L||| sigamos adelante

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Una semana después, Nate llego a mi casa para despedirse en persona. Él se iba al igual que Zayn, quien no me había enviado ni un mensaje, no había llamado, ni había dado señales de vida... En verdad desapareció del mapa para mi vida.

Dos semanas después y seguía igual. Lloraba, miraba mi celular y esperaba con ansias enfermas que él llegara a mí. Escribía y borraba mensajes en el chat de Zayn, lo mantenía apretado, le daba borrar conversación pero le daba cancelar de último y me ponía a pensar en conversaciones que podían llegar a suceder si le llamaba, pero no tenía el valor para llamarlo, además que el orgullo me detenía de alguna manera.

Tercera semana. Pasaba más en casa de Harry que en la mía, papá estaba preocupado por mí, pero a decir verdad me sentía bastante bien a comparación de la segunda semana de su ida. Era mi semana de exámenes finales y no recuerdo haber estudiado en casa o dedicar un momento de mi tarde al estudio... Tenía otras cosas en mente y solo me importaba desahogar ese dilema que se creaba e mí al pensar en sus hermosos ojos enigmáticos y oscuros, tan profundos como sus palabras.

Una semana a recibir las notas finales y dos de tener nuestra graduación... No podía creer que esto estaba sucediendo y lo único que cruzaba por mi mente era ese maldito que me abandono con el corazón roto. Nate me enviaba mensajes bastante seguido, teníamos pequeñas conversaciones y me hablaba de Zayn de vez en cuando, de su padre y como le estaba yendo en Londres, pero mi mente divagaba en esos momentos. Los recuerdos de nuestros momentos juntos y cada palabra que me lastimo y curo volvían a mí como balas al pecho.

La semana pasaba enfermamente rápido, apenas noté cuando llegamos a viernes y la fiesta de despedida ya estaba organizada. Todo el grado asistiría para hacer aquellas cosas que en la fiesta de graduación con padres y hermanos no haríamos, pero en verdad tenía deseos de irme a casa para dormir tranquilamente.


El día inició con todos emocionados, con unas camisas que habíamos hecho como recuerdo de nuestra promoción. Habían chicos gritando emocionados y muchas fotos para los recuerdos de este día tan importante. Algunos se tomaban fotos en algunas partes de la escuela, otros con alumnos menores y otros con profesores... Todo era como un ritual que se repetía cada año y no importaba cuanto intentaras cambiarlo, todos los años sería así, pero yo por mi parte, entre a la primera hora y me senté, viendo  a todos con incluso repugnancia de esa alegría ilusa de salir de la escuela, para vivir los tiempos más difíciles de sus vidas... Vivir solos, ser independientes, estudiar, decidir que será de tu vida. Simplemente la negatividad estaba de mi lado este día.


-¡ÚLTIMO DÍA, JODER!-grito Luis muy cerca de mi oído y gire mi cabeza con una mirada asesina para él-

-No grites en mi oído-lo regañe y seguí con el bosquejo que hacía desde ayer en clases, En general llegábamos solo a recibir charlas y organizar la ceremonia de graduación, pero ni eso quería escuchar, quería desaparecer por un tiempo-

-Lo siento-hizo puchero y se sentó a mi lado para hablar con más calma conmigo. Tati, que estaba hablando con James giró su mirada hacia nosotros y le pidió un momento a su novio para acercarse a nosotros. James por su parte me miro por un segundo y luego bajo su mirada, se puso de pie y desapareció de mi vista como había hecho desde ya un mes de lo sucedido en la oficina del director-

-¿Estas bien, Mo?-Su cabello perfectamente peinado con ondas, se movió hacia su rostro cuando se apoyo en mi mesa, inclinándose. Sus  ojos oscuros buscaron algún indició de mi malestar, pero puse mi mejor cara de poker y asentí-

-Claro que si, solo no quiero que me griten en el oído-bufe y me encogí de hombros, lista para seguir dibujando. Tati evito que bajara la mirada y me obligo a verla a los ojos-

Sr. Malik Where stories live. Discover now