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ELISA 34

Capitulo 51 "Siento que respiro..."

El profesor de mi última clase parece disfrutar de los últimos minutos de cada clase, siento que estamos en una competencia o es que ya me hice competitiva después de todo lo que hice. El examen de último momento me hace sentir bien, porque me sé todo lo que viene. 

— Señorita Strauss —me dice el Doctor Morgana observando mi examen— Usted fue hecha para este hermoso arte que es la geología. Porque es lo que es, la felicito por su excelente desarrollo.

— Muchas gracias Doctor. 

Louis deja su examen con una sonrisa tímida— Ha mejorado mucho usted también, señorita Holits. 

— Gracias —responde con una sonrisa más marcada— Fue gracias a toda la atención puesta en las hermosas clases que usted da a las siete de la madrugada. 

Al salir del aula dejo salir una risa sonora. Louis me mira, para después hacer lo mismo que yo. 

— Estás loca —me rio— El doctor te va a poner un cero con esa broma. 

— El doc me quiere —se encoge de hombros— ¿A qué hora paso por ti? 

— ¿Para qué? —caminamos a la salida, esta era nuestra última clase. 

— Si, para qué? —se nos une Lenko, pasando sus brazos por los hombros de Louis y los míos. Caminando entre nosotras. 

— Iremos al torneo que harán aquí en el campus, te apuntas? —responde Louis. 

— Si, me encantaría, si no te molesta princesa, claro —me mira— ¿Puedo ir? 

Lenko es un chico alto, no tan alto como cierta persona. Pero es muy amable y atractivo, me recuerda a como era Hunter, tiene como esa aura. Aunque en lo que llevamos de este año jamás le he visto con una chica. 

— Claro, la entrada es libre para todos... 

(...)

— ¿A donde vas? —la pantalla se ilumina con una Violeta sudada y visiblemente cansada. 

— Dame la gran noticia de que este año si entraron a las nacionales —dejo lo que hago y me acerco a la pantalla. 

Pone cara triste —Hice mi mayor esfuerzo... ¡Y lo logramos! 

Aplaudo— ¡Sabía que lo lograrían! ¿Quién mas lo logró?

— La mala racha se ha ido, la mayoría entramos ahora si. Esperemos impresionar a todos en este año. 

— Lo van a lograr, Vio. —me levanto de nuevo y sigo viendo la ropa. 

— ¿Vas a salir? —pregunta Vio— ¿Quién es el afortunado, amiga? 

— No es un chico —aclaro— Una amiga me insistió en ir a un torneo que celebrarán en el campus, me dio pena no aceptar, ella me ha insistido mucho para salir. 

— Debes salir, eso te hace muy bien —me sonríe con emoción— Has crecido tanto, siento que tuve un bebé y que está a punto de graduarse cada que te veo.

Me rio—¿Eso me hacer sentir mejor? Por cierto... 

— El está bien —responde Vio— Está dando sus últimos partidos, no creo que juegue en esta nacional, pero llevo al equipo a dos victorias nacionales, creo que su carrera va en debut. 

— Eso es genial, me alegra que le vaya bien. 

— ¿No han hablado después de confesarse que ambos están locos por el otro? —pregunta impresionada— Ambos están locos. 

— Me da miedo, supongo. Me tiembla la voz cada que veo su nombre en mi celular. 

— Ese te queda bien —me dice mi amiga cambiando de tema— Con unas botas se te van a ver genial. Todo te genial a ti, reina. 

Mis ojos se ponen vidriosos— Supongo que si —sonrío. 

Después de hablar un poco más con mi amiga, empecé a arreglarme para la pequeña salida que tenía en una hora. Violeta me ayudó a escoger algo de ropa, unos pantalones de tiro alto color blanco hueso, un suéter cuello de tortuga de un blanco más claro. Como es al aire libre me pondré por encima un abrigo corto color camel claro. 

Arreglarme un poco mas de lo que suelo hacer me subió el animo, pues esperé a Louis con ilusión en la entrada de mi casa, cuando llegó salí emocionada como una chica a la que le acaban de dar permiso de llegar después de las diez a casa. 

— Luces demasiado guapa hoy, quieres impresionar a los americanos? —me pregunta Louis. 

— Opino lo mismo, luces muy guapa hoy —Apoya Lenko. 

— Los americanos están acostumbrados a mi, lo novedoso serán ustedes dos. 

— ¿Por qué yo? —pregunta Lenko— ¿Es un partido de hombres, no? 

— Existes los gays, cariño —le responde Louis— pero no te preocupes, no te dejaré a ninguno. Quiero que me rompan el corazón hoy. 

Me rio ante el optimismo de mi amiga. Está jodidamente loca. Me encanta, es una combinación de Jennifer con Violeta... 

Hace frío, pero no tanto como otros días. El sol está hoy lindo, no se ha escondido entre las nubes. 

— Que me he puesto nerviosa —dice Louis al bajarse del auto— Siento que mi corazón bombea más rápido, estoy dispuesta a quedarme con dos bellos americanos hoy. 

— Los americanos no son todo —dice Lenko— ¿Verdad, princesa? 

— A veces. 

Lenko pasa su mano por mi hombro, esa acción no me incomoda, pero no me gusta. Pero cuando se nos une Louis, me hace sentir mejor. 

— O no, mejor suéltame —se quita— Si piensan que estoy contigo, pensarán que estamos en una relación poliamorosa, debo parecer soltera. 

— A los americanos no les importa eso, nena —una voz varonil se une a nuestra plática. Un hombre alto, con brazos bastantes formados, tatuajes asomándose por sus chaquetas, su pelo negro rebelde con unos ojos azules— Solemos robarnos a la mujer que nos guste —me mira— Aún cuando ya tienen novio, una noche de diversión no se le niega a nadie. 

Lenko me aprieta la mano, en un apto de protegerme, creo. 

El chico sigue caminando, trae su bolso. Reconozco a esta clase de sujetos, tienen la misma aura que el capitán loco. 

— Que caliente —sisea Louis. 

— Fue un idiota, viste como la miro? —dice molesto Lenko. 

— ¡Bienvenidos al juego amistoso de futbol americano! —avisan por el altavoz— ¡Empezamos!

Mi corazón se acelera con solo esa mención.