::Sesenta y ocho::

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Concentrándose en el hechizo, TaeHyung trato de purificar la pluma, pero esta se volvió polvo. Asustado apartó sus manos y ver el polvo, se supone que solo debería volverse blanca con el hechizo, no destruirse.

—¿Por qué no puedo? —Se quejó sintiéndose frustrado y estrenado, quería purificar a JungKook, no hacerle daño. Nunca nadie había intentado purificar un demonio. Y cuando se intenta la magia se vuelve inestable y violenta.

Suspirando, TaeHyung tomó un frasco y meter el polvo dentro de él. La magia había sido completamente exterminada, e incluso el objeto físico se pulverizó.

—Creí que necesitaba algún tipo de canalizador, para que la magia no se descontrole —Murmuro cerrando el frasco y obsérvelo, el polvo negro tenía alguna especie de brillos. Al estar quieto desprendía humo negro, aún mantiene la esencia de JungKook. Un sencillo hechizo como ese no es suficiente para purificarlo.

Dejando el francotirador a un lado, volvió a tomar su grimorio, abriéndolo paso las páginas hasta llegar a una página en blanco, tomando su pluma comenzó a rehacer el pentagrama.

Escuchando una hermosa voz, TaeHyung se detuvo, escuchando aquel canto. Dándole una sensación de melancolía que le estrujaba el corazón. Pero es cálido a la vez.

Volteando, vio hacia la puerta ¿De dónde venía esa voz? Cantando un dialecto angelical antiguo que no entiende ¿La diosa mando a alguien? No habían terminado su conversación debido a lo que pasó.

Levantándose, salió de la habitación y andar por el pasillo, esa voz le penetraba hasta los más profundo, erizándole piel. Es tan hermoso y gentil. Melancólica, pero a la vez llena de ternura que le daba ganas de llorar. Hacía temblar tus emociones.

Notando que la voz venía de su habitación. Se acercó a la puerta abierta, asomándose un poco, sintió su corazón tan acelerado dentro de su pecho.

Pero solo era JungKook, recostado sobre cama con el Gatito dormido en su pecho mientras le acariciaba suavemente. La cabeza, el pequeño ronroneaba mientras dormía. Con JungKook sumergido en sus pensamientos mientras cantaba. Pero al notar al omega en la puerta se calló.

—¿Qué sucede? —Pregunta haciendo que el gatito se despertara y se estirara un poco.

—Nunca te había escuchado cantar... —Murmuro, sintiéndose decepcionado de que allá parado.

—Nunca lo había hecho —Negó JungKook sin darle importancia, siguiendo con sus caricias en el gatito.

—¿Qué estabas cantando?

—Una canción que me solía cantar mi madre —Respondió volviendo a ver a TaeHyung —¿Mi voz es hermosa?

—Si, como la voz de un ángel.

—Soy un ángel —Respondió JungKook con una sonrisa burlona, volviendo a bajar la mirada acaricio al gato.

Fue entonces que TaeHyung se dio cuenta de algo… Había tratado de purificarlo como a un demonio. Pero JungKook también es un ángel, comparte sangre con la diosa. Tenía que hacer uno especialmente para él pero no se sabía mucho acerca de los ángeles, ni hay informa.

—JungKook ¿Sabes como purificar un ángel? —Pregunta TaeHyung entrando a la habitación.

—Los Ángeles corrompidos no se purifican, se matan —Respondió JungKook.

—¿Nunca intentaron purificar uno? —Pregunta y JungKook negará.

—Cuando un ángel se corrompe, es porque ha pecado por tentaciones y una vez, corrompidos, se vuelven títeres de mi tía...

::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora