Lección 46

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Cómo cuestionarse el futuro.

YoonGi suspiró con cansancio mientras salía de la editorial. El aire era helado y la bufanda que le había puesto JiMin había ayudado a que su cuello no se congelara.

Caminó hacia una parada de autobús y se sentó en los asientos libres mientras veía las calles. El cielo estaba medianamente nublado y sus huesos dolían por el frío, lo bueno era que dentro de poco tendría una pequeña semana de vacaciones por navidad, así que podría quedarse en casa a morir congelado junto al lindo rubio que allí le acompañaba.

Cuando el autobús llegó, pasó su tarjeta y fue recibido por un letrero electrónico, ya que no había conductor. Caminó hasta el final del autobús y se sentó en los asientos traseros, cómo agradecía el que los autobuses tuvieran calefacción.

Su cabeza había estado ocupada durante el día debido al montón de cartas que debía organizar, tuvo que leer algunas un poco obscenas y se lamentó un poco por haber escogido ese puesto, preguntándose hasta cuándo seguiría ahí, ¿acaso aspiraba a más o sólo estaría en un puesto deprimente por el resto de su vida? Quizás era muy pronto para cuestionar ese tipo de cosas, después de todo había empezado hacía relativamente poco, pero era un poco desalentador pensar en sus opciones.

Lo único bueno que parecía tener era a JiMin, pero tampoco podía estar seguro de que fuera permanente. Su cabeza llegó nuevamente a ese tema, aún faltaban meses para que JiMin se fuera, pero sentía que debía pensar en alguna solución pronto porque tenía una muy mala sensación burbujeando en su pecho.

Había algo raro sucediendo con NamJoon, el hecho de haberlo visto tan conmocionado había sido suficiente para que su inseguridad aumentara. Después de todo, el hombre se había encargado de ser lo suficientemente profesional durante el transcurso de lo que iba de su relación y ahora las cosas lucían inciertas.

Cuando llegó a su calle, bajó del autobús y caminó en dirección a su edificio. Veía un par de tiendas a los alrededores y luces parpadeantes decorando los locales, recordaba como no había estado muy emocionado de vivir por esa zona al principio, pero terminó tomándole gusto. Al principio su vida había sido un desastre tras otro y aunque por ahora las cosas lucían bien, de nuevo estaba preguntándose qué haría el resto de su vida. ¿Estudiar? ¿Trabajar en algo más serio? No era un adolescente para vivir de un sueldo de medio tiempo como cartero, pero no había ninguna empresa profesional que lo contratara sin estudios. Era frustrante.

Entonces, un par de cuadras antes de llegar a su edificio, vio un par de posters en una de las tiendas. Tuvo otra vez aquella sensación de vértigo en su pecho, pero esta vez no tenía miedo, pero no estaba seguro de lo que era exactamente. Los posters hablaban de música, era un pequeño concurso, no habían grandes empresas detrás, pero sí personas amantes de las letras y empresas pequeñas. Tomó uno de los papeles en donde recitaba más información al respecto y siguió caminando.

Era estúpido, pero podría intentarlo.

Cuando entró a la casa recibió un abrazo de bienvenida y el almuerzo listo, ahora sonreía y su corazón latió de la manera a la que ya estaba acostumbrado.

—¿Qué es esto? —preguntó JiMin mientras veía el papel que el pelinegro había dejado sobre la mesa mientras comía.

—Es un concurso —se encogió de hombros mientras tomaba otro bocado—, veré si puedo participar y ganar dinero, quizás.

—¿Sobre música? ¡Eso es genial! —JiMin sonrió—. ¿Hace cuánto que no escribes una canción?

YoonGi levantó la mirada hacia el techo para pensar mejor, de hecho no lo recordaba. Hacía un par de años su vida había caído en un agujero, pero no estaba seguro de cuándo exactamente fue que había guardado sus sueños en una caja.

—No lo sé... pero espero no haber perdido el poco "toque" que creo que tenía —se burló un poco y JiMin lo miró algo confundido, de inmediato se dio cuenta de que había sido una frase muy abstracta y le sonrió a JiMin de manera comprensiva—. Con "toque" me refiero al talento.

—Oh, yo creo que eres muy talentoso —dijo con convicción.

—Respirar no es un talento —enarcó una ceja y JiMin frunció su nariz.

