XL||| Colores y notas

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-¡Papa, ya no estoy castigada!-grite por milésima vez al celular. Era necia, terca y hacía berrinches si era necesario… Estaba ya estacionada  frente a la casa de Zayn, no me iría de ahí sin entrar y saludarlo al menos-
-¡Mónica!-insistió, pero luego de un corto silencio vino el suspiro de rendición- Te quiero temprano en casa, pequeña. Nos vemos-sonreí con pura alegría y orgullo de mi misma. Como siempre, yo ganaba-
-Gracias papi… Nos vemos-repetí y le mande un beso para luego colgar y salir del auto. Guarde mi celular en mi bolsillo y fui a la puerta, tocando repetidas veces para que Zayn me abriera. Escuche un olfateo en la puerta y luego la puerta se abrió hacia adentro, dejando ver de primero la cabeza de Jazz, el pastor australiano de Zayn- Hola bonito-sonrei, acariciando al perro mientras me olisqueaba y saltaba a mis piernas. Me había hecho amiga de él, siempre acariciandolo cuando llegaba y ahora me quería-
-Jazz, entra… Entra, perro-una mano adornada con tinta negra tomo el collar de Jazz para jalarlo al interior de la casa y luego sus ojos me atraparon, dedicándome una sonrisa blanca y torcida- Hola Mónica.
-¿Qué tal, Zayn?-me acerque a él y uní nuestros labios para luego pasar por su lado, entrando a su casa como si fuera la mía. Igulmente estaba invitada-

Una sonrisa se dibujo en su rostro con perfección. Una amplia con su lengua entre los dientes como él solía sonreír. Sus brazos me atraparon por la cintura y me hizo chocar contra su pecho, juntando nuestros cuerpos sin centímetros de por medio… Era increíble sentir su cercanía de ese modo. Nadie nos veía, nadie nos juzgaba, éramos solo notros juntos en la privacidad de cuatro paredes.
Sus labios tomaron los míos de nuevo y note cierta alegría inusual en él. Zayn no era amargado, pero no era normal verlo así de feliz.

-¿Qué te pasa?-reí , pasando mis brazos por sus hombros, viéndolo al rostro. Él solo se encogió de hombros y sus labios volvieron a los míos, vagando ahora por la comisura de mis labios hasta mi mejilla y luego mi cuello. No era de una manera sensual, más se inclinaba a un broma, haciendo cosquillas en la piel tan sensible de mi cuello y clavícula. Solté una risita cuando rozo su nariz contra lo largo de mi cuello y él me acompaño en la risa- En serio, andas de muy buen humor ¿Qué sucedió?
-Doniya, mi hermana me dio la mejor noticia que he recibido en años-suspiro, acariciando con lentitud  sobre la tela mi cintura. Arquee una ceja, preguntando en silencio cuál era esa noticia- Mi hermana por segunda vez desde hace mas de 20 años fue a visitar a papá a Londres -hizo un pequeño silencio y vague un poco en la idea... Creo que siendo su hermana y sabiendo como es mi padre, iría también así de poco- y me dijo que lo logro convencer de meterse a un centro de rehabilitación. Aun no sé como lo ha logrado, pero tal vez supera el alcoholismo cuando termine el tratamiento-suspiro, como un niño feliz por su padre. Él lo amaba, lo amaba como cualquier hijo ama a su padre. Al hablar de él, lo que predominaba en su mirada era terror, no odio, él solo quería lo mejor para su padre y esa era una gran noticia-
-Me alegro, Zayn-lo abrace, apoyando mi cabeza en su pecho al sentir como apretaban sus brazos mi cuerpo contra el suyo. Era un abrazo lleno de alegría y placer, era feliz y eso me hacía feliz-
-Joder, yo también me alegro-susurro tan bajo que apenas fui capaz de escucharlo- Hey-se separo de golpe para verme de frente. Una de sus manos subió a mi mejilla y dio una caricia suave y dulce- Olvidemos este tema, es aburrido hablarte de mi. Te quiero mostrar algo… Ven-entrelazo nuestros dedos y subimos. No estaba de acuerdo con que hablar de él era aburrido. Era alguien tan interesante e intrigante, pero no me queje sus acciones y lo seguí. Sus pies iban rápido por las escaleras, pasando de largo toda la segunda planta hasta la pequeña puerta blanca que daba al ático. La abrió e inmediatamente Blues apareció por las gradas, levantando su nariz para olfatear- Ven-Zayn se agacho, hablándole al hurón que trepo por su brazo hasta su hombro.  Luego de eso terminamos de subir y me encontré con el ático limpio y arreglado-
- Oye, está… Limpio-reí. A diferencia de la primera vez que vine, había menos mantas blancas escondidas bajo el polvo y ahora el lugar olía a acrílico y óleo, no a ese horrible olor de polvo y humedad. Había pequeños y/o largos cuadros en las paredes, todos con la misma firma en la parte inferior  derecha- Es hermoso, Zayn-mis ojos vagaron por todo el lugar. Todo estaba increíble como para dibujar días aquí, encerrado con agua e inspiración-
-Creo que necesitaba una limpieza y algo de orden… Alexa fue la que tomo la iniciativa y obligo a  su hermano y a mí a ayudarle con todo esto-me hizo una seña para que lo siguiera, dirigiéndonos a unas pinturas que estaban acomodadas a un lado, cerca de la ventana- Estas son las más nuevas que he hecho, son solo 3 pero me lleve noches en cada una-su lengua paso por sus labios y con una sonrisa de vergüenza, se acerco a los cuadros y jalo el primero. Por esos cuadros es que sus ojos se miraban cansados y llegaba con ojeras a la escuela. Mis ojos fueron de él hacia el cuadro, cuando lo giro, mis cejas se alzaron y una sonrisa broto en mi rostro sin que me diera cuenta-
-Ese es mi rostro -dije riendo bajo. Yo también había hecho algunos dibujos en mi libreta, sus ojos sobre todo, sus diferentes miradas y expresiones… Era algo que no salía de mi cabeza-
-Lo es-asintió, bajando un poco la mirada. Estudie un poco la pintura. Era la mitad de mi rostro con cabello cayendo sobre él, rizos bobos tapaban detalle de mi rostro y ojos azules se escondían tras el negro de mi cabello y contrastaban mi piel pálida. Mis labios estaban rosados, casi rojos y entre abiertos… Me preguntaba como lograba eso con solo su mente, porque no era un bosquejo. Era un dibujo bastante real, pero con falta de detalle por las pinceladas que daba- Utilice una foto en la que estas riendo y solo relaje las facciones de tu rostro-nuevamente sus labios fueron humedecidos por su lengua, lo hacía bastante seguido al estar nervioso-
-Es increíble-reí, abrazándolo por la cintura- Eres un artista increíble-lo mire y nuestros ojos hicieron una pequeña conexión. En verdad odiaba pensar que era profesor  y no aprovechaba ese increíble talento-
-Gracias, Mónica, pero tú también eres una increíble artista, mejor que yo-solo negué, pero ya no hice comentario al respecto. No lograría nada-

Sr. Malik Where stories live. Discover now