Sr. Malik

XV Cada vez más extraño

Pase toda la mañana dormida, descansando entre las sabanas de papá en la oscuridad que las cortinas proporcionaban a la habitación. La primera señal de vida que di fue hasta el medio día, cuando el hambre me ataco a tal punto que me vi obligada a despertar.

Prepare mi propio almuerzo y luego de comer y darle de comer a Roko, me fui a mi habitación para inspeccionar como había quedado todo. Era increíble, debía admitir, estaba satisfecha con mi trabajo y sin contar el cuadro puesto sobre el taburete.

El rostro de una mujer estaba plasmado en el cambas, con una expresión de melancolía, tal vez decepción o  enojo reprimido en tristeza,  ni yo sabía lo que hacía, solo… sucedía, mis manos se mueven sobre las superficies deslizando el lápiz o pincel para crear algo que no pretendo crear. Lo hago sabiendo que el día de mañana tal vez lo odie, pero lo hago… Así funcionaba la inspiración.

Mientras trataba de descifrar mis sentimientos la noche de ayer, mi celular me tomo por sorpresa haciéndome dar un pequeño salto del susto. Lo saque del bolsillo de mi pantalón rayado de pijama y miré quien me llamaba.

-Hola Harry-sonreí de lado, alegre de recibir una llamada de un amigo, me empezaba a sentir sola en casa, rodeada del silencio y solo de mi perro descansando sobre el sofá-

-No soy Harry, no tengo batería- una voz más aguda que la del rizado se escucho al otro lado de la línea y reí por su tono de disgusto. Volvió a hablar sin darme oportunidad de decirle hola- ¿Dónde estás, Mónica?-suspiro- Harry y yo llevamos media hora esperándote en el estacionamiento, vimos tu auto pero no a ti. Harry ahorita está hablando con Sebastián y tus otro amigos, pero a ti no te veo por ningún lado.

-Louis- no pude retener una leve carcajada- no fui a la escuela, ni ayer ni hoy… Sebas ya se lo habrá dicho a Harry. Lo siento, gracias por el detalle de irme a traer pero no podía ir.

-¿qué? ¿por qué?-la preocupación en su voz fue dramática, como siempre con su forma de ser tal espontanea y expresiva-

-El viernes me enferme y hasta ayer me cure pero hoy estaba muy cansada, fue una larga noche así que desperté exhausta, nada grave.

-¿Puedo llegar a tu casa, entonces? Bueno, ¿podemos? Harry quiere verte, no me ha dicho porque pero dice que le debes respuestas- un escalofrió recorrió mi espalda erizando mi piel, recordando que le dije a Harry que le contaría con quien me encontré el viernes. Louis pensaba que yo había venido directo a casa y si llegaba a decir la verdad, explotaría. Debía idear una buena mentira mientras ellos llegaban a mi casa-

-Claro, no hay problema-Hubo un largo silencio entre ambos hasta que Louis suspiro- ¿Qué pasa?-pregunte curiosa por el repentino cambio de actitud-

-Creo que la única razón de que odio venir a tu escuela es tu maldito profesor que siempre parece salir a la hora indicada para encontrarse conmigo… Solo paso a mi lado y chocamos miradas ¿Qué le sucede?

-Ignóralo, es rencoroso al parecer-me encogí de hombros y me senté en mi cama aun cubierta por una manta vieja con su color crema escondido entre manchas y polvo- te espero aquí en casa.

-Nos vemos linda-luego de eso la llamada se corto y suspire guardando mi celular-

 Entre a mi baño rápidamente mientras ponía a reproducir música en mi celular mientras me duchaba. Me di una rápida ducha de 15 minutos y luego salí directo a mi guardarropa.  Un pantalón gris holgado que se ajustaba en  los tobillos, un centro color blanco con un buzo encima fue suficiente, solo me puse unos calcetines para que mis pies se mantuvieran calientes y baje mientras cepillaba mi cabello. Pasaron 10 minutos y el timbre sonó, haciendo que Roko bajara del sofá soltando ladridos graves y fuertes, disgustado como siempre por el timbre.