XXV||| Finalmente

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Admire su casa un momento desde mi auto, pensando en si esto sería una buena idea. Por alguna razón mi cuerpo no dejo a mi mente pesar y simplemente se impulso sin mi consentimiento fuera del auto y directo a la puerta. Con la mano temblorosa por el miedo a ser rechazada toque el timbre por unos segundos y luego frote mis manos en busca de calor. La temperatura estaba baja, pero con mi chaqueta de cuero tenía más que suficiente y aun así mis manos temblaban sin control.

-¡Zayn!-grite alejándome un poco de la puerta, gritando a las ventanas. Despues de 10 minutos estaba pensando en irme pero algo me hacía quedarme ahí como idiota, esperando y esperando. Simplemente ignore que alguien pudiera oírme, que Luis podría estar afuera y verme, únicamente me importaba entrar en esa casa- ¡ZAYN!-volví a gritar más fuerte y escuche ladridos en la puerta. Gruñi, nada- ¡Z…-mire la puerta y arquee una ceja. Sin mucha esperanza de que en verdad funcionara, abrí la puerta y cedió… No tenía seguro- Zayn ¿Dónde estás?-grite ahora dentro de la casa, cerrando la puerta a mis espaldas-

 Acaricie al hermoso pastor australiano que me olisqueaba y sacudía su cola con alegría. Me asome a la cocina y solo encontré un plato de comida de perro semi lleno, incluso había comida desparramada como si solo dejo caer una bolsa sobre el pequeño plato. Me agache tomando el otro plato vació y le serví agua, lo que el perro pareció agradecer. Parecía abandonado, toda la casa parecía abandonada. Había platos sucios, botellas de alcohol vacías y algunas latas de cerveza dentro y fuera del cubo de basura.
Revise cada centímetro del primer piso y solo encontraba latas de cerveza. Subí al segundo piso y tampoco tuve suerte. Su cama estaba desordena con ropa desparramada por toda la habitación y la pequeña mesa de noche parecía haber sido arrasada con rabia, tirando todo lo que había sobre ella. Una lámpara estaba en el suelo junto a otras pequeñas cosas sin importancia y un portarretratos boca abajo. Preferí no hacer nada y seguí inspeccionando la casa hasta que encontré una puerta que solo daba a unas estrechas gradas oscuras.

-¿Zayn, estas ahí?-dije suave, tenía miedo de subir pero igualmente lo hice. Subir, vuelta en U, subir… Las gradas me guiaron al ático de la casa- ¿Zayn?-pregunte paralizada en la entrada. El techo era bajo, un poco más alto que yo. Había mucho polvo pero en vez de basura, todo lo que me rodeaba eran pinturas, papel y otros utensilios para dibujar. El ático era como un tipo de estudio que no parecía utilizarse hace años-
-¿Qué haces aquí?-di un salto en el momento que escuche su voz junto a mí. Lo mire con grandes ojos de sorpresa y empecé a jadear por culpa del susto-
-Me… Creo que me preocupe por ti-baje mi mirada para seguir con la mirada al hurón pasearse por nuestras piernas para luego bajar por las gradas y desaparecer- Quería saber que te sucedía-volví a encontrar sus ojos que estaban un tanto rojos por falta de sueño y unas pequeñas bolsas se formaban bajo sus ojos- Te miras destruido, Zayn.
-He estado pintando… Y tomando un poco-se giro para darme la espalda y volvió a un caballete que sostenía un canvas en blanco, con trazos de lápiz aun sin definir. Pensaba que había ignorado mi último comentario hasta que hablo mientras se deslizaba contra la pared, sentándose junto al caballete- Lo sé, me falta dormir. Cuando dibujo o pinto las horas se van como si no existiera el tiempo.
-Lo de tomar lo note abajo… Había unas cuantas latas y botellas-comente y me acerque a él. Mire de reojo una caja que estaba llena de carpetas gordas de páginas y otras páginas sueltas- Y también lo de falta de sueño se nota-dije tocándome la parte inferior de mis ojos para indicarle que tenía bolcitas-
-No necesito dormir si no voy a trabajar-se encogió de hombro y tomo una libreta. Me senté a su lado y atraje mis piernas para abrazarlas, queriendo ocultarme de los recuerdos de la pelea que tuvimos la última vez que nos vimos- He pasado… dibujando, he dibujado mucho-paso con velocidad las páginas del cuaderno de bosquejos y pude notar lápiz en el 90% de las páginas- e hice unos cuadros-señalo unos canvas en el suelo, seguramente secándose para luego ponerlas con el resto- es solo un hobby pero me consume… Tenía 3 años de no hacer esto, este lugar nunca estuvo en verdadero uso, todo lo que ves es lo que traje de Inglaterra-su lápiz golpeo el cartón de la libreta y luego la abrió, empezando a dibujar algo con velocidad-
- Zayn, te noto extraño ¿estás bien?-puse mi mano en su hombro, preocupada por su estado. Sus movimientos eran nerviosos y rápidos, parecía una maquina en automático. Sus párpados parecían pesar más y más en cada parpadeo y hablaba como si no fuera yo quien estaba a su lado, simplemente hablaba… Algo no iba bien con él-
-De maravilla, Mónica-Dejo de mover el lápiz y me miro con una mirada totalmente misteriosa y nerviosa- Vete por favor, ya has visto como estoy… Haz esto más fácil y deja de insistir, dejemos de insistir. Creo que nuestra historia quedo clara, llego a su fin pues tu me odias y yo… Sigo siendo un maricón que no tiene el valor para cambiar eso-media vez termino de hablar volvió a su dibujo-
-A…-no pude decir un una palabra porque tuve que cerrar los ojos y controlar las lágrimas que ya querían salir por lo que él acababa de decir… Ciertamente, lo nuestro había llegado al fin, él tenía razón-¿Al menos me respo… Responderías algo?-jugué con mis manos, llena de terror por cómo reaccionaría a mi pregunta.
-Claro-apretó un poco el lápiz como tuviera miedo a lo que saldría de mi boca-
-¿Me explicarías lo que dijiste sobre tu padre?-dije con vergüenza y él termino quebrando el lápiz por la fuerza que ejerció en su puño-
-Mis padres se separaron cuando yo tenía dos años-empezo, tomando el trozo de la punta del lápiz para seguir dibujando- era muy pequeño y realmente no entendía lo que sucedía. Ellos tomaron la decisión de que mi hermana se iría con mamá y yo me quedaría con papá en Inglaterra, más que decisión fue una orden de papá porque yo era el más pequeño y mamá quería aun cuidar de mí-empezó a hablar sin verme, ido en sus  pensamientos-
-Solo cuéntame si quieres ¿sí?-dije calmada. Notaba algo mal en Zayn, podía jurar que tenía un ataque de ansiedad o algo por el estilo pero su actitud no era normal-
