Capítulo XIX. Caminar sobre nubes

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6 años atrás
Isla de Berk
Caminar sobre nubes

-¿Listo muchacho? -preguntó el castaño.

Estos últimos días los tres habían puesto de su parte para aquel día. Poder volar. Claro que era algo casi imposible, bueno, imposible realmente. Nunca se había visto un vikingo o a una princesa volando en el regazo de algún dragón, pero hoy era el día; harían lo imposible.

-Yo voy con ustedes chicos. -dijo la princesa acercándose a ello mientras se colocaba una de las cuerdas de seguridad en la cintura.

-¿Qué? No -mencionó el castaño-. Ni de broma. Mi papá me mataría si se enterará que te lance a un principio y en especial arriba de un dragón. De ninguna manera. -se quejó con los brazos cruzados mientras negaba con la cabeza.

-Por favor Hiccup -dijo riendo la pelirroja mientras ponía sus dedos en la frente del chico para empujarlo-. No eres capaz de decirle a tu padre que tienes un dragón de mascota, ahora mucho menos podrías decirle que saltamos de un acantilado -se sentó en una piedra alta con obviedad-. Además ¿qué podría salir mal?

La respuesta era: todo. Minutos después de aquella plática se encontraban en un constante grito ambos chicos y dragón mientras caían directamente al agua. Ninguno hubiera imaginado que en el momento, la hoja que Hiccup siempre llevaba consigo para poder manejar los movimientos de la cola del dragó, saldrían volando y se encontrarán yendo directo en picada a su final.

Era gracioso la situación en la que se encontraban, irónica más que nada. Ambos chicos se reían del destino minutos antes y ahora sus gritos sordecedores se hacían escuchar por toda aquella zona.

En la cabeza del castaño solo veía pasar su corta vida frente a él, era aburrida realmente. Pero nunca pensó morir así, pensaba que tal vez algún dragón devoraría lo que queda de su cuerpo después de tener varias extremidades reemplazadas por ganchos o pedazos de metal, tal como su amigo Bocón. La princesa también lo hacía; pensaba que su vida acabaría en su cama en la madrugada después de varios años de reinado o tal vez que el famoso oso Mord'u la devoraría y sería recordada como "Merida, la princesa valiente"; ese era un mejor final que morir en esta situación en la que se encontraban.

Antes de volar, el trío se encontraba bien sujeto con el otro para que ninguno saliera lastimado, pero ahora morirían todos juntos. Claro que ninguno recordó las fuertes brisas y que se verían afectados en el momento de su vuelo.

El castaño debía de pensar, y debía hacerlo rápido. Quedó en shock por pocos segundos, parecieron horas más bien. Rápidamente, reaccionó y decidió dar por fin el momento de volar. De un momento a otro, se encontraban esquivando piedras enormes sobresalientes del mar.

Al abrir los ojos, la princesa se dió cuenta que ambos se encontraban volando con las nubes, era hermoso. Era como caminar entre un valle de algodón, solo que al momento de querer tocarlo pareciera que desaparecían, magia. Ninguno de los chicos podía explicar las sensaciones que sentían en este momento.

De un momento a otro, el castaño se dió cuenta de las manos de la princesa en su cuerpo. Seguramente al momento de caer en picada, no percató como la chica enrrollaba sus manos en la cintura del chico con fuerza, pero en ningún momento las quitó. Sentía como su rostro se tornaban caliente y seguramente estaba del color del cabello de la chica, o tal vez más rojo. Daba gracias que la pelirroja no podía verlo, aunque el dragón alzo su mirada y se percató, dándole una sonrisa coqueta sin dientes para que el castaño lo ignorara.

-Hiccup... esto es tan...

La pelirroja no podía formular alguna palabra, destello de estrellas provenían de sus ojos de prescenciar algo tan hermoso como esto. Sin apartar una mano de la cintura del chico, alzo una de ellas para poder tocar las suaves nubes mientras su corazón bombeaba a mil por hora y reía.

Mericcup: Love In AshesNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