MIKKEL © [Completa✔️]

MIKKEL 02

Capitulo 21 "El juego..."

El siguiente juego es crucial para nosotros, no puedo ni pensar en que vamos a perder. Con los nuevos integrantes, sustituyendo a los viejos lesionados, todo este equipo está en una cuerda floja. Ya ha pasado un mes y medio desde el inicio del torneo

Ahora mismo aunque quisiera estar con una chica, no tengo tiempo que perder.

Mi mente, aunque debiera estar centrada en los juegos, solo piensa en algo. Y ese algo no me sirve ahora mismo.

— Hey, capitán —Kaden me interrumpe.

— ¿Qué? —Respondo de mal humor.

— ¿Sabes que pasó con Elisa?

— ¿Sobre qué o qué? —Respondo realmente confundido.

¿TUVO UN ACCIDENTE? ¿Está enferma?

— Es que no ha ido a entrenar, el siguiente juego que tienen no estará ella, acabo de ver la lista —me explica Kaden.

— Que diablos, Kaden...

— Pensé que a lo mejor sabías algo. Ahora entiendo que realmente no son nada —añade lo último haciendo que me enoje. 

— Solo somos amigos, Kaden. Llámale si te tiene tan preocupado —respondo y sigo mi camino a los vestidores.

Ahora mismo mi mente está concentrada en tres cosas.

1. Seguir entrenando.
2. Ganar los siguientes partidos.
3. Llamarle a mi capitana.

Desde la última vez que la vi, ha pasado solo tres días, estaba bien. La deje muy bien y con una gran sonrisa.

Llegando a los vestidores, tomo una ducha. Donde mis pensamientos hacen que pierda el tiempo, ya que cuando me doy cuenta, ya no hay nadie del equipo.

Me pongo una toalla a las caderas, camino al casillero. Donde saco mi teléfono, me siento en un banco.

Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Buzón de voz, su llamada será...

— Mierda —cuelgo.

Vuelvo a llamar. Un tono, dos tonos.

— Mierda capitana, que te cuesta tomar una puta llamada...

Termino por dejar de llamar, para poder vestirme. Salgo de los vestidores y camino en dirección a mi camioneta. Cuando subo, veo salir a las chicas del equipo de vóleibol, pero ninguna es Elisa.

Anteriormente, ya había visto a la capitana del equipo de vóleibol, yo casi siempre estaba fumando, cuando ella pasaba por aquí centrada en su teléfono.

Nunca pensé que esa chica me daría una de las mejores folladas de mi puta vida.

Tan dulce que se ve...

(...)

Toc Toc Toc.

No sé qué mierda estoy haciendo yo ahora aquí. Si ella me quisiera hablar, ya lo hubiera hecho. ¿Por qué estoy aquí?

— ¡Elisa, abre la puta puerta! —grito.

Toc Toc Toc.

La puerta se abre, una sonrisa falsa aparece en el rostro angelical de esta mujer.

— ¿Qué pasa, Mikkel Astor? —me pregunta— ¿Qué te trae por aquí?

Elisa siempre luce muy bien, se puede describir como la simple palabra de felicidad, pero ahora no la veo.

Y no porque esté totalmente desalineada, si no su mirada no es la misma.

— Joder, ahora al parecer soy tu niñero, todo mundo me pregunta por ti.

— ¿Por qué? —me responde.

— Nadie te ha visto, no estás en la lista para el siguiente partido, no respondes las putas llamadas... No se si lo dije, pero no respondes las putas llamadas, Elisa.

— ¿Y por eso estás aquí?

— Haces que pierda la paciencia.

Elisa intenta cerrar la puerta, pero no la dejo. Ella se va, camina al sofá, donde se deja caer.

-— Qué te ocurre?

— Estoy en un jodido hoyo existencial, donde el único que me podía ayudar es mi ex, no quiero llamarlo —me dice.

— Teniendo mi numero en tu agenda piensas en llamar a Hunter? —termino preguntando muy ofendido.

— No me entiendes, Mikkel...

— Pues explícate

— No voy a los entrenamientos porque la entrenadora tiene una Estrategia. No jugaré en el siguiente partido, hasta las semifinales o final. Ya que soy la pieza clave, según la entrenadora los Equipos que siempre llegan a la final son los mismo, estudian al oponente, pero al no estudiarme a mi, podríamos tener oportunidad —me explica.

—Suena bien, supongo —Respondo y me siento a su lado.

— A las clases no asisto porque ya sabes, tenemos preferencias. Además de asesorías personales, me toca a mi este sábado. —finaliza— Y Pues, estos me... Siento mal, no sé cómo explicarlo, pero solo Hunter me ayudaba a salir de este hoyo, ahora no lo tengo.

— ¿Te puedo ayudar? Dime que hacer, capitana.

Elisa ríe y se sonroja.

— Sexo.

— Capitana no estoy de broma 

— No bromeo, me gusta, me hace sentir mejor.

Por alguna razón sé que puedo tener sexo con Elisa, pero por otro lado no me siento bien. O sea, siento que es igual que los imbéciles que se aprovechan de alguien estando ebria.

— No me creo lo que diré —susurro— No puedo ayudarte.

— ¿En serio me estás rechazando? —se ofende— Solo por eso te deje pasar —bufa

— Elisa, de verdad que eres muy buena en la cama, pero no puedo aprovecharme de esta situación. Ven a mi cuando tengas ganas y te follaré como una bestia. Ven a mi buscando a un amigo y seré ese amigo que necesitas.

Elisa me mira, sus ojos se ven más brillosos. ¿Va a llorar? ¿Qué hago? 

¿Que dije?

— Eres un tonto —sonríe pero comienza a llorar. 

¿Se puede llorar de felicidad o si dije algo malo? Mierda. No sé que hacer.