capítulo 21

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Fue... ¿cómodo? Sospechosamente cómodo.

Hasta ahora, Jisung no se había cruzado con su padre, quizá ese era el motivo por el que las cosas aún estaban "bien". Su madre se había comportado muy amable con él, al principio sospechó que tal vez solo estaba esperando el momento justo para burlarse y restregarle en la cara que no iba a tener éxito al huir de su hogar. Pero cuando una semana pasó y las cosas seguían normales, llegó a la conclusión de que la mujer solo buscaba recuperar el tiempo perdido.

Quizá algo había cambiado en su mente, un engranaje que creía descompuesto comenzó a funcionar. Ella lo llevó de compras, a comer, mantuvieron conversaciones por horas y horas sobre distintos temas. Por un momento, Miyuri, su madre, había logrado incluso hacer que su dolor por Minho disminuyera.

Para que se convirtiera en odio.

El pequeño Jisung es muy inocente para ser consciente de como lenta y disimuladamente Miyuri llenaba su cabeza con pensamientos rencorosos hacia Minho. No era directa ni salvaje, sabía qué palabras meter y en qué momento. Sabía qué puntos tocar y cuales no, a medida que pasaba el tiempo, Jisung cada vez se convencía más de que Minho no había hecho más que utilizarlo para conseguir lo que quería.

Y es que, si al menos hubiesen seguido con su trato inicial, a Jisung no le hubiese molestado fingir por más tiempo la relación. El problema es que Minho le había dicho que ya nada era fingido, ¿cómo pudo hacerlo? ¿Cuál era la necesidad si Jisung ya trabajaba con él? Al principio quiso pensar que algo andaba mal, pero Miyuri se encargó de transformar cualquier duda en rencor. Ahora, ya no quiere saber nada de él.

Tuvo uno que otro encuentro con Yuta y Taeyong, ninguno mencionó nada que pudiera provocar una discusión. Solo se saludaron, como cualquier otro par de hermanos. Con quien ha estado compartiendo más tiempo es con Lucas, se sentía realmente bien. Debía admitir que pasar tiempo con su familia como si fuese una normal, era agradable.

Quizá era esto lo que ellos necesitaban para valorarlo, ¡Perderlo! Ahora que volvió y fue tan gratamente recibido, su corazón comenzaba a pensar que tal vez no fue tan malo haber sido utilizado por Minho, porque eso lo hizo volver a su casa.

Sí, bueno, así era.

Hasta que después de una semana, tuvo su primer encuentro con Kei, su padre. El hombre seguía tan arisco e inexpresivo como antes, no fue capaz siquiera de saludarlo. Tantos años sin verse, sin cruzar una palabra, sin saber cómo estaba, y no hizo ni dijo nada. Pero al igual que antes, sí era muy bueno para dar órdenes, por lo que lo primero que le dijo cuando por fin abrió la boca, es que cambiara de vestimenta.

El lugar entero cambió de ambiente cuando Kei hizo presencia, sus otros hijos y su madre se callan, nadie habla a menos que él lo haga. Su palabra es ley absoluta.

—No me gusta vestir así —dice Jisung, cuando tomó la ropa que había en su ropero luego de que su padre diera la orden de tirar la suya.

—A nadie le importa, es la ropa que usarás. Eres mi hijo y vas a verte y comportarte como tal —responde sin mirarlo.

Jisung se da la vuelta y mira a su madre, ella se ha comportado tan bien con él, ¿va a dejar que haga esto?

Pero Miyuri solo agacha la mirada.

Es igual, es exactamente igual que antes. Kei ordena, los demás agachan la mirada y Jisung se ve obligado a tan solo obedecer, porque nadie está de su lado. El menor chasquea la lengua y sale del comedor, dirigiéndose a su habitación.

Desde que su padre llegó, la familia ha vuelto a ser lo que era antes. Y Jisung se siente tan vacío... tan incompleto. Sentado en el ventanal de su habitación, con ropa incómoda y mirando al cielo nocturno, se pregunta cómo volvió a este punto.

DISA$TER || MinSungWhere stories live. Discover now