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Enseguida me hizo sentar a la mesa de la cocina y empezó a sacar de la heladera infinidad de platos de comida envueltos en papel celofán.

-Hemos celebrado la cena de Nochebuena mientras Taehyung estaba en el trabajo, pero he preparado muchas cosas, ¡Un montón! ¡A comer!

En efecto, había mucha comida: pavo y puré de papas, salsa para la carne, relleno... No faltaba nada. La madre de Taehyung sacó todo, insistió en servirme un plato abundante y me puso una taza de caldo caliente con fideos de acompañamiento. Dadas las circunstancias, yo tenía hambre, tal vez no hubiera estado tan hambriento en toda mi vida.

Taehyung reapareció por la puerta. Como yo, llevaba una ropa muy cálida. Un pijama con botones de franela y un pulóver de punto que había encogido. No sé... quizá fuera la sensación de gratitud, la felicidad que sentía por seguir vivo o el hecho de que ya no llevara una bolsa en la cabeza...

Pero me pareció que estaba súper atractivo. Y cualquier cosa de él que antes me hubiera molestado había desaparecido.

-¿Te encargarás de preparar todo para que Seok se quede a dormir?-preguntó su madre-. Acuérdate de apagar las luces del árbol para que no lo despierten.

-Lo siento... -me disculpé. En ese momento fui consciente de que me había colado en sus vidas justo en Navidad.

-¡No te disculpes! ¡Me alegro de que hayas tenido el buen juicio de venir! Nosotros te cuidaremos. Asegúrate de que tiene mantas suficientes, Taehyung.

-Tendrá mantas -le aseguró él.

-Ahora necesitará una. Míralo. Está helado. Y tú también. Ven a sentarte.

Salió disparada hacia el comedor. Taehyung enarcó las cejas, como diciendo: «Paciencia. Hay para rato».

Su madre regresó con dos mantas de polar. A mí me envolvió con un rojo. Me fajó con ella, como si fuera un recién nacido, de forma tan ajustada que me costaba mover los brazos.

-Necesitas más chocolate caliente -señaló-. ¿O té? Tenemos de todas clases.

-Ya me encargo yo, mamá -dijo Taehyung.

-¿Más sopa? Tómate la sopa. Es casera. Además, la sopa de pollo es como penicilina natural. Después del frío que han pasado los dos...

-Ya me encargo yo, mamá.

La señora Kim me sacó la taza de sopa medio vacía, volvió a llenarla hasta arriba y la metió en el microondas.

-Asegúrate de decirle dónde está todo, Taehyung. Si necesitas algo durante la noche, lo agarras. Siéntete como en tu casa. Ahora eres una de los nuestros, Seok.

Agradecía su hospitalidad, aunque me pareció una forma un tanto curiosa de expresarla.







Yo cada que voy a visitar a mi abuelita :')

EL EXPRESO DE HOSEOK • VhopeWhere stories live. Discover now