X|V Sigue ahí

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Mis ojos pasaron repetidas veces por el mensaje, repasando sus palabras en mi mente hasta que que lograra digerir que él estaba preocupado por mí y quería volver a hablar. Pase una de mis manos por mi rostro mientras la otra sostenía el celular, pensaba, solo pensaba en que era lo más inteligente y bueno para mi salud que podía hacer.

Abrí nuevamente el chat y volví a leerlo. Arriba, bajo su nombre decía “en línea” en letras blancas y legibles ¿estaba esperando mi respuesta? Negué sacándome la idea de la cabeza y apreté la flecha que se iluminaba en la esquina inferior izquierda de mi celular. Otra vez, pensando y ahí tome la iniciativa.
Contactos, S, Sr.Malik… Llamando.

-¿Hola?
-Hola-confirme, dejando un leve silencio entre nosotros, su voz sonaba más suave y delicada que otras veces, como si tuviera miedo a hablar, o como si alguien escuchara-
-¿Mónica?-y seguía igual, la delicadeza conmovía mi corazón, la dulzura con la que arrastraba las palabras a mis oídos era como la mejor canción de cuna-
-Si Sr.Malik, soy yo… Usted me dijo que le llamara ¿no?-Me puse de pie dejando la frazada en la cama, solo con deseos de verme en el espejo. Me acerque teniendo que levantar mis pantalones que amenazaban por desliarse por mi cadera y caer al suelo- ¿de qué quería hablar,  Sr. Malik?
-Si, si… Te oyes muy congestionada ¿cómo estás?-su voz se relajo, no entendía porque al inicio había hablado de esa manera. Ahora su voz era suave, relajada, como siempre en clases mientras explica con paciencia un tema-
-Mejor, ayer fue el peor día, apenas podía ponerme de pie pero ya estoy mejor. Creo que su predicción será real, tal vez mañana ya pueda ir a clases y además, no puedo faltar mucho, la otra semana son los exámenes y siempre se necesita la última clase para ir preparado-me puse frente al espejo de cuerpo completo de mi habitación, viéndome ahí reflejada. Estaba más delgada, mi cabello había perdido cierto brillo y por la enfermedad mi piel estaba algo pálida, mis labios resecos y mi nariz roja. Parecía ser más grave de lo que realmente era, pero era porque tenía un mes de no comer correctamente y dormir mal… Mi reflejo gritaba ayuda en esos momentos, y creo que nadie lo notaba-
-Eso suena excelente, espero así sea… Es aburrido estar tanto tiempo en cama ¿no?-podía jurar que tenía una sonrisa en su rostro, esas donde su lengua se posiciona entre sus dientes y sus ojos se arrugan casi al punto de cerrarse- Si, tienes razón, no sería bueno que faltaras tantos días antes de exámenes… mucho menos a historia, tengo una intensa semana preparada.
-Si me dice eso lo menos que deseo es ir, profe-quite la mirada del espejo y sonreí, ahora parecía una conversación entre amigos, conversando de idioteces y sacándonos sonrisas… pero él no era más que mi profesor-
-Si, lo siento, no es la mejor motivación-escuche un ladrido y luego un chillido, como cuando apretas un muñeco para perro- Bueno, pero no es de eso de lo que quería hablarte-un bufido y otra vez un ladrido, eran ladridos graves, como un perro grande y fuerte al que los niños temen-
-Y ¿de qué quiere hablar?
-Quiero reparar la relación entre nosotros ¿si? Volver a estar donde estábamos antes ¿recuerdas?
-¿Dónde estábamos antes? Que yo recuerde nunca tuvimos una verdadera “relación” Sr.Malik… Usted es mi profesor y yo su alumna, ¿no era asi?
-Exacto-suspiro- pero ahora tú me odias y soy el malo de la historia, no puedes mentirme. Creo que la que tiene una foto y dardos en su cuarto eres tú, no yo-Otro ladrido y me vi obligada a separar un poco mi celular de mi oreja-
-No lo odio, ¿si? Todo está bien… -suspire. <<Eres tan débil, Mónica>>- No sucede nada, olvidemos lo del viernes-escuche un suspiro de su parte y hubo un corto silencio que entrego presión al ambiente-
-No me gusta no agradarle a la gente, supongo que por eso intento ser un profesor relajado y divertido.-y ahora ¿de donde venia el comentario? Estaba desahogándose conmigo mientras yo solo quería apretar el botón rojo y hacer como si nunca hubiera llamado. Tenía miedo, miedo de que él fuera incluso mejor que el Sr.Malik de mi sueño-
-No puede agradarle a todos, por razones que unos lo aman, otros lo odian… No debería preocuparle eso-me deje caer en el la cama y me tape hasta el cuello con la frazada color azul que papá me había dado para calentarme-
-Llevo años intentando gravarme eso en la mente-impulsivo, curioso, callado, enigmático pero inseguro, podía jurar que su forma de ser me entraba como bala en el pecho-
-¿Qué le sucede, Sr.Malik? esta plática no es lo que podría llamar como normal con alguien como usted.
-No es mi día-y creo que eso ya lo había descubierto desde hace un par de comentarios. Parecía triste y preocupado por algo, los deseos de abrazarlo y consolarlo brotaban sin permiso a mi alrededor, impulsándome a seguir preguntando-
-¿puedo saber que sucede?
-Hablamos otro día, que se mejore, Srta.Ferro… me agrada hablar con usted, es una linda chica-Las comisuras de mis labios fueron jaladas a una sonrisa dulce y cariñosa, de esas que te causa un cumplido. Esos cometarios son los que diría un pedófilo que te quiere follar ¿o no? Siempre los ponen como gente encantadora en las peliculas (muy oportuno mi comentario)… Me gire viendo al techo y suspire, ¿Qué demonios le decía? -
-Gracias Sr. Malik, nos vemos mañana-y fue lo único que salió de mi boca-
-Hasta mañana-colgó dejándome en silencio, viendo al techo de mi habitación a solas mientras mi mente era atacada por los pensamientos y preguntas sobre este hombre-

Sr. Malik Where stories live. Discover now