- Mamá se fue a parís, donde siempre quiso vivir y yo y papá nos mudamos a Londres a un pequeño departamento que bueno, era de un soltero. Tenía 8 años cuando empecé a dibujar en mi habitación para alejarme de papá y del mundo en general. También empecé a tocar el piano en la escuela, las clases eran gratis y lo hacía a sus espaldas. No tenía amigos, familia, mamá, no tenía nada y dibujar me liberaba tanto como tocar el piano. A raíz de mi hobby papá empezó a creer que yo no era el “hombre” que yo debía ser, me decía maricón y que dibujar era para mujeres… Que yo debía practicar deportes, ser un hombre porque si no él no estaría orgulloso de mí. Los deportes no son mi fuerte, me gusta correr, antes solía hacer salto largo pero creo que todo lo hacía por buscar la aprobación de papá. No la conseguí de ninguna manera, llegue a los 15 años y papá seguía igual, incluso ahora peor pues cada vez que me encontraba dibujando o tocando un viejo teclado que compre yo mismo, me golpeaba y había noches que me noqueaba pues no se controlaba y yo era más delgado y pequeño. Él es un hombre machista, alcohólico y con problemas de ira, no se puede esperar más de alguien como él-se encogió de hombros y pensó un momento que decir-Un día conocí a una chica, bueno, nos hicimos novios… La única chica que me quiso en aquellos momentos, ella era hermosa conmigo y yo estaba enamorado. Ella esperaba más de mí pues un día simplemente me dijo que lo nuestro no funcionaría… Tal vez no era lo suficientemente hombre para ella o no quería salir con el “raro” de la clase ¿sabes?-trago como tratando de eliminar un nudo en la garganta y poco a poco empezó a bajar la mirada a la libreta en su regazo. Siguió el boceto mientras hablaba, dejando que su mano trabajara por si sola- Me vi obligado por el dolor a buscar ayuda y la única ayuda que tenía era mi padre. Lo que me gane de contarle fue unos gritos que el día de hoy siguen atormentando mi mente-me incline para ver que hacía y me encontré con el boceto de un niño acurrucado en una esquina oscura y un hombre gritándole al pequeño asustado- “¿Cómo cuidaras de una mujer y la harás feliz siendo él maricón que eres? Una mujer necesita un hombre, no a una decepción de hombre como tú que solo sirve para respirar y morir… Desgraciado ¿Qué hice para merecer un hijo así? Ninguna mujer te querrá, Zayn, ninguna”. Recuerdo su aliento chocar con mi rostro, olía a cerveza y la cena de ese día… Recuerdo que lloraba y él me golpeaba porque estaba llorando “Deja de llorar maricón, ponte de pié y actúa como un hombre”-estuve a punto de hablar pero él no hizo más que tomar aire y seguir hablando- Papá es de religión musulmana ¿sabes cómo son ellos? Los hombres deben ser verdaderos hombres, machos, líderes, hombres fuertes y capaces de cuidar de su familia. Mi padre tenía muy metida la idea de que si no era como él esperaba, yo no sería capaz de ser capaz de tener una mujer a mi lado y no tener mujer es una gran decepción para él, o su familia, o tal vez para la religión, realmente no lo sé, nunca me inculco su religión ni su forma de vida, a pesar de que esperaba de mi lo que él fue Tal vez el solo esperaba que yo fuera lo que él no puedo, tal vez no era malo.
-No debes creerte lo que tu padre te dijo, Zayn-busque sus ojos pero él solo apartaba la mirada. La vergüenza lo controlaba, no estaba segura de si esto terminará bien. No tenía más que decir, no sabía que decir realmente-
-Ya te he respondido lo que querías, Mónica… Deberías irte a casa.
-Primero debes saber que no te odio-hice que soltara el lápiz en su mano derecha y la tome con mi mano izquierda. Él no se resistió a mi tacto y conseguí que sus ojos conectaran con los míos- No quiero ser una de las razones porque estés así, se que dije que te odiaba pero no puedo hacerlo, no puedo simplemente odiarte porque tengas razón. Simplemente soy terca y sigo creyendo que con un poco de esfuerzo y valor esto funcionaría.
-¿No tienes apreció por ti misma? ¿Dónde está tu orgullo, Mónica?-mi cuerpo tembló y solté la mano. Sus preguntas fueron totalmente insultantes y llegaron a mi como cuchillo a mi estomago, apuñalándome con fuerza- Yo tampoco te odiara si me hubieras dicho lo que yo te he dicho, pero es porque no tengo ni una pizca de orgullo… Alguien más ya me hubiera olvidado y hubiera seguido adelante, creo que sabes que mi respuesta es un doloroso no-Mi cuerpo se deslizo lentamente a la derecha para alejarme de él y con temblores en las piernas me puse de pie- No te mereces alguien tan mierda como yo, Mónica.
-¿Eso quieres? ¿Qué me aleje?-pregunte aun sin poder mover mis pies a la salida-
-Eso hace todo más fácil… No lo que quiero-aclaro al final y solo volvió a su libreta, olvidándose de mi presencia-
-Tienes razón-asentí dando pasos cortos hacia atrás- Tiene mucha razón, Sr. Malik-su cabeza se levanto, tal vez alarmado por como lo llame- Debo tener algo de orgullo y apreció por mi misma… Alejarme de usted-frote mis manos- Ya no debo insistir con esto, no tiene sentido. Nos vemos en la escuela profe, perdón por robarle su tiempo-contuve las lágrimas, las ganas de gritarle y maldecirlo o tal vez de pedirle una vez más que recapacitara y le diera una oportunidad a lo nuestro, que yo era una mierda tanto como él, que yo tampoco merecía a alguien como él. Él no me amaba, o al menos no lo suficiente y debía entenderlo, debía aceptarlo y debía dejarlo pasar. Amaba al hombre equivocado, sencillamente así, él era el equivocado-

