Capítulo 28 [ FINAL]

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Dejó su carta en la mesa y gritó "¡Uno!" riendo con felicidad. Félix hace una mueca y jadea con desprecio.

—Te odio, siempre me ganas —se queja.

Jisung sonríe y se levanta, tomando consigo su mochila.

—¿Ya te vas? —interroga el menor

—Sí, Minho está a unas cuadras, lo esperaré afuera. ¿Estarás bien solo? —pregunta Jisung.

—Claro que sí, este vecindario no es tan peligroso como en el que vivíamos —lo tranquiliza.

El sonido de una bocina en la entrada los interrumpe.

—Ah, es él. Te veo mañana a primera hora.

Félix asiente y abre la puerta, Jisung le grita un último "más vale que seas el primero en llegar" y abre la puerta del copiloto. Pero antes de entrar le hace una mueca, murmurando "suerte", cosa que solo logró entender solo al leerle los labios.

Sin comprender por qué le desea suerte, lo mira con una ceja alta hasta que el auto arranca. Y ahí, siendo momentáneamente iluminado por los focos frontales del auto de Minho; está Chan, apoyado contra su propio automóvil.

Félix traga saliva y sus ojos se estancan en el hombre. Han pasado meses desde la última vez que pudo hablar con él, o siquiera verlo. Parpadea rápidamente cuando Chan desenreda sus brazos y comienza a caminar hacia la entrada, donde Félix aún está congelado.

—Félix...

—Chan... —se felicita a sí mismo por no demostrar a través de su voz lo nervioso que está.

—¿Puedo pasar? —el menor lo piensa, no sabe si realmente es una buena idea. Pero las ansias por poder ver a Chan han sido tan insoportables, que finalmente decide darse un gusto.

Sin responder, hace obvia su decisión al apartarse de la puerta. Chan asiente y entra lentamente. Ambos caminan en silencio hasta el pequeño living, el mayor se sienta en el sofá mientras Félix prepara algo de café para ambos.

La simple acción le tomó más tiempo del que pensó, quizá porque se quedó viendo la taza como si allí estuviesen las respuestas de su vida. Chan no ha dicho a qué vino, pero Félix se hace una idea y no pensó que en realidad, en algún momento, pasaría. De hecho, creía que Chan jamás volvería a intentarlo con él después de que por meses se desapareció de su vida.

Unas cálidas manos rodeando su cintura desde atrás hacen que se sobresalte. Claramente sabe de quien de trata, pero no se lo esperaba. Tampoco se esperaba su reacción. Él sabe que normalmente se apartaría de manera brusca y le gritaría algo como "¿Con qué derecho me tocas así?"

Pero no pasó.

Porque aunque se niegue a creerlo, extrañó el toque de Chan mucho más de lo que se atrevería a admitir.

—Esto es lo que más extrañé —interrumpe el silencio Chan—, poder abrazarte de esta forma.

Félix no responde, siente que tiene un nudo en su garganta que cada vez se hace más y más grande. Resiste el impulso de colocar sus manos sobre las contrarias, así que solo se mantiene en silencio. Un silencio que Chan toma como carta verde para avanzar en su conversación.

—Te he extrañado tanto Félix, desde el día en que te perdí como un idiota.

El menor se da vuelta rápidamente, sorprendiendo a Chan que retrocede unos pasos, pero aún sin apartar sus manos de la pequeña cintura del rubio.

—¿Entonces por qué no has venido a verme en estos meses?

Chan se sorprende por la pregunta, halla en ella algo de... ¿dolor? ¿Félix realmente lo extrañó?

DISA$TER || MinSungWhere stories live. Discover now