poco grande, pero no tanto, mientras que abajo venía de una bermuda que le llegaba hasta la rodilla y unas sandalias en los pies, oh, y su cabello estaba recogido en una cola alta. El psicópata había salido así en pleno invierno, con el pretexto de que irían y vendrían a su casa. Mientras que Hoshi parecía que iría a esquiar en cualquier momento.

Justo como pensó ella, una de las chicas, la rubia, se acercó a ellos algo tímida, sin embargo Kenma se estaba quejando en voz tan baja solo para que Hoshi lo escuchara.

—H-hola.— el teñido se percató en ese momento de su presencia a su lado— ¿Puedo tener tú número?

Kenma quedó unos segundos pensativo, eso creyó Hoshi. La chica lo miró algo dudosa de su pregunta, quizás había sido muy directa. Sin embargo, Ukai pensaba que quizás Kenma estaba repasando mentalmente su número, lo olvidaba frecue...

—Tengo novia y la quiero.—soltó sin más señalando por unos segundos a Hoshi a su lado, para luego mirar al frente.

La chica rubia, que al parecer recién se había dado cuenta de la presencia de la pelinegra, se sonrojó cuando conectaron miradas e inmediatamente ella se inclinó unos segundos pidiéndole perdón para luego correr al lado de su amiga otra vez, quién al parecer la consoló.

Escucharte || Haikyuu!!  [Kei Tsukishima] EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora