Diecinueve (Rumores -5)

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—¿Vendrás a mi casa? —Pregunta el pelinegro y TaeHyung mordiera su labio inferior sin saber que hacer, le tenía miedo a los demonios, pero también a su madre.

—Yo fuera, pero el problema es mi mamá —Dijo con ojitos llorosos —No puedo mentirle, es malo para su corazón enojarse. Además, tengo que ir a trabajar... No puedo dejar a Noona sola cuando necesita tanta ayuda.

—Estas viendo que trataron de comerte en 2 ocasiones ¿Eso no te parece suficientemente preocupante como para salir así a la calle sin protección? —Cuestiona serio y TaeHyung guardara silencio viendo sus manos —No puedo estar todo el tiempo contigo, quiero saber que pasa y solucionarlo, mientras más tiempo pase más peligro corres, eres tu quien los atrae.

—¿Qué tal si voy con el al trabajo y tu hablas con su madre?—Pregunta una voz femenina llamando su atención, ambos voltearon encontrando a la vicepresidenta de brazos cruzados apoyado en el marco de la puerta.

—¿Qué? ¿Desde hace cuánto estás ahí?

—Acabo de llegar —Dijo acercándose a la mesa. Pero a un metro de distancia de TaeHyung, la pulsera de esta se reventó, pegándose a JungKook en la frente con una de sus cuentas —¿Qué rayos? —Se quejo acariciando el are en su muñeca enrojecida, eso dolió.

—Cada vez estas peor —Se quejo JungKook acariciando su frente adolorida, ese golpe dolió mucho.

—Lo siento.

—¿Qué fue eso? —Se quejo la chica.

—Es un poco complicado de explicar, pero no te acerque a el con algo que repela demonio, porque se romperán, quitándose su collar lo guardo en su bolsillo manteniendo su distancia.

—¿Tu también puedes ver almas? —Pregunta TaeHyung, ya que esta también traía de sus pulseras.

—No, solo siento su presencia, mis poderes espirituales no son tan fuertes como los de JungKook... —Negó.

—El tiene una fuerte presencia demoníaca en el —Dijo JungKook cruzándose de brazos —Y mientras más tiempo pasa, más grande se vuelve, tanto que me da escalofríos. Esa cosa es aterradora —Dijo y TaeHyung puchereara —Lo peor es que no se donde proviene, trate de rastréalo pero no hay nada, es como si no existiera en este plano.




(...)

Rascando su oreja con una de sus patitas, sintió una pequeña molestia de repente, como una picadura. Volviendo a ver su ratón se puso en guardia.

Mordiendo su ratón de peluche se dio vuelta pateando con sus patas traseras, le encantaba escucharlo chillar. Tan pronto escucho el sonido de su plato se levanto alerta. Con el ratón aún en la boca se lanzó del techo e ir a la cocina, su carne ya estaba lista.

—Jun..  —TaeHyung trató de llamarlo pero el pelinegro entró por la ventana, aún en su forma de gato bebe —¿No te es más difícil caminar con el ratón en la boca siendo tan pequeño? —Pregunta riendo viéndole subir a una silla y después a la mesa.

"Tal vez, pero así es como si tuviera más comida" Dijo dejando el ratón a un lado antes de comenzar a comer y TaeHyung le acariciara la espalda escuchándole ronronear.


(...)
Mientras esos dos hablaban, TaeHyung vio dentro de su chaqueta, aquella cosita seguía ahí escondiéndose, pero ninguno de esos dos le habían notado ya que su presencia lo opacada —Disculpen... Hay algo más de lo que quisiera pedir su ayuda... —Dijo llamando su atención.

—¿Qué pasa?

—A el también se lo quieren comer y no se que debo hacer, un niño que también murió me lo trajo y pidió que lo cuidara —Dijo sacando la bolita de luz blanca y mostrarlas, sosteniéndola sobre la palma de sus dos manos.

JungKook frunció el ceño viendo al nervioso niño que se volvió a esconder dentro de la chaqueta de TaeHyung. La presencia de TaeHyung le impedía poder percibirlo

—¿Qué cosa? —Pregunta la chica sin saber de que hablan. La presencia de TaeHyung le bloqueaba los sentidos a ambos.

—Puedo ayudarlo a cruzar, pero antes tiene que resolver los problemas que aún lo atan aquí —Dijo y buscar algo en su mochila, las clases extra habían terminado y eran cerca de las 10 de la noche, tenían que irse ya —Sacando una bonita cajita la abrió —Has que vengan aquí —Dijo y TaeHyung lo depositara dentro —¿Dónde esta el otro?

—Bueno... El dijo que ya se había corrompido, parecía un conejito con alas de murciélago —JungKook se quedó pensándolo un momento antes de cerrar la caja.

—Si aún tiene recuerdos y sentimientos quiere decir que aún se puede purificar, solo hay que encontrarlo —Dijo metiendo la caja con cuidado dentro de su mochila —Vamos, tu me ayudarás. Eres el único que puede verlo —TaeHyung le vio un momento a punto de negarse, pero el saber que ellos también estaban pasando por algo igual que el le hizo doler el pecho.

—Si... —Respondió con un nudo en la garganta.

—Entonces vamos —Dijo levantándose e ir hacia la puerta.

Sacando su teléfono del bolsillo TaeHyung le envió un mensaje a su vecina, avisándole que no podría llegar por un trabajo de la escuela, esta solía ser muy comprensible en ese aspecto. Por primera vez mentiría al respecto.

Al salir se asustó al ver aquellas cosas, aferrándose rápido al brazo de JungKook, andando pegado lo más que podía a aquel abrazo, JungKook solo lo dejo hacer mientras los demonios los seguían.

Cerrando la puerta del consejo estudiantil, aquella chica les observo mientras se iban, aún no comprendía del todo la situación, era muy confuso.


















(...)
La tarde pasaba con una total tranquilidad, eran cerca de las 2 de la tarde, recostado sobre el pecho de TaeHyung, JungKook recibía su ronda diaria de mimos, con un fuerte ronroneo resonando en la habitación, dándole una pequeña lamida en la mejilla, hizo reír a TaeHyung por lo áspero de su lengua.

—Te dije que no hagas eso —Dijo y el pelinegro lo volviera hacer, entre risas se quitó al pequeño minino.

"No logro calmarme" Se quejó "Solo me siento más ansioso, tal vez esto me calme"

—Deja la paranoia, no es como si algo me fuera a pasar estando aquí den... —Se interrumpió cuando un pentagrama apareció sobre su pecho, JungKook trató de levantarse pero solo desapareció desvaneciéndose en humo.

Fue tan rápido, TaeHyung ni siquiera pudo reaccionar, sentándose sobre la cama vio a su alrededor sorprendió, realmente desapareció. No lograba percibirlo.

—JungKook... —Le llamo, no importaba donde o que tan lejos este, JungKook siempre vendría a él al pronunciar su nombre, pero no obtuvo respuesta.

Dándose cuenta de que no conocía su símbolo de invocación se asustó, siempre han estado juntos así que nunca encontró el porqué aprenderlo, Yendo al libro lo busco entre las páginas.

::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora