::Adios::

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Mientras volvía por verrugas de inframundo, el omega paso de lejos el combate, HanSung se acerco observaba un poco consternado. Viendo en dirección al castillo. Desde hace un tiempo, los ángeles estaban en una guerra con los demonios, incluso habían ganado mucho territorio llegando casi al castillo. por lo genera son los demonios quienes los atacan. pero esta vez, fueron ellos quienes los invadieron el inframundo.


Pensando en JungKook el peligris se sintió inquieto, para que esos pacíficos seres comenzaran un conflicto algo tuvo que haber pasado para provocarlos. y lo único que les importa después de su diosa, es su amado hijo. ya ella jamás pudieron haberla tocado.


Convirtiéndose en un ave, voló hacia el castillo, paso siendo desapercibido por esa pequeña e inofensiva apariencia, entrando por una ventana se volvió un ratoncito, corriendo por el pasillo recorrió el lugar que ya conocía como la palma de su mano. Anteriormente cuando era esclavo, se dedicaba a limpiar cada rincón de este.


Escondiéndose de los demonios pasó por el salón siguiendo el aroma a sangre. Bajando todo el camino anduvo entre los calabozos, había un demonio en la entrada pero este ni siquiera le noto, entrando a la celda, encontró a aquel serafín pelinegro, con un aura negra burbujeando alrededor de su cuerpo. Le habían dado a tomar sangre de la reina del inframundo, así que su cuerpo estaba en proceso de transformarse.


Acurrucado en una esquina, el príncipe sufría aquel horrible dolor en silencio, al arrancarle las alas habían dañado un poco su espalda así que no podía caminar.


"JungKook..." Llamo al pelinegro, que apenas le miro con aquellos ojos que se volvían de un color rojo "Espera un momento, te sacaré de aquí" Dijo soltando las cadenas con magia, corriendo. El pequeño ratoncito fue a las demás celdas.


JungKook solo guardo silencio viendo un punto fijo en el suelo, ni siquiera podía moverse. La espalda le dolía horrores. Era un trago amargo que no pasaría fácilmente. Quería matarla. Hacerle lo mismo que le hizo.


Escuchando el ruido, volteo hacia la puerta, viendo a todo los demonios prisioneros que escaparon de sus celdas atacando al guardia, volviendo a la celda, HanSung se hizo un humano otra vez, cargando a JungKook en su hombro huyó corriendo de ahí.


La mayoría estaba peleando fuera con los ángeles que les atacaron. Así que no había casi nadie protegiendo el castillo, sabía que la revuelta podría distraerlos un poco.


Escuchando la queja de dolor de JungKook por su cuerpo maltratado, quiso ser más cuidadoso, pero en ese momento no tenía tiempo que perder. Estaba pagando su deuda, pero no iba a arriesgar su vida si todo se ponía demasiado peliagudo.


Saliendo por un balcón se tiró al techo y correr un par de metros notando que 5 demonios de los que sacó le venían siguiendo.


—¿Ustedes porque me siguen? —Se quejo molesto el omega.


—No se. No tenemos dónde ir —Respondió la demonio y HanSung suspirara molesto.


::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora