XIV

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[Si ven cualquier fallo en la traducción no duden en comentarlo! :)]

L.

El sentimiento amenazador persistía en el aire de Octubre, la temperatura iba disminuyendo a la rachas invernales. Había estado acurrucado en mi edredón, leyendo, hace no más de media hora y ahora deseaba desesperadamente volver a la cama.

Pero le había prometido a James que le acompañaría a la feria esta noche, y tenía que prepararme.

Era el Festival de Halloween, se celebra cada año por estas fechas. Las actividades consisten en concursos de disfraces, tallar calabazas, atracciones de feria, bosques encantados y ese tipo de cosas. Normalmente, estas festividades me parecen encantadoras y alegres, por eso Octubre es mi mes favorito.

Aparte de por mi cumpleaños y Halloween, las salpicaduras de color en los árboles y el jersey de temporada perfecto, junto con el olor de las hogueras nocturnas, hacían de la temporada una maravilla.

Pero este año Halloween era mucho menos importante ya que estaba ocupado en otras cosas, mi vida parecía ser más terrorífica antes que cualquier casa embrujada.

Pero podría servir como un fantástico descanso, así que supuse que le daría una oportunidad. Puede que sea divertido.

Intenté pensar en todas las cosas positivas que podrían surgir esta noche con la esperanza de reunir algo de ganas y emoción. Pero en vez de eso, mi mente estaba llena, otra vez, de pensamientos completamente diferentes.

Pensamientos sobre Harry.

Pensamientos que contenían los atributos seductores que tenía en mí y que parecían crecer más y más con cada minuto que pasaba con él. Y pensar en su reacción por la barra de chocolate que le había dado, hizo que mi corazón se derrita por su etérea sonrisa y por su risa contagiosa. Tenía poder sobre mí y yo parecía no poder mantenerme fuera de su alcance.

Yo sabía lo que él estaba haciendo conmigo, y sentía que Harry también lo sabía. Puede que haya sido por accidente, o intencionadamente. Pero ahí había algo.

Sentía lujuria por él, era evidente desde el principio. Sus grandes manos perfectas y sus sensuales labios y su figura espléndida, por no mencionar el oscuro tono áspero de su voz sexy, todo esto hacía casi imposible que no sintiera lujuria. Especialmente cuando hacía esos comentarios lascivos que habían encendido el rubor de mis mejillas tantas otras veces anteriormente.

Pero eso no era todo.

Era inteligente y posiblemente incluso mucho más que cualquiera de los guardias o enfermeras. Nunca le pillaban con la guardia baja, o por sorpresa, parecía tener una sabiduría cínica que le permitía tener un mayor conocimiento de lo que era seguro para alguien como él, para poder tener el control. También era muy seguro de sí mismo, de tal manera que exigía atención y sumisión por parte de los demás, sin ser presumido ni arrogante.

En el extremo opuesto de su, aparentemente, lado más oscuro, había un cierto encanto, una semejanza con lo que contiene su sonrisa con hoyuelos que suscitaba algo más profundo que fantasías sexuales. Podía ser tan adorablemente encantador, causando que mi afecto hacia él crezca con cada segundo que pasa.

Pero un pensamiento seguía pinchándome como una espina en mi mente. Había hecho algo para que James le tema mucho más de lo que ya lo hacía antes. Incluso aunque haya sido lo suficientemente afortunado para presenciar este lado suyo más luminoso, también había una parte que parecía ser más dominante.

El lado que reflejaba de él más oscuridad, más de la maldad que hacía que la gente le tema. Era este lado y esta inteligencia lo que me llevaba a creer que era capaz de matar.

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