Lección 7

6.9K 1.4K 152
                                    

Cómo incomodar a alguien.

Esa mañana, YoonGi realmente no terminaba de comprender qué pasó el lapso de tiempo que había dejado a JiMin socializar con los niños sólo por un par de minutos, de verdad que no, ni siquiera habían sido más cinco minutos antes de que su ansiedad lo sacara de ahí, por lo que no tenía absoluto sentido que el robot ahora se estuviera comportando como lo hacía.

¡Hyuuuung! —el rubio se lanzó sobre YoonGi, quien estaba sentado en el sofá, y se rió por la cara que puso cuando le sacó el aire. Entonces apretujó sus mejillas entre sus manitos porque estas se habían vuelto rojas por la misma razón—. ¿Qué hace?

—Estaba viendo televisión —contestó a duras penas—. Pesas —tosió.

—Oh, lo siento, se supone que los materiales de los que estoy hecho son fuertes pero ligeros, no debería pesar demasiado, ¿quizás usted es un poco débil? —preguntó, sin hacer un mínimo movimiento.

—Gracias por la explicación y por el insulto, ahora quítate —murmuró—. Ya hablamos del espacio personal, JiMin...

En la mañana había sido despertado por unas manos que sujetaban sus mejillas como si estas fuesen juguetes, ¿y ahora esto?¿Es que acaso el robot robaba la personalidad de los niños? En la mañana pensó que había sido algo del momento y de que seguramente el robot no iba a repetirlo después de que YoonGi le reclamó no tan duramente, pero bueno, ahí estaba de nuevo. 

—Pero Hyung, ayer no quiso hablarme cuando regresamos, y ahora tampoco quiere hacerlo, ¿está molesto? —preguntó haciendo una voz un poco más aguda, la cual sonaba como si estuviera triste por ese hecho.

—Quítate, ahora —le dijo cortante y el menor hizo un puchero por el tono agresivo. Casi de inmediato YoonGi lo miró con las cejas fruncidas, desconcertado por la mueca—. ¿Acabas de hacer un puchero?

—¿Hum? —ladeó la cabeza—, ¿qué cosa?

—Eso que hiciste con tus labios.

—Oh, yo no sabía lo que era, sólo estaba imitando a una niña del parque —ladeó la cabeza y sonrió de esa manera que a YoonGi le gustaba.

Bueno, no que le gustaba... quizás un poco, pero era un gusto culposo.

—¿Estás imitando a los niños? —preguntó—. No estuviste con ellos casi nada, JiMin —trató de razonar, porque él no podía creer que realmente funcionara tan rápido.

—Tengo un sistema de imitación automático instalado —dijo—, me permite almacenar información sobre gestos o acciones que las personas repiten y que se consideran comunes para poder interpretarlas y llevarlas a cabo por mí mismo —explicó.

YoonGi se quedó sin palabras un segundo.

—O sea que viste a una niña que hacía muchos pucheros y ahora los imitas —resumió.

—¡Correcto! —se rió—. Lo que hizo fue un gesto que se considera adorable, y por lo que sé, lo adorable o lindo es bien visto por las personas, ¿soy lindo? —ahora apretó sus propias mejillas, abultando sus labios.

YoonGi trató de apartarse de nuevo, su cara calentándose. Podía sentir como la cercanía ajena lo estaba poniendo demasiado nervioso... o incómodo, mejor dicho.

—Eh... Supongo... —JiMin dejó de jugar con su cara, para dejar ahora sus manos sobre el pecho de YoonGi—. ¿Y no puedes borrar esa información?

—Ya no, han pasado veinticuatro horas así que está en mi disco duro.

YoonGi dejó caer su cabeza sobre el respaldo del sofá.

¿Ahora tendría que lidiar con un robot con complejo de niño? Bueno, no es como si no llevara sintiéndose niñero desde que lo trajo a casa, pero ahora que sabía que iba a empeorar un poco no estaba para nada contento... o al menos no estaba del todo seguro de que aquello fuera productivo para todo lo que tenía que ver con el experimento y con su convivencia juntos.

Suspiró y miró nuevamente a JiMin, entonces se dio cuenta de que sus manos estaban alrededor de la cintura ajena y las apartó de inmediato, no sabía en qué momento las había dejado ahí pero agradecía el hecho de que el contrario ni siquiera lo notara y quizás hasta ni le importaba.

—Quítate —esta vez lo empujó con más fuerza, pero no pudo hacer mucho—. JiMin, hablo en serio...

—Está bien~ —apretó por última vez las mejillas del otro, sacándole un gruñido y se levantó de su regazo. YoonGi casi suspiró de alivio. 

El pelinegro lo miró con reproche cuando este se sentó a su lado y se arrimó un poco lejos de él, suspirando y tratando de concentrarse en la televisión y no en el chico-robot que lo observaba con si fuera lo más interesante del mundo.

—Sigue mirándome así y te desarmo para venderte al mercado negro —amenazó, se estaba poniendo cada vez más incómodo.

—¿Cómo lo estoy mirando, Hyung? —ladeó la cabeza.

—Ya te lo advertí, me estás incomodando —lo miró con seriedad.

—Lo siento —dijo de inmediato, viéndose un poco arrepentido—, pero usted no podría desarmarme, mis piezas son especiales y estoy sellado con...

—JiMin —alzó un poco la voz y el mencionado desvió la mirada automáticamente, concentrándose de nuevo en la televisión—. Gracias —dijo con sarcasmo.

—De nada —sonrió.

YoonGi miró al cielo, preguntándose por qué el universo le hacía esto.

How To Train Your Robot | myg + pjmKde žijí příběhy. Začni objevovat