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impresionante currículum –dijo él, aunque no parecía para nada impresionado –. Pero ¿Cómo es?

¡Oh, Dios mío! Habíamos entrado en un círculo.

–Es como... como acabo de decirte.

–Tiene mucha personalidad. ¿Es poeta en la intimidad o algo así? ¿Baila en su habitación cuando cree que nadie lo mira? ¿Es divertido como tú? ¿Cómo es en escencia?

Estaba seguro de que Taehyung intentaba atormentarme el pelo con aquello de la «escencia». Aunque algo de lo que había dicho me había gustado, lo de si Jungkook era divertido, como yo. Eso había estado bien.

La respuesta era que no. Jungkook era muchas cosas, pero para nada divertido. En términos generales, se divertía mucho conmigo, aunque, como ya sabrían a esta altura, a veces me resulta muy difícil permanecer callado.

En esas ocasiones, él ponía cara de cansancio.

–Intenso –dije–. En escencia es intenso.

–¿Intenso en plan positivo?

–¿Saldría con él si no fuera así? ¿Falta mucho?

Taehyung por fin captó el mensaje y cerró el picó. Seguimos caminando en silencio hasta que llegamos a un espacio vacío, solo con un par de árboles. A lo lejos, en lo alto de una cuesta, había más casas. Vislumbré el brillo lejano de unas luces de Navidad.

La nieve caía con tanta fuerza que todo se veía borroso. La lluvia de copos me habría parecido bonita de no haber sido porque se clavaban como agujas en la piel. Tenía las manos tan congeladas que habían sobrepasado el límite de frío y las notaba casi calientes. Las piernas no iban sostenerme mucho más.

Taehyung alegó un brazo y me obligó a parar.

–Verás –dijo–. Tengo que explicarte algo. Vamos a cruzar un pequeño riachuelo. Está congelado. Antes he visto a gente patinando por la superficie.

–¿Que profundidad tiene?

–No es muy profundo. Un metro y medio, más o menos.

–¿Dónde está?

–En algún punto justo delante de nosotros –dijo.

Miré hacia el horizonte, totalmente teñido de blanco. En algún punto había una pequeña cuenca de agua, oculta bajo la nieve.

–Podemos retroceder –sugirió.

–¿Tú ibas a ir por ese camino sí o
sí? –le pregunté.

–Sí, pero no tienes que demostrar nada.

–Ya lo sé –respondí intentado parecer más seguro de lo que me sentía–. Entonces ¿Seguimos caminando y ya está?

–Ese es el plan.

Y eso fue lo que hicimos. Supimos que habíamos llegado al riachuelo cuando la capa de nieve se hizo más fina. Notamos que la superficie se volvía resbaladiza en comparación con la solidez y la resistencia que habíamos percibido hasta entonces al pisar el suelo.

Fue el momento en que Taehyung decidió retomar la conversación.

–Esos tipos de la Waffle House tienen mucha suerte. Están a punto de pasar la mejor noche de su vida –dijo.

Percibí cierta provocación en su tono, como si quisiera picarme. Yo no debería haber mordido el anzuelo, pero sí lo hice, por supuesto.

–¡Dios! –exclamé–. ¿Por qué los tipos son tan simples?

También sé que soy un chico pero me refiero a "esos" tipos.

–¿En qué sentido? –preguntó y me miró de soslayo, siguiendo con su jueguito.

–Has dicho que tienen mucha suerte.

–Por que están atrapados en una cafetería con una docena de animadoras, ¿Eso no es tener suerte?

–¿A qué viene esa fantasía tan arrogante? –solté, con más brusquedad de lo que pretendía–. Por ser los únicos machos ahí ellas no se les tirarán encima.

–¿No es eso lo que suele ocurrir? –preguntó.

No me molesté en dignificar su comentario con una respuesta.

–Pero, ¿Qué problema hay con la animadoras? –preguntó, y parecía encantado de haber logrado provocarme–. Yo no digo que solo me gusten las animadoras. Lo que digo es que no tengo prejuicios contra ellas.

–No se trata de tener prejuicios –repliqué con firmeza.

–Ah, ¿No? Entonces ¿De qué se trata?

–Es por lo que representan las animadoras –afirmé–. Son esas chicas situadas en la banda, con sus minifaldas, diciendo a los chicos que son geniales. Elegidas solo porque son lindas.

–No sé... –dijo él en plan burlón–. Juzgar a grupos de personas a las que no conoces, dar cosas por supuestas, hablar sobre si son lindas o no...
A mí sí me parece una cuestión de prejuicios, pero...

–¡Yo no tengo prejuicios! –protesté, incapaz de controlar mi reacción airada.



EL EXPRESO DE HOSEOK • VhopeTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang