MIKKEL © [Completa✔️]

ELISA 32

Capitulo 49 "Es un adiós..."

Soundtrack: Sin bandera - suelta mi mano

El beso se siente con sabor amargo y triste. Aún así no se detiene, sus brazos me rodean con fuerza, sé lo que está haciendo, pero yo no cambiaré mi decisión, no quiero estar aquí. Me duele estar en esta ciudad que solo me ha dado la espalda. A pesar de que nunca hice nada malo, a pesar de todo. 

Es como si supiéramos que todo esto es una pequeña y última despedida, me duele mucho tener que hacer esto, todos lo sentimientos que se encuentran conmigo en este momento son incontables. 

Siempre encontré la manera de seguir, ahora siento que esto es algo que debo hacer para sanar. Entiendo que tal vez no le guste, pero es por mi y quizá... después... 

Lágrimas salen de mi rostro porque se que Astor desea otra cosa para mi, sus labios se sienten calientes, me separo de él por la falta de aire. 

Su mirada es igual que esa vez que le robé ese primer beso, nadie hubiese pensado que seguirían muchos otros más. Me intimida, pero le devuelvo la mirada mas dulce que tengo, sé que después de todo... es su debilidad. 

— ¿Qué sucede? —pregunta alarmado por mis lágrimas. 

— Estoy bien. Estoy feliz de haberte conocido, estoy feliz de que estés enamorado de mi ahora...

— Nunca dije eso, pero lo acepto —sonríe vagamente— Eres mi capitana, después de todo. 

Me río, esto es más difícil de lo que pensé. — Quiero estudiar algo que me gusta, quiero irme de aquí y jamás volver. Empezar de nuevo sin reglas de una madre obsesionada o un ex novio que parece seguirme a todos lados —bromeo— quiero hacerlo por mi paz mental, emocional y física. 

— Yo jamás te pedirías que te quedes en un lugar donde vas a sufrir —toma mi mano— no esperes que sea yo la persona que te obligue a quedarte, Elisa. 

— Sé que no lo harás, aunque lo hicieras no lo haría. 

— Estoy de acuerdo con lo que sea que decidas, aunque yo piense otra cosa. Estoy de acuerdo con todo... menos con que me dejes después de saber que estás tan locamente enamorada de mi como yo de ti. 

Mi pecho se contrae, las emociones que siento son tan confusas. Tristeza, enojo, felicidad, miedo, desesperación y amor. 

» Sin embargo, cada uno de nosotros tenemos sueños por lo cuales luchar y cumplir. ¿No? 

— Tienes toda la razón, Astor. Todo es un proceso, todo pasa. Disfruté tu compañía estos meses, en serio que lo hice —las lagrimas vuelven a atacarme— Recuerda que todo lo que pasó no fue tu culpa, no lo fue. 

Astor desvía la mirada un poco, lo cual hace que mi corazón se apriete. » Mírame —ordeno. 

Astor me mira de inmediato, sus ojos están rojos... Mi corazón se siente roto ahora, el no debe sentirse culpable por lo que pasó. El siempre me ayudó desde un inicio, el no debe de sentirse culpable. 

La culpabilidad mata. La culpabilidad obsesiona. La culpabilidad acaba. 

» Mikkel Astor —lo tomo del mentón obligando a que me mire— Tu culpa no radica en lo que me sucedió a mi, lo único de lo que eres culpable es de enamorarme sin darme cuenta de eso. Arrasaste conmigo en poco tiempo, me hiciste conocer nuevas formas de pensar, me hiciste pasar mis días con un poco de diversión por tus comentarios... El tiempo pasaba más rápido que nunca, me hiciste aumentar de peso —bromeo— aprendí muchas cosas nuevas de ti, nunca me imaginé que me gustaría una persona con cara de agresivo... 

— Maldición no me digas todo esto y esperes que te deje ir como si nada, Elisa. Yo no sabía que me gustaban las barbies como tú hasta que me robaste ese beso —ahora me obliga a mirarle— Desde ese momento no abandonaste ni un solo segundo mi mente, te apoderaste de ella como si siempre supiste que fue tuya, me acabaste con esa mirada, me remataste con tu personalidad y me enterraste con tu cuerpo. 

— Me diste los mejores momentos de mi último año... me duele dejarte...

— Quédate si quieres hacerlo, vete si quieres hacerlo, pero déjame estar contigo sea la decisión que tomes. 

— ...

¿Somos amigos? desde el fondo de mi corazón no tengo la menor idea, pero mi corazón parece otro cuando estoy cerca de Mikkel Astor. Hay una cosa que no le he dicho y no le diré, espero llevarme esas palabras conmigo hasta el otro lado del mundo. 

Siempre estuvo conmigo cuando lo necesité, sus bromas y su picardía me hizo caer en una red de la cual nunca hubo salida, hasta ahora lo veo, porque no me di cuenta antes. O no quise darme cuenta. 

Estaba en negación. 

Te amo, Mikkel Astor.