Baje pero esta vez no tenía deseos de escuchar sus pasos detrás de mí, ni al salir voltee con la esperanza de verlo ahí. Debía aparentar y mentirme a mi misma de que ya no me importaba, debía hacerlo hasta creérmelo yo misma, solo eso me quedaba por hacer y es exactamente lo que hice.

-LIBERTAD-grito Mike al encontrarse con nosotros en la salida. Habíamos terminado exámenes y hace tan solo 5 minutos la campana sonó para darnos la noticia de que al fin las vacaciones navideñas iniciaban- Solo 2 semanas para navidad, 3 para el final de este año y finalmente 6 meses para graduarnos de esta puta escuela y hacer nuestras vidas, amigos mios-decía animado, como si todo fuera el mayor logro de nuestras vidas y no con ello alcanzábamos la gloria-
-Y de ahí unos 4 a 5 años para terminar nuestros estudios, amigo mío-James le dio una palmada en la espalda a Mike y él solo puso los ojos en blanco- Lo sé, te mate el espirito… Lo siento.
-Bueno, dejemos de hablar del futuro y hablemos del presente ¿Quién viene conmigo y las chicas a comer? Debemos celebrar que al fin salimos a vacaciones-solté una risita animada, girando mis llaves en mi dedo índice-
-Yo me apunto-Luis se puso de pie con total entusiasmo- y esos dos van por sus novias-se encogió de hombros- ¿tú, Sebas, vienes?-miro al pelo negro sentado en la banca que tenía los la vista en su celular-
-No somos novios, Austen-se quejo James con un peculiar rosa en sus mejillas mientras miraba a Tati de reojo, quien estaba roja y riendo nerviosa-
-Oh vamos, creo que ya hasta tuvieron sexo y dicen que no son novios… Jodanse-negó soltando una carcajada y se calló solo al escuchar la voz de Sebas-
-Paso, tengo cosas que hacer-sonrió de lado y me miro- Y antes de irse discúlpenme unos minutos con Mónica-sin que yo aceptara me jaloneo de la muñeca y todos se quedaron hablando, ignorándonos por completo- Mira, se que ya nada con el cabrón de Malik, no me has dicho ni porque ni que sucedió, no has querido decirme pero todo bien, no te vi mal en ningún momento como verme obligado a preguntarte-fruncí él ceño mientras me cruzaba de brazos, indignada de que ahora me saliera con ese tema. Si bien actuaba perfectamente mi papel de “Ya no me interesa, lo he superado” prefería evitar el tema de Zayn y principalmente ignorarlo a él, a su presencia y a sus ojos que me perseguían con dolor cada vez que pasaba a su lado-
-Aja ¿tu punto es?-bufe entre dientes y Sebas siguió con esa actitud relajada pero seria-
-Que sería buena idea que fueras a despedirte de él en este preciso momento antes que sea muy tarde, bonita-mi ceño se relajo para dejar una mirada llena de terror en mi rostro y mi mandíbula simplemente cayo de la sorpresa-
-¿De qué hablas, Sebastián? ¿Cómo que despedirme?-alce la voz sin darme cuenta y Sebas rodó los ojos mientras hacía tronas sus nudillos-
-Escuche a unas niñas de décimo despedirse de él y decirle que todo le fuera bien en Londres. Mira,  por su actitud no pareció ninguna broma, Mónica, él deja la escuela y el país. Volverá a Inglaterra.

Sr. Malik Where stories live. Discover now