La actuación

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-...¿¡Y cuántas veces lo tengo que repetir!? ¡No se debe salir sin permiso! ¡Y mucho menos si es de día! ¡Pudieron haberlos visto! -nos sermoneó un furioso maestro Splinter - ¡Michelangelo! Tú nunca has desobedecido ni una sola regla, no entiendo porqué has salido. ¡Y como consecuencia te captura el enemigo! ¡ESO ES MUY PELIGROSO! -encogí la cabeza dentro de mi caparazón por aquél grito - ¡No quiero volver a saber que han quebrantado una regla tan importante! ¿¡Está claro?!

-Hai, Sensei -dijimos los cuatro al unísono.

-Bien... Pueden retirarse -suspiró, más tranquilo.

Mis hermanos y yo salimos del dojo, y en cuanto cerramos la puerta tras nosotros, suspiramos aliviados de que el sermón por fin terminara.

-Me siento agotado -comentó Donnie.

-Han sido demasiadas emociones por esta mañana -lo siguió Leo.

Luego de un momento de silencio, los tres me miraron, y con esas expresiones, supe que querían una explicación más clara de porqué me escapé anoche y permanecí una semana encerrado en mi cuarto.

Sonreí entredientes, con el ceño arqueado. En verdad no tenía otra opción. Pero justo cuando iba a abrir la boca para aclarar, la presencia de una chica latosa me interrumpió.

-Chicos, ¿Están bien? ¿Nada lastimado? ¿qué fue lo que pasó? -preguntó, fingiendo hacerse la preocupada mientras abrazaba a Raph.

Aquello me provocó una sensación de celos que no pude disimular. Me alegró que nadie me haya visto, sino me preguntarían porqué miraba a Kala con tanto odio.

Pero no... Esta vez no. Esta vez necesito estar a la par con ella para poco a poco ir alejándola de Raph. Para ello, tengo que fingir...

-¡¡KALA!! -grité con la expresión de alegría más fingida que pude lograr y corrí hacia ella para atraparla en un fuerte abrazo - ¡Estaba tan asustado! -¡No sabes lo mal que la pasé!

Todos se quedaron boquiabiertos ante este acto tan inesperado, sobre todo Kala, a quien pude sentir cómo deseaba apartarme de una patada. Sin embargo, sabía que eso le quitaría puntos a su favor, por lo que soportó sus ganas de alejarme fingiendo a la vez una sonrisa cariñosa para todos.

-M-Mikey... -tartamudeó, acariciándome la cabeza - ¿Qué sucedió? ¿Estás bien?

-S-sí... p-pero... Abuuuuaaaa... -fingí llorar, lo cual me salía perfecto.

-Todo está bien, Kal -dijo Raph, acercándose - Mikey fue secuestrado por una...eh... pandilla callejera -mintió. Heh, si supiera que Kala estaba involucrada... - Y fuimos a rescatarlo.

-¡Así es! ¡TUVE MUCHO MIEDOO! -Grité, abrazándola con más fuerza, logrando sacarle un quejido de dolor.

-Ya tranquilo, Mikey -dijo Leo, tocándome el hombro - Si sigues abrazando así a Kala le quitarás todo el aire. ¿Por qué no la sueltas un poco, eh?

-Oh, sí, sí... -me separé, limpiándome las falsas lágrimas - Kala... quisiera disculparme por tratar no haberme presentado como debía. Es que... no sé qué me pasó. No quería deje de ser el consentido de Raph y el cocinero de la familia; y te llamaba bruja porque tus comidas olían tan bien que parecía que hechizaban.

-Así que todo fue por eso -observó Leo y me acarició la cabeza - Tontito, nunca dejarás de ser nuestro consentido hermano menor. Y tus comidas seguirán siendo especiales para nosotros -me guiñó el ojo.

-¿En serio? -pregunté, sonriendo con emoción - ¡Gracias!

-Mikey... -oí en eso la voz de Raph y vi que estaba algo sonrojado mientras miraba a otro lado - Yo... Quería disculparme contigo. No debí haberte gritado de esa forma. Lo siento.

Si no fuera porque un gran silencio se apoderó de nosotros, hubiera dicho que yo era el único sorprendido. Sentí mi corazón ir más rápido, y mis mejillas empezaron a arder dulcemente.

-E-está bien, Raph... -acepté, bajando tímidamente la cabeza - Pero... No creas que dejaré pasarlo tan fácilmente -me puse en posición como de autoridad - Pasé una semana encerrado por tu culpa. Así que deberás recuperarme esos días. 

-Oye, oye, enano, yo no tuve la culpa de que tú hayas decidido no salir de ahí -entrecerró los ojos.

-Demasiado tarde -negué con la cabeza.

-¡Óyeme...! -exclamó, perdiendo la paciencia, pero al ver las expresiones de seriedad de Leo y Donnie, suspiró con un gruñido - Demonios... ¿Qué quieres que haga, enano? -preguntó con desgana.

-¿Jugarías conmigo un juego?

-¿Un...juego?

-Dí que sí, Raphie... -junté mis manos y lo miré con carita de cachorro.

-¿Ra... Raphie? -le dio un tic en el ojo.

-Por favoooooooooor -insistí.

-¡Argh! ¡De acuerdo! ¡De acuerdo! ¡Haré lo que me pidas! ¡Pero deja ya de joder!

-¡Síííí! -salté de alegría.

-¿Y a qué videojuego quieres jugar?

-¿Videojuego? No, así no es cómo será esto -negué con el dedo.

-¿Entonces cómo, "jefe"?

Lo pensé dos veces antes de decir lo que estaba planeando. Miré a Kala y luego a Raph. Esto quizás no podrá volver a repetirse, y ya que será un juego... Mmm... Claro, ¿por qué no?

-¡Quiero que seas mi novio!

Lo que siento de verdadWhere stories live. Discover now