Capitulo IX. La furia nocturna

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6 años atrás
Isla de Berk
La furia nocturna

Todo en Berk pareciera ir tal cuál como los demás días a pesar de su nueva invitada en aquella isla. Los hombres sabios del lugar, sabían con exactitud de quién se trataba aquella chica del cabello color fuego, pero era mejor no mencionarlo. Todos se encontraban atraídos por una gran curiosidad sobre aquella jóven con tez clara y con una alegría constante en su rostro que había llegado de la nada a sus vidas.

Sin dudar, sí Mérida podía ayudar en algo, lo hacía. Le era divertido cargar leña, agua o incluso acompañar a ciertos vikingos a su llegada con pescado fresco recién capturado listo para ser comido. Nunca imaginó que podría llegar a hacer estás cosas en su vida como princesa, lo único que se tenía permitido en el reino, sin que nadie la estuviese vigilando, era la arquería. Todos los días en Berk era una nueva aventura para la chica, aunque para el castaño seguía siendo lo mismo.

Claro que ciertos jóvenes vikingos de la academia le preguntaban a cerca de ella y la razón por la cual se alojaba en su hogar. Al principio pensaban que seguramente se trataba de un compromiso entre ambos, dónde sería una razón obvia por la cual vivieran juntos. Pero al escuchar aquello, el castaño, solo hacia brotar un sonrojo en sus mejillas y responder con múltiples no al aire y salir enojado del lugar. Al recibir la respuesta de que la hermosa chica se encontraba soltera, varios cortejos de parte de un pelinegro se hacía escuchar todos los días para la pelirroja, que solo ignoraba.

Durante este tiempo, Hiccup y Merida no habían entablado una conversación de más de cinco oraciones. De algún modo, el castaño se ponía nervioso con ella haciendo que se retirará del lugar con distintas excusas dejando a la chica. No era secreto que el castaño era algo tímido, demasiado tímido en realidad, y a la prescensia de una princesa ¿cómo se supone que debería actuar?, siendo así que comenzará a decir palabras absurdas y sin sentido haciendo reír a la chica. En ocasiones, escuchaba a su padre y a la pelirroja en la sala principal, dónde le contaba sus historias combatiendo dragones y cómo le habían otorgado aquel nombre "Stoiko el Bastó"; la pelirroja solo lo miraba asombrada a cada una de sus palabras mientras el hombre exageraba en cada una de ellas.

En las comidas, Merida no cenaba en el salón principal con todos los demás, normalmente se llevaba lo suyo al hogar para comer sola en su habitación. Hiccup lo entendía, de alguna forma desearía poder hacer lo mismo y no pasar la vergüenza de tomar asiento en aquellas mesas enormes con nadie más que él. Pero después de aquella noche, cambiaría aquello.

El día había sido agotador para Hiccup, Bocón necesitaba su ayuda en la herrería, en todo momento se encontraba reparando varias armas para la próxima batalla en el nido de los dragones; así que trabajo hasta tarde. Lo único que deseaba era poder descansar en su cama y dormir hasta mañana. Al llegar, notó a la pelirroja en la entrada sentada mientras miraba al techo, pero al darse cuenta de la prescensia del chico, se acomodó al verlo y se dedicó a otorgarle una sonrisa.

-Oh Hiccup, llegaste ¿cómo te fue hoy con Bocón?

Aunque fueron pocas sus pláticas, Mérida sabía lo básico de aquel chico; le ayudaba a Bocón en la herrería, por alguna extraña razón no se encontraba en la escuela de dragones como los demás chicos y la mayor parte de su tiempo se encerraba en su habitación. Nada interesante, pero intentaba que su prescensia se volviera más incómoda para el castaño.

-Estuvo bien, eso creo

Dijo para sonreírle y ambos quedarán en un silencio. Era algo incómodo, no sabían con exactitud las palabras que deberían hablar el uno con el otro. Desde la perspectiva de Hiccup; Merida era una chica feliz y alegre que le simpatizaba a todos, aunque no la conocían con exactitud. Aunque no quería juzgarla tan temprano como varios lo hacen con él. De la nada, un estruendo sacudió el lugar y gritos de vikingos se escucharán en todos lados.

Mericcup: Love In AshesWhere stories live. Discover now