MIKKEL © [Completa✔️]

ELISA 31

Capitulo 48 "Te quiero..."

Soundtrack: Carla Morrison - Devuélvete

Siento formarse un nudo en mi garganta. Me siento más sensible que nunca, mi estomago se siente realmente mal. Sus brazos se tensan cuando lo miro por mas segundos, su mirada sigue siendo pesada como siempre. 

Que pesado es. No es para nada mi tipo, me está mirando como si me fuera a matar, pero... pero me gusta. 

— Quería un poco de tiempo a solas —le digo. 

— Y por eso no me he acercado a ti, hasta ahora. 

Me alejo de él, el mira la maleta en el suelo, luego mi ropa en la cama, para terminar de verme a mi. No es muy difícil entender lo que estoy haciendo, Astor lo entiende rápidamente. 

— ¿Qué es esto, Elisa?

Mira a la cama, luego a mi. El nudo en mi garganta crece más. El nudo en mi estomago. Siento que lo estoy dejando. No es así. No es así.  

— Me voy —es lo único que puedo decir— Me voy. 

— ¿Te vas? ¿Por cuánto tiempo? —se ve que intenta mantener la serenidad. Me mira esperando una respuesta. 

Trago. 

— Mis... mis planes son no volver. No quiero estar en esta ciudad. No quiero seguir en el equipo de voleibol, no quiero seguir fingiendo que es lo que me gusta. No quiero ver a mi madre. No quiero pensar que las personas que se me queden viendo en la calle ya me hayan visto desnuda. 

— ¿Solo así? ¿No vas a pelear por demostrar que no fue así? —me pregunta buscando algo— Tú eres fuerte, tú... me tienes a mi, estaré a tú lado. Quien te falte el respeto no vivirá con todos sus dientes el resto de sus vidas, solo porque lo otro que pienso hacerles es ilegal. Pero juro que voy a protegerte de todos, no volveré a dejar que te pase nada. 

— Astor, esto no fue tú culpa. No fue tú culpa —le repito. 

— Yo estaba contigo esa noche. 

— Mis padres también, no es culpa tuya. No es culpa de mis padres. No es culpa mía. No pienses eso. 

— Voy a protegerte, por favor lucha por esto. 

— La hermana menor de una de mis amigas, una niña menor de doce años. Acusó a su padrastro de violación, sabes cómo terminó? —el niega— Le preguntaron a la niña si ella no había insinuado algo indebido al señor de cuarenta años. ¡Una niña! ¿Quieres saber que me dirán a mi? ¡Joder no me voy a desgastar para que terminen diciéndome que soy una cualquiera o que si no recuerdo o no estaba consiente de ello jamás pasó!

— ¿Estás segura? 

— Si. 

— No quiero que esto se quede sin castigo. Alguien te ha lastimado, alguien debe pagar por eso. Y si no lo hace nadie de forma legal, lo siento. Pues era la única forma que el responsable saliera vivo de esto. 

— ¿De qué hablas? 

— No dejaré que sigas tu vida con alguien que te quiere lastimar. No dejaré que se vuelvan a burlar de mi, no dejaré que nadie te toqué sin consentimiento de nuevo. Jamás.

— Mikkel...

Mikkel Astor no me mira. Puedo ver que se está conteniendo para decir muchas cosas, pues se ha tensado muchísimo. Entonces miro sus manos, veo que tiene algunos cortes. 

» ¿Qué te ha pasado? ¿Has peleado?

— No es nada —se aleja de mi— Comprendo lo que dices, pero no te entiendo. Aún así, si te quieres ir, está bien, no voy a detenerte. Después de todo no somos nada. —suelta enojado— No somos nada, no me debes ni una explicación. 

La primera vez que escuché su nombre venía acompañado de palabras como orgulloso, mal hablado, letal y peligroso. El nunca fue así por mi, hasta ahora lo veo. 

— Está bien —duele admitir eso. Después de todo, no comprendo la relación que tengo con este hombre. 

Desde un inicio debí alejarme de él. Yo fuí la que se metió con el después de todo, nos hicimos amigos. No me negué a nada, por alguna razón. No quise aceptar que sentía algo por él, disfracé todo como una amistad donde el me ayudaba a estar mejor. Creí seguir enamorada de Hunter, pero no. 

Hunter solo fue mi excusa para relacionarme con él. 

— ¿Te ibas a ir sin decirme nada, Elisa? —bufa— ¡Te ibas a alejar de una forma tan fácil de mi!

Sus palabras me sacan de mi trance, al mirarlo puedo ver la monstruosidad que es. Un hombre enojado, alto, fornido, con tatuajes, mirada de agresivo, con voz grave. Quiero besarle. 

— Yo... yo... 

— Elisa. 

— No lo sé. Lo único que me duele dejar es a mis amigas, a mi padre... a ti. Sé que somos amigos, sé que somos un jodido desastre que solo desordena cosas. Sé que no somos nada, sé todo eso —mis ojos se pones pesados— Sé que mi corazón y cerebro sienten cosas por ti que no deberían sentir, me duele Astor. Me duele querer tenerte cerca, me duele alejarte. Me duele admitir que llevo tiempo sintiendo cosas por ti, me duele todo esto. Me duele verte y ver culpabilidad en tus ojos, me duele verte con las manos así. 

Siempre me dije que Astor era una especie de salida para mi. Le pedí un favor, y el... el me hizo compañía en vez de follarme. Joder, desde ese momento me tiene, y no me había dado cuenta. Me había negado a aceptar que me había enamorado del chico malo que juega americano. 

— Joder que si somos un desastre que desordena todo —concuerda conmigo— desordenamos la sala, la cocina, la habitación, todo. No se que somos, no sé que sientes. Igual te tomo —me toma de la mano— igual me tienes. 

Nos miramos fijamente por lo que parece mucho tiempo, su mirada letal me hacen sentirme protegida, me hace querer... 

— Te quiero, Mikkel Astor. Lamento haberme tardado tanto en darme cuenta, pero lo hago. 

Sus labios son su respuesta. Es él lo que siempre quise encontrar, por eso me entregué sin ninguna excusa a él. No sabía lo que quería, hasta ahora.