Una horrible sorpresa

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¨Michelangelo¨

"¿N-novia?...", repetí en mi mente la última palabra que mi hermano había mencionado mientras presentaba a esa chica mutante llamada Kala, quien había llegado junto con él minutos antes.

Me quedé como una estatua en mi lugar y con mi corazón hecho pedazos. No podía quitar mi vista de encima de esa chica lagartija, estudiándola detenidamente. Tenía ojos aceitunados y una cola larga y gruesa que arrastraba el suelo. Usaba un peto de color amarillo, una cinta rosada que rodeaba su cuello y su cabello castaño estaba sujeto en una coleta. 

Era... muy guapa.

Claro... era comprensible que de esa forma Raph le echara el ojo... Pero aún así, no podía salir de mi impresión: ella era su novia... no-via. 

No puedo creerlo, ¿cómo es que pasó eso? 

Debo estar teniendo una pesadilla. Sí, eso debe ser... ¡Vamos, Mikey, despierta! ¡Despierta!... 

Ay, no. No es un sueño. ¡Es la maldita realidad! 

P-pero aún no está todo perdido; seguramente los chicos y el maestro Splinter no la aceptarán porque es sólo una desconocida y...

-¡Felicidades, Raphael! -elogió Leo de repente, acercándose a Raph con una enorme sonrisa.

-¡Sí! ¡Eres un campeón! -lo siguió Donnie, imitándolo - Nunca creí que un tipo como tú conseguiría una novia tan guapa -se burló.

La sonrisa que Raph había adquirido gracias a las aprobaciones de Don y Leo desapareció al oír eso último.

-¿Un tipo como yo?... ¿Te estás buscando una paliza, Don? -preguntó con aire de amenaza, levantando su puño.

-¡Era broma, era broma! -se rió un tanto nervioso por aquella peligrosa mano.

-Me alegro mucho por ti, hijo mío -habló de pronto el maestro Splinter, haciendo que todos se callaran. Se dirigió hacia Raph y puso su mano sobre su hombro - No me esperaba que uno de mis hijos me saliera con la sorpresa de conocer a una chica mutante, y que además se convirtiera en su novia.

-Bueno, Don y Leo me hubieran podido ganar si les hubieran dicho a sus chicas lo que sienten por ellas -se mofó Raph mirando a mis hermanos con una sonrisa maliciosa, ya que sabía que tenía razón.

Sensei rió ante las miradas asesinas que mis hermanos le lanzaron a Rapha.

-Les doy mi más sincera y profunda bendición, y espero que esta relación sea feliz y duradera. No lo olvides, hijo mío, siempre estaré aquí para apoyarte -miró a Kala - Y tú, muchas gracias por tenerle paciencia. Debes conocer su testarudo carácter; a veces es muy difícil razonar con él. 

-Maestro, por favor... No era necesario decir eso -dijo Raph, avergonzado, por sobre las risas de Leo y Don.

-No se preocupe, maestro Splinter -dijo la única mujer presente. Incluso su voz era fina y suave - Su forma de ser es exactamente lo que hizo que me enamorara de él. Es muy lindo. 

¿Lindo?... ¡Llamó a  RAPH LINDO! ¿¡Cómo se atreve!? 

B-bueno, no le niego que tiene razón, pero... ¡no tiene qué decirlo!

-Qué extraño, ¿eh? -dijo Leo, cruzando un brazo alrededor de la cabeza de Raph - ¿Desde cuándo haces que una chica tan guapa le diga a un pedazo de animal como tú que es "lindo"?

-Ya me estás hartando, Bobonardo -se molestó Raph, quitándose bruscamente el brazo ajeno de encima, pero nuestro líder seguía sonriendo divertido.

-Leo tiene razón, Raph, admítelo -Don siguió el juego - Nunca pensé que un momento así sucedería; creí que pasarían siglos antes de que una mujer te dijera cosas bonitas... ¡Creo que no eras tan rudo y frío como decías que eras, "lindo"! -tras esto, todos rieron, excepto Raphael, yo y el maestro Splinter.

Raph, hartado, salió correteándolos mientras estos huían de él, todavía burlándose. Yo también hubiera querido estar ahí, riéndome junto a ellos... pero no podía estar feliz con esto. No podía. 

Y todo porque acabo de ser rechazado indirectamente... por el mutante que amo. 

Por Raphael...

-¿Qué te atormenta, hijo mío? -me preguntó el maestro Splinter al verme. 

Menos mal que los chicos seguían distraídos, así al menos no notarían mi abrumada cara. 

-N-no me ocurre nada, Sensei. Yo... estoy bien -mentí, corriendo la vista.

-¿Entonces, porqué no estás...?

-¿¡QUIÉN TIENE HAMBRE!? -Grité de repente, interrumpiéndolo y corriendo hacia los chicos con la misma energía y alegría que presento diariamente, sin embargo, esta vez era fingida. Lo bueno, es que nadie lo notaba... supongo - ¡YO PREPARO LA PIZZA!

En cuanto terminé de hablar, Raph alcanzó a mis hermanos y los tres empezaron a girar en el suelo hasta que yo también me vi involucrado en esa bola llena de manotazos y patadas. 

Por primera vez, Sensei no nos detuvo. Se quedó mirándonos sonriente y Kala también. 

Todo lucía muy alegre, pero todo mi interior estaba oscuro y destrozado. Maldita sea... 

No quiero que esto esté sucediendo. ¿Qué pasará ahora? 

Dije que quería preparar la pizza, pero lo que en verdad quiero es poder escapar de esta pesadilla... De esta horrible sorpresa. 


Lo que siento de verdadWhere stories live. Discover now