Nuestro beso

1.8K 127 27
                                    

¨Raphael¨

Ya era de noche y estoy muy agotado, pues Mikey continuó con su juego del "novio", aunque esta vez de forma muy extraña. En varias ocasiones me hizo creer que sus repentinos apodos de cariño o sus dulces palabras de "querer estar siempre así conmigo" eran ciertas. E incluso noté que Leo y Donnie parecieron seguirle DEMASIADO el juego, dejándonos solos todo el tiempo como si fuésemos a hacer o a hablar algo importante. 

Pero lo que más me llamó la atención, es que... en el fondo... nada de lo que él hizo me molestó. De hecho, me gustaba... y no estoy seguro de porqué. Ver su tierna y alegre sonrisa me hacía sentir muy feliz... como si con sólo verlo mis amarguras se esfumaran.

Supongo que podría decir que la pasé bien hoy; durante el entrenamiento Mikey estuvo todo el tiempo apoyándome, y cuando éste acabó, me dio un abrazo felicitándome por mi victoria. 

En la cena, alejó mi plato para dármela en la boca con ayuda de un tenedor. Claro que primero no iba a aceptar, pero entonces comenzó a atacarme en mi punto débil: cosquillas. Al final no aguanté y no tuve más opción que obedecer a su capricho, el cual tanto él como yo disfrutamos mucho. 

Más tarde, se sentó a mi lado en el sofá mientras leía mis comics y alimentaba a Spike. Me arrastraba por aquí, me llevaba por allá, se subía a mi espalda y yo hacía de burro de carga. Lo mismo fue en el patrullaje nocturno; todo juego, nada de seriedad. 

*Suspiro* Bueno, como sea... Esto del "novio temporal" se terminó al fin. Tal vez algún día volvamos a intentarlo, jeje.

...Por cierto... poniéndome más serio, espero que Kala esté bien. Se vio muy molesta cuando le dije que prefería quedarme con mi familia y no con ella. Hum, de todas formas, como siempre, soy yo quien debe arreglar las cosas. 

Argh... qué fastidio.

Repentinamente, alguien tocó a mi puerta, sacándome de mis pensamientos. Me levanté de mi cama, abrí y arqueé el ceño al ver quién era.

-¿Necesitas algo? -pregunté.

-B-bueno... Y-yo quería hablar c-contigo sobre algo... -tartamudeó tímidamente, tocando la punta de su dedo índice con el otro. 

-¿Sobre qué?

-Esto... ¿P-puedo... pasar? 

No sé porqué, pero estaba esperando a que me lo dijera. 

-Tengo un poco desordenado... mejor vamos a tu cuarto -le dije y cerré la puerta tras de mí. 

Le tomé de la mano y entramos a su habitación, haciendo que me quedara boquiabierto al ver lo terriblemente desordenado y sucio que estaba todo. Había cajas de pizza tirada en el suelo también... Vaya, a pesar de todo sólo sigue siendo un crío.

-¿Desde cuándo no limpias? -pregunté pateando una caja.

-¿Eh? ¿Qué? -preguntó distraído, sin quitar sus ojos de la mano que le tenía sujeta. 

Un momento, ¿está... sonrojado?

Decidí soltarle la mano antes de que mi mente empezara a imaginar cosas raras.

-Bah, no importa -suspiré, sacudiendo levemente mi cabeza - ¿Y bien? ¿Qué pasa?

-¡Oh! -exclamó y se fue a sentar en su cama para dar unas palmaditas a su lado, invitándome.

Rodando los ojos, le hice caso.

-Bueno, ahora sí, ¿qué quier...?

No alcancé a completar mi pregunta, puesto que me abrazó de pronto. Pude sentir su corazón golpeando su pecho, ya que su plastron estaba aplastando el mío, y su rostro estaba ardiendo.

Lo que siento de verdadWhere stories live. Discover now