Lección 5

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Cómo ser hipócrita

El robot miraba con atención la televisión, buscando el canal donde pasaban las recetas de cocina que siempre veía y también tratando de entender por qué habían algunos canales que se negaban a mostrarse, pidiéndole una contraseña que él no tenía y que no estaba seguro de si se suponía que debía tenerla, quizás YoonGi había olvidado pagar el cable.

—¡JiMin! —escuchó la voz del hombre con un tono quejumbroso a la que estaba acostumbrado.

—¿Sí, Hyung? —el robot lo miró desde el sofá.

—¿Te comiste la última porción de kimbap que había aquí? —le preguntó, mirando al contrario con sospecha. Su cabello estaba despeinado y sus ojos medio cerrados, todo debido a que no llevaba más de cinco minutos despierto.

—Hyung, yo no puedo comer nada y lo sabe —no comprendía por qué YoonGi no recordaba ese detalle—, usted fue quien se lo comió ayer a las dos de la mañana. ¿No se acuerda? —ladeó la cabeza, mostrando duda.

YoonGi zumbó, recordando vagamente esa visita que había hecho a la cocina por un bocadillo nocturno.

—¿Seguro? —el pelinegro se rascó la nuca, mirando ahora los estantes en busca de algo para comer—. Pero estabas dormido...

—Sí, lo estaba, pero tengo una función de emergencia para encenderme por si ocurre algo durante la noche y usted hizo mucho ruido cuando se golpeó con la mesa —sonrió el rubio luego de su explicación, YoonGi sí recordó eso—, entonces lo vi cuando comió la última porción —agregó.

—Bien... —revisó nuevamente el refrigerador por si aparecía algo de comida mágicamente—. Tendré salir a comprar —dijo más como un pensamiento en voz alta que para los dos, pero cuando vio a JiMin sentado jugando con el control remoto, pensó que quizás sería una buena idea llevarlo igualmente, después de todo él necesitaba aprender todo lo que pudiera y también porque necesitaba manos extras—. Compraré un par de envases de ramen. ¿Quieres venir, JiMin?

—¡Claro que sí! —dio un saltito, levantándose, y el mayor creyó que estaba exagerando un poco con su felicidad, pero no le dijo nada—. ¿Debería cambiarme de ropa?

—No tienes ropa, JiMin —dijo, mirando al robot de pies a cabeza y analizando la ropa que llevaba puesta—. No creo que te digan nada, siempre voy en pijama —se acomodó el cabello y se colocó un par de zapatos que estaban por ahí.

—Está bien, Hyung —sonrió caminando hacia él.

YoonGi se colocó una sudadera sobre su camisa de pijama y unos zapatos decentes, tomó sus llaves y abrió la puerta mientras el robot lo seguía, parecía entusiasmado y YoonGi tuvo que recordarle que no caminara muy lejos mientras le ponía llave a la puerta con su huella dactilar.

—Oh YoonGi, buenos días —saludó la anciana que vivía a su lado, ella parecía acabar de llegar de la tienda.

—Buenos días señora Kim —respondió de inmediato cuando escuchó a la señora, girándose para mirarla—, ¿cómo están sus nietos? —le sonrió amable y JiMin miró un poco confundido.

YoonGi ponía caras simpáticas, a pesar que en casa siempre era inexpresivo y hasta podría catalogar como "maleducado".

—Todos los días más grandes —comentó como si nada e hizo un ademán con su mano—. Y por lo que veo has hecho nuevos amigos, ¿quién es este lindo jovencito? —ahora miró a JiMin y éste como reflejo ya programado hizo una leve inclinación hacia la mujer mayor.

—Uh... él...

—Mi nombre es JiMin, es un gusto —le sonrió a la señora como YoonGi le había enseñado, ignorando el hecho de que YoonGi siempre analizaba de más aquella expresión.

—El gusto es mío —la mujer imitó el gesto.

Después de intercambiar un par de palabras más, ambos se despidieron de la mujer y nuevamente retomaron el camino hasta la tienda cercana.

—El nieto de esa mujer es un pesado —comentó YoonGi, sacándole conversación a JiMin y captando su atención de inmediato—, siempre que viene me visita me lleva un pastel hecho por él y me habla como cotorra, aunque los pasteles son deliciosos.

JiMin no entendía bien, ¿por qué YoonGi hablaba mal del nieto de esa amable señora a pesar de que ambos parecían tenerse confianza? ¿Está bien que las personas hablen mal de otra a sus espaldas? ¿Por qué YoonGi parecía cambiar de personalidad cuando hablaba con un extraño?

—Hyung...

YoonGi sólo hizo un sonidito para indicarle a JiMin que continuara.

—¿Por qué actuó tan amable con esa señora? —YoonGi le dedicó una mirada interrogante y JiMin se vio obligado a explicarse mejor—. Es decir, con lo poco que llevo conociéndolo he notado que no es una personas muy simpática.

En vez de sentirse ofendido, YoonGi sólo sonrió porque el comentario de algún modo le había causado gracia.

—Bueno... —pensó en qué palabras usar para no confundirlo demasiado—. A veces tienes que fingir para que las personas confíen en ti o para que les caigas bien y puedas pedir favores de vez en cuando... o simplemente porque no quieres caerle mal a todo el mundo, no lo sé, es algo automático que hacemos todos —se encogió de hombros—. Todas las caras que mostramos son diferentes con nuestros amigos o familiares, incluso con las persona más cercanas... Supongo que todas las personas somos un poquito hipócritas, aunque lo neguemos.

—Ya veo...

Pero... ¿por qué YoonGi no trataba de fingir una personalidad agradable frente a JiMin?

¿Será porque viven juntos o... porque él no es un ser humano?

How To Train Your Robot | myg + pjmWhere stories live. Discover now