—Eso lo sé... —decía mientras hacía un puchero y YoonGi rió.

—En fin, creo que comenzaré a trabajar en eso mañana porque es fin de semana —se encogió de hombros mientras continuaba con su comida y JiMin leyó con atención cada uno de los puntos del concurso.

—La fecha del concurso es en una semana —le enseñó el papel y YoonGi casi se atora con su comida—. ¡Cuidado! —le reprochó.

—Mierda, no había leído más allá —se quejó, mirando el papel.

—¿Acaso no puedes escribir una canción en una semana? —preguntó con curiosidad.

YoonGi suspiró y movió su plato a un lado, tomando la hoja de información. Era cierto, el concurso era en una semana exacta y se desarrollaría en una pequeña plaza local, una vez listo, presentaría la canción frente al jurado y luego sería calificado. Podía escucharse fácil, pero hacer algo como una canción desde cero no lo era y mucho menos si ni siquiera tenías una idea sobre el tema que podrías tratar.

Suspiró, derrotado mucho antes de intentarlo. Aunque no es como si no estuviera acostumbrado a la sensación.

—Creo que mejor no participo en eso —murmuró resignado.

—¿Por qué? —ahora lo miró con algo de preocupación y una palpable curiosidad en sus ojos. YoonGi había tomado la decisión de concursar, así que era obvio que estaba interesado en hacerlo, entonces no entendía por qué se había echado para atrás tan repentinamente.

—No puedo hacerlo —explicó—. No tengo suficiente tiempo, necesitaría al menos un mes para poder tener algo preparado, además sólo lo tomé porque me pareció interesante, de hecho no...

—¿Estás seguro de que no quieres intentarlo?

—No tengo oportunidad, JiMinnie —le miró con comprensión y aunque eso no había sido una respuesta a su pregunta, JiMin pareció tomarla como tal.

—Bueno, está bien, supongo que lo dejaré por aquí —decía JiMin mientras se levantaba de su puesto y colocaba el papel en el refrigerador, pegado a este con uno de los imanes que habían comprado recientemente—. Después de todo, nunca es tarde para intentarlo, ¿o sí? —miró a YoonGi sobre su hombro, luciendo una adorable sonrisa.

—A veces realmente no hay nada que hacer —sonrió ladino, tratando de no preocuparse mucho al respecto.

YoonGi observó el papel unos minutos más mientras comía y no podía negar que la idea estuvo rondando su cabeza, dando vueltas una y otra vez mientras el día continuaba. JiMin siguió estando a su alrededor, tocando otros temas que pudieran ser de interés y ambos se mantuvieron frente a la televisión buscando alguna serie para ver. JiMin se había vuelto fan de los doramas y estos ayudaban un poco mejor con su comprensión respecto a los sentimientos, por lo que YoonGi dejaba que los viera y aprovechaba cada momento que tenía para robar algún pequeño beso.

Cuando la noche llegó, la cabeza de YoonGi seguía siendo un sinfín de pensamientos que no se detuvieron ni siquiera cuando miró a un dormido JiMin descansar apacible a su lado, luciendo tan frágil y etéreo, tan dulce y lindo. Para este punto YoonGi estaba más que seguro de que estaba enamorado del dulce rubio y aquello era aterrador porque habían cientos de cosas que estaban en su contra en ese momento.

Quizás fue por sus pensamientos revoltosos, quizás por el aterrador futuro que se asomaba en el horizonte, o fue por un simple impulso, pero YoonGi se levantó de su cama a mitad de la noche y abrió su armario. Sacó un par de cajas que habían sido empaquetadas hacía un buen tiempo y de ellas extrajo una de sus, como él diría, "herramientas de científico loco". Quiso reírse por el pensamiento, pero silencioso y sin despertar a JiMin, salió a la sala y colocó el aparato sobre la mesa, acarició sus teclas suavemente y con una mirada de ensueño, conectó un par de audífonos antes de tocar una tecla al azar. Una sonrisa se extendió sobre sus labios mientras la melodía inundaba sus oídos y no pudo evitar la sensación de euforia que recorría el interior de su cuerpo.

Finalmente, colocó todo lo que faltaba alrededor, encendió su computadora y conectó un pendrive que hacía mucho no tocaba.

Iba a ser una larga noche. 

How To Train Your Robot | myg + pjmWhere stories live. Discover now