DISA$TER || MinSung

capítulo 16

Escribía tan rápido como podía cada palabra que su profesor explicaba, también las que anotaba en la pizarra. A sus lados, el resto de los alumnos se encontraban en silencio, faltaban solo un par de meses para que los exámenes finales se hagan presentes.

Cuando el timbre sonó, Jisung se colgó su mochila en el hombro y salió de allí. Minho no podía recogerlo, ni siquiera se lo pidió ya que sabe que está trabajando. Así que, rogando que Jaehyun no esté igual, lo llamó. Quizá, solo quizá, se había acostumbrado un poco mucho a la vida en auto, volver a depender de los autobuses no era justamente algo que extrañara, se podría decir que Minho lo mal enseñó.

—¿Crees que puedas pasar por mí?

—¿Estás en la universidad?

—Sip.

—Ahora voy, espérame ahí.

El mayor corta la llamada y Jisung se sienta sobre el tapial de cemento, moviendo sus pies con tranquilidad de un lado al otro. El campus de la universidad le gustaba mucho, pero al mismo tiempo ansiaba poder terminar ya mismo sus estudios para comenzar su carrera médica. Unos cuantos minutos más tarde, Jaehyun estaciona frente a él y Jisung se sube al asiento del copiloto.

—Lamento molestarte tanto, te tengo de chofer —dice con una risa inocente y rascándose la nuca.

—No es ningún problema —responde—, estoy para esto.

No le dio detalles, pero lo cierto es que Minho le pidió hace unas noches atrás que intentara siempre estar para Jisung, ya que éste se encontraba en constante peligro. Por lo que, ir de aquí para allá a buscarlo, era parte de su trabajo.

—¿Ya equipaste lo que necesitas? —vuelve a hablar el mayor.

Jisung quita su vista de la ventana y la dirige hacia él, confundido.

—¿Eh?

—El viaje de esta noche, Minho dijo que te iba a preguntar si irías con él.

—No lo he visto hoy, cuando yo me desperté él ya había ido a trabajar.

—Oh, entonces quizá te lo dice en la noche.

—¿Viaje a dónde?

—Ya te lo dirá él.

Jisung bufa y apoya su mentón en la mano, pensando sobre ese viaje. A veces le hacía algo de ilusión salir de la ciudad, recorrer lugares lindos y cosas así, pero le daba vergüenza sugerir eso ante Minho. Conociéndolo, él no tardaría nada en aceptar, pero aún así es vergonzoso. Sin embargo, está seguro de que esta viaje será de negocios o algo así.

Cuando llegan a la mansión, Félix está sentado en el salón principal con su laptop y sus auriculares. Jisung aprovecha que no es consciente de su presencia, acercándose lentamente hacia él para quitarle rápido los auriculares.

—¡Ah! Sung, me asustaste —dice, acomodando el cable de la laptop—. ¿Qué tal te fue?

—Muy bien, ¿todo tranquilo por aquí?

—Sí, demasiado. No sé que hacer en un lugar tan gigante donde no conozco a nadie y solo soy huésped.

—Entiendo el sentimiento. Y... ¿cómo estás?

—Contra todo pronóstico —sonríe—, estoy bien. Sigue doliendo, no puedo negártelo, pero qué más puedo hacer.

Por su mente pasan las imágenes de los días que estuvo con Chan, su hermosa sonrisa con hoyuelos, sus ojos caídos al recién despertar, sus brazos grandes rodeándolo con cariño... como si realmente lo quisiera.