XL Celos

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Un pitido me aviso que ya había encendido la alarma de mi auto y las puertas estaban cerradas. Con calma camine a la puerta de mi casa, tarareando una canción movida que había empezado a sonar, justo antes de apagar el auto.
Busque las llaves de la casa y mientras abría, se escuchaban ladridos de Roko en la puerta, desesperado porque entrara. Abrí y mientras mi perro me recibía con alegría, el rugido de una moto me hizo voltearme.

-Espero te gusten las hamburguesas, fue lo primero que se me ocurrió-sonrió de lado, bajando de la moto. Puso la patilla de la moto, guardo la llave en su bolsillo y se quito el casco, caminando hacia mí- ¿Está bien?
-Está excelente, amo las hamburguesas-con una sonrisa le demostré la verdad de mis palabras y lo invite a pasar, sosteniendo a Roko por su collar. Harry agradeció y paso por el lado, alejándose  lo más posible de mi perro que quería olfatearlo-
-Aquí está, una hamburguesa clásica para ti y una de pollo para mí-sonrió, sacando dos bolsas de papel de su pequeña mochila. Después de cerrar la puerta, solté a Roko que corrió a olisquear a nuestro invitado. Harry solo lo miro de reojo y decidió ignorarlo, pero Roko soltó un ladrido y Harry dio un salto de sorpresa-
-¡Roko!-solté una carcajada, llegando con él- Roko, ve a afuera… Anda, ve nene-le indique a mi perro, aun riendo. Le di una leve nalgada a Roko, que caminaba lento y con las orejas atrás. Cerré la puerta trasparente que daba al jardín y regrese con Harry- Eres un gallina-me burle-
-Déjame, solo… No lo sé, no me gustan los perros-hizo puchero, desenvolviendo nuestras hamburguesas- No traje bebida, no las compre en combo-se encogió de hombros- iba a desparramar la bebida dentro de mi mochila si lo traía.
-De acuerdo, está bien… ¿Qué quieres entonces? Tengo agua, soda y cervezas de mi padre, no se dará cuenta que le quite. Ya está dejando de tomar tan seguido-sonreí, en el fondo orgullosa de mi padre. No era agradable llegar y encontrarlo con una cerveza en su mano y un poco pasado de alcohol-
-MMM, bueno, me tentaste, trae una cerveza-unos hoyuelos acompañaron su sonrisa y yo asentí. Tome las últimas dos cervezas del refrigerador y volví con Harry-

Nos acomodamos a comer, con nuestra cerveza y nuestra hamburguesa frente a nosotros. Unas papas fritas para ambos y silencio. Al menos el silencio era cómodo, algo ligero y llevadero. Harry fue el primero en hablar, después de haberle dado unas cuantas mordidas a su hamburguesa.

-¿Cómo te fue hoy en la escuela?-limpio el alrededor de su boca y dio un trago a su lata, acomodándose en el asiento-
-Me castigaron junto a Sebastián, trate de hablar con él y me ignoro… Creo que me odia mucho más de lo que alguna vez odio a alguien más-suspire, lista para dar otra mordida a mi hamburguesa-
-Agh, déjalo, en verdad, déjalo que su corazón se llene de odio. Él que te odie, odie a quien quiera, tu se feliz y no hagas lo mismo que él. Tú no sufras, no te sientas culpable. Él ha querido lastimarte por algo totalmente idiota. Tú no lo obligaste a que te amara, ni que se obsesionara contigo-se encogió de hombros y dio otra mordida. Lo mire, pero rápido aparte la mirada con ojos tristes. Esa culpa me estaba destruyendo, no podía saber que había lastimado a alguien a quien yo amaba como un hermano, y lo odiaba por haberse ganado ese amor en una farsa, solo por una broma- Hey, se lo que piensas… Olvídalo, olvídalo por completo-gruño- No merece que te sientas culpable, ni mal, ni triste, él no vale la pena de nada.
-Era mi mejor amigo, Harry.
-Era una farsa, Mónica-se movió en su asiento, olvidando el cuarto de hamburguesa que quedaba frente a él- Él busco el sufrimiento, quedándose contigo mientras lo único que sentía era odio hacia ti ¿entiendes? Tú hiciste mal, no te aplaudiré lo que le hiciste a William, ni cómo dice Sebastián que lo trataste la primera vez… Pero él quedo estancado en eso, mientras tú has superado esa etapa de la adolescencia-me dedico una sonrisa, llena de apoyo y alegría, incluso orgullo- Y nada merece una venganza, la venganza es mala e inútil. Lo único que ha logrado Sebas de esto ha sido unas cuantas peleas y un ojo morado. Por cierto, que buen golpe le dio Zayn-soltó una carcajada, seguro con la imagen del ojo morado de Sebas, pero yo tenía la imagen de Zayn lazando su puño a la cara de Sebastián. Él había logrado abrir la piel de Zayn en un golpe, mostrando que tenía más fuerza, pero Zayn con su agilidad se había librado de varios buenos golpes… Fue simplemente una pesadilla- Se lo merecía-volvió a reír y le dio otra mordida a su hamburguesa. Imite sus acciones, sin opinar al respecto-

Sr. Malik Where stories live. Discover now