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[Si ven cualquier fallo en la traducción no duden en comentarlo! :)]

L.

La bandeja de comida de Harry estaba abandonada junto a las telarañas en una esquina de la habitación.

El suelo era de cemento; frío cemento gris. Las paredes eran de ladrillos oscuros y el techo tenía un color similar. El colchón estaba cubierto por arrugadas sábanas blancas, en otras celdas, las sábanas tenían manchas extrañas. Había una almohada escuálida colocada en un extremo de la cama. Y eso era todo. Una almohada, sábanas, y un uniforme; esas eran las únicas posesiones que Harry Styles había adquirido durante su estancia en Wickendale.

Muchos pacientes, a petición, podían conseguir libros, una manta adicional o incluso un póster si de verdad querían uno. Él aún tenía que pedir cualquiera de esas cosas, su habitación estaba casi vacía.

Hace unos segundos, yo no era consciente de este hecho, el mundo se derretía a mi alrededor mientras disfrutaba del beso de Harry. Pero ahora, el beso había sido roto y todo había vuelto a inundarse. Cada detalle del edificio, cada grieta y agujero en la estructura y las capas de polvo visibles.

Este no era un mundo en el que Harry y yo podíamos compartir un beso; era una institución mental para criminales dementes.

Aunque era agradable olvidar por unos segundos las desbordantes preocupaciones y los sucesos misteriosos que tenían lugar en mi vida, momentos preciosos desde luego, había estado demasiado absorto en él como para fijarme en Niall.

Todo regresó de golpe a mi mente con una retumbante presión. ¿Qué habría sido de mí, qué habría sido de Harry si la señora Hellman nos descubría? Mi corazón retumbaba en mi pecho, los nervios sacaban lo mejor de mí, nuevamente.

"Joder," maldijo Harry, la primera palabra que ha soltado desde hace un par de minutos. "¡Vaya beso, Louis Tomlinson!"

Me giré hacia él, estaba sonriendo. Sonriendo.

"Harry, ¿no te das cuenta del gran problema en el que nos hemos metido?"

Pregunté.

"Oh no, claro que estoy al tanto. Estamos jodidos."

Le miré, perplejo.

"Entonces, ¿por qué mierda sonríes?"

"¿Qué?" Preguntó inocentemente. "Tan sólo porque ahora estemos metidos en grandes problemas no significa que no pueda disfrutar lo que acaba de pasar."

Sacudí la cabeza, asombrado por su indiferencia.

A ver, yo también disfruté del beso, probablemente más de lo que debía, pero no podía dejar que eso me ciegue ante el hecho de que Niall había presenciado nuestra aventura. Había visto lo que estábamos haciendo, había visto a Harry encima de mí, y a juzgar por lo que sabía de él, definitivamente sería el que se lo contase a la alcaidesa.

Era como si estuviésemos en clase y él fuese el ojo derecho de la profesora. Siempre ha intentado ser como la señora Hellman, dando órdenes a la gente de su alrededor, simplemente porque es una de las empleados más antiguos de este sitio.

Aunque no podía culparle. No era su culpa. Era la mía.

No me puedo creer que haya sido tan estúpido. No tenía planeado esto del beso.

La plenitud de sus labios, el estruendo de su voz, la suavidad de su piel. Eso era todo que tenía presente en mis pensamientos, el hecho de que alguien podía vernos ni siquiera se me había pasado por la mente.

P S Y C H O T I C Where stories live. Discover now