P S Y C H O T I C

XXXXVII

[Si ven cualquier fallo en la traducción no duden en comentarlo :)]

L.

Miedo.

Era un término que llegó a ser muy similar a mis días pudriéndome detrás de las paredes donde vivía.

Miedo por Harry principalmente.

Miedo de lo que podrían estar haciendo él, miedo de lo que él había hecho, miedo hacia donde lo llevaron, cómo iba a ser castigado, cuales serían las consecuencias de sus acciones.

Pero esta vez, este miedo no se trataba de Harry.

Esta vez mi corazón latía con el tipo de miedo que hacía sonar los huesos y limpia mi mente. Un extraño cosquilleo que hace con que la parte de atrás de mi cuello se levante y mi estómago que se hunda.

Esta vez, la desconocida llamaba por mi nombre, siguiendo mis pasos. Esta vez, estaba demasiado oscuro para ver quién estaba detrás de mí.

"Louis" Su voz tranquila habló, pero esta vez fue Harry. Era cuidadoso, como si, si él hablase muy alto la otra persona desconocida atacase. "Arrástrate lo más rápido posible, mierda, y no mires hacia atrás"

Me quedé feliz en seguir sus órdenes.

Clavé las manos en la tierra y me fui al suelo. Hice fuerza en mi cuerpo para delante y empujé, todo por mi vida. Un pánico hirvió y subió por mis venas y no podía hacer nada más que arrastrarme por el suelo lo más rápido.

Harry también había acelerado el paso.

"Continúa Louis" Dijo él rápido, palabras preocupadas con el sonido de nuestro esfuerzo.

Él parecía asustado y agitado, yo nunca le oí hablar de esa manera. Yo me tenía que recordar que él también podía tener miedo.

Y sabiendo que él tenía miedo, estaba aún más asustado.

La mujer, yo pensé que era una mujer, no había vuelto a dar señales de su presencia. Pero yo sabía que ella estaba allí.

Si me parase y escuchase, oía aquel débil sonido arrastrándose. Pero yo no podía oír mientras huía. Entonces, por un breve momento me pregunté si estaba imaginando a alguien gritando mi nombre, igual al mismo ruido que me había imaginado en la esquina del pasillo de Wickendale.

Pero no, esto era real.

Harry también lo escuchó, apenas no compartió mis observaciones y miedos.

O ella no existía y yo y Harry estábamos los dos locos, o ella existía y nos estaba persiguiendo. Yo no sabía lo que era más aterrador.

Yo no tenia tiempo para contemplar y me mantuve arrastrando para delante con el corazón saltando y la adrenalina fluyendo más rápido que alguna vez estuvo.

Me sentía como un animal salvaje, atravesando aquella suciedad corriendo como loco para salir del túnel ocupado.

Mi única sensación cómoda era el sonido de Harry moviéndose delante de mí.

Pero, a pesar de esa tranquilidad, yo todavía sentía la intensidad eléctrica a través de mis nervios y de mi corazón. Yo podía imaginar su mano en mi tobillo, arañándome y acabar conmigo en Wickendale.

Mis latidos cardiacos estaban altos, la respiración pesada, y después de las horas de sensación de mis músculos quemando, nosotros llegamos a un sitio.

Harry paró de moverse. Y yo me detuve también. Era un callejón sin salida.

Ahora que estaba parado, me di cuenta que ella no estaba así tan cerca como creí que estaba. Pero todavía escuchaba algo en el túnel raspando; ella no había parado de perseguirnos.