capítulo 14

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La fiesta transcurrió con normalidad, bastante animada y bonita. Cada tanto algunos invitados se acercaban a ellos para felicitarlos por su reciente compromiso, brindándoles todos sus buenos deseos. Ellos solo se mantenían felices y con sus manos entrelazadas, saben que luego de esto, deben conversar.

Xian fue el primero en caminar hasta ellos, al principio mirándolos como si los fuera a regañar, pero enseguida sonrió y los abrazó a ambos, estando completamente de acuerdo con que su relación avance. Mentiría si dijera que el mayor no ha notado todo lo que ha cambiado Minho desde que Jisung llegó a su vida.

Muchos años él se sintió un poco... decepcionado, pero no de su hijo, sino de sí mismo. De quizá no haber cumplido con la última petición de Sarah, de cuidarlo, brindarle amor y convertirlo en un gran hombre. En cierta parte de su vida, pensó que quizá había sido un padre que solo hizo que su hijo se volviera adicto al trabajo. Esto no significa que vea a Minho como alguien que le falló, todo lo contrario, es Xian quien creía que le falló a su hijo, no quería que él viviera su vida sin alguien que lo ame de la misma forma en que Sarah lo hizo con él.

Pero ahora sabe que al menos puede tener la seguridad de que su hijo no solo es amado, sino que él también ama. Tuvo la dicha de admirar como Minho lentamente se descuidaba un poco más del trabajo por aquel chico, y realmente le hace feliz saber que pretenden seguir más lejos.

Jisung se había quedado a ayudar un poco a las mucamas, mientras que Minho ya había subido a darse una ducha para finalizar el día. Luego de que finalizó su tarea, auto impuesta, también se dirigió a la planta de arriba. Al notar que el baño estaba desocupado, dedujo que Minho ya estaría acostado, así que él se dio una larga ducha.

Realmente por su cabeza rondaban muchas cosas. Desde el primer día habían llegado al acuerdo de que, si necesitaban casarse, entonces lo harían, y luego en un futuro, Jisung sería debidamente recompensado. Más a fin de cuentas seguía siendo sólo eso, un negocio. Pero Minho no estaba obligado a pedirle matrimonio, ni mucho menos a sugerirle que "realmente" quiere casarse con él.

Termina de lavarse los dientes, ya vestido, y sale de la ducha. No encuentra a Minho en su habitación, así que baja hasta su oficina, pero tampoco se encuentra allí. Ni siquiera considera el jardín, la noche está bastante fresca, así que revisa la biblioteca, hallándolo ahí.

Era una bonita imagen, si le preguntan. Minho sentado en el sillón, frente a la chimenea, con un libro en sus manos. La luz del fuego era lo único que iluminaba el salón, dándole a todo un ambiente demasiado agradable. Cierra la puerta a sus espaldas, sin hacer ruido, de forma en que Minho no se percata de su presencia hasta que lo tiene frente.

Lo observa desde abajo con una sonrisa, ninguno dice nada. El mayor deja el libro en una pequeña mesita y palmea sus muslos, invitándolo a sentarse sobre su regazo, petición que Jisung enseguida acepta.

—Creo que tenemos que hablar, ¿no? —dice el más chico, apoyando sus manos en su pecho.

—Supongo que sí.

—¿Esto es parte del trabajo? Lo que me ofreciste allí —cuestiona, necesita quitarse esa duda de la cabeza.

—No —responde sin dudarlo, acariciando la espalda baja del contrario con sus dedos.

—¿Te das cuenta de que intentamos pasar de una relación falsa a directamente el matrimonio?

—No sé tú, Jisung, pero a mí esta relación me ha parecido de todo menos falsa —le dice con una sonrisa.

El menor se pierde momentáneamente en su rostro, siendo levemente iluminado por la luz del fuego. El sonido de la madera quemándose es todo lo que se oye.

DISA$TER || MinSungWhere stories live. Discover now