capítulo 22

13.8K 1.9K 3.8K
                                    

Félix abrió la puerta para dejar entrar a Chan.

Mientras el menor se dirigía a la cocina para preparar un té (porque modales son modales), Chan observaba con detenimiento el lugar. Era espacioso, no tanto pero lo suficiente para compartir con otras personas, y está en una zona mucho más segura que su anterior departamento, eso le agrada. Siente un fuerte tirón en su pecho al pensar en que él podría estar aquí como su novio, pero lo arruinó.

—Toma —dice Félix, dejando una taza de café frente al otro.

—Gracias.

El menor rodea la mesa y se sienta frente al pelinegro, observándolo fijamente.

—Te oigo.

Durante todos sus años trabajando para Jeongin, jamás se había avergonzado de su profesión, ni mucho menos de su jefe. No importa qué tan desalmado sea, al final del día seguía siendo siendo solo un niño al que le tenía mucho aprecio. Pero a estas alturas, sentía que Jeongin había tocado fondo, y ahora realmente se avergüenza.

Le explica detalladamente que Chan no tenía ni la menor idea de este compromiso, y que de haberlo sabido antes, le hubiese expresado su desacuerdo con anterioridad. Félix se sentía sumamente afligido, todos estos días se torturó pensando en lo ridículo que sonaba que Minho haya hecho esto solo por una herencia, cuando antes había demostrado cuánto amaba a Jisung. Ahora, con lo que Chan le decía, tenía sentido.

—Mañana intentaré decírselo, no será fácil, sus padres no me dejan verlo.

—Suerte con eso, entonces —dice, parándose. Félix lo imita y lo acompaña hasta la salida.

—Félix... lo siento. Creo que el día en que me descubriste, no te lo dije, pero realmente lo siento. Me he arrepentido cada segundo por lo que hice y no pretendo que me perdones, pero quería que lo supieras —dice, antes de irse.

El menor traga saliva, si tan solo Chan supiera que no lo ha superado en lo absoluto.

—Me alegra que al menos esta vez decidieras hablar antes, hiciste lo correcto —contesta.

—Je, supongo que así es —murmura, rascándose la nuca con una sonrisa tímida.

Ambos se sumen en un profundo silencio, saben que quieren decir más, pero no se atreven.

—También quiero que sepas... si Jeongin no me lo hubiese pedido, de todos modos me habría acercado a ti aquella noche.

El menor abre los ojos con sorpresa y un leve rubor se asoma en sus mejillas.

—Si tuviera la oportunidad de haberme acercado a ti sin trabajo de por medio, la habría tomado sin dudarlo —continúa.

—Me hubiese gustado que las cosas se den de otra forma —habla Félix—, todavía no puedo decir que te perdoné porque aún me duele lo que hiciste. Pero de verdad me alegra mucho verte intentando ayudar, eso significa que has cambiado.

—Quiero creer que sí —sonríe.

—¿Hasta pronto? —pregunta, sin saber exactamente de qué forma despedirse.

—Hasta pronto —juntando coraje y arriesgándose a que Félix le meta una patada en su entrepierna, se agacha para darle un suave beso en la mejilla.

Sonríe y se aleja, caminando hasta su auto para luego marcharse. Cuando el auto arranca, Félix se mete al interior y cierra la puerta, se deja caer de espaldas llevándose ambas manos a las mejillas. Siente como arden, como su corazón late a mil por segundo.

Dios, Chan aún lo alteraba tanto como en el primer momento en que lo conoció.

Sacudió la cabeza y se dio unas palmaditas en la cara, tratando de concentrarse en lo realmente importante: Jisung. Ahora era imposible, es de noche y sabe que sus padres no le permiten verlo. Tampoco puede enviarle un mensaje o llamarlo porque cambió de celular. Así que se decide a que mañana intentará todo, y será una sola oportunidad, porque al siguiente día se casará.

DISA$TER || MinSungTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon