Lección 38

5.9K 1.1K 400
                                    

Cómo hacer compras para navidad.

La reunión improvisada no estuvo tan mal como YoonGi esperaba; en algún punto de la noche lograron conseguir un par de cervezas gracias a SeokJin y todos los invitados se fundieron en una amena conversación sobre temas al azar.

NamJoon dejó de lado sus típicas preguntas relacionadas con el avance del robot, no quería incomodar a los demás invitados y el pálido estuvo agradecido por eso. Fue disfrutable, incluso se rió de los chistes dichos por Seokjin, pero decidió culpar al alcohol por eso, no quería darle el gusto al mayor.

De alguna manera, JiMin había hecho que él socializara más de lo común en un solo día.

Hablando de JiMin, el robot cumplió con su promesa y dejó que tuviera su día de no-hacer-nada, el cual disfrutó hasta el último minuto, mucho más con el cuerpo tibio del otro cerca de él. La única vez que lo dejó separarse fue cuando JiMin caminó hasta la cocina por una taza de chocolate caliente; el ambiente se hacía más frío con el pasar de los días y él seguía insistiendo en que pagar extra por más calefacción era absurdo, sin embargo, JiMin terminaba por ganar las discusiones.

También se dio cuenta de un pequeño detalle; tres días después de la reunión, JiMin comenzó a comportarse mucho más íntimo con él. Había comenzado con algo ligero, desde recostarse con más frecuencia sobre su hombro hasta...

—JiMin, espe... —se calló cuando el menor presionó sus rechonchos labios contra su mejilla, una risa reemplazando lo que iba a decir—. Vamos, para con eso.

No sabía en qué momento se había desarrollado el pequeño hábito, pero JiMin simplemente le daba uno que otro beso rápido en las mejillas. Él ciertamente no se quejaba y aunque se detuviese a pensarlo un segundo, el contrario siempre aparecía en su campo de visión para distraerlo.

—¿No te molesta que lo haga? —preguntó, sosteniendo el rostro del otro entre sus pequeñas manos. YoonGi se inclinó hacia una de ellas, como un gato mimoso reaccionando a una caricia.

—No —respondió sin dudarlo, rodeando la cintura del otro mientras sonreía con cariño—, pero debes dejarme terminar de cocinar o el almuerzo se quemará y no puedo comer comida quemada porque me hace mal, pero eso lo sabes, ¿no? —fue un simple reflejo, él sólo se inclinó hacia él y rozó su nariz con la contraria.

JiMin hizo un pequeño puchero mientras bajaba la mirada, YoonGi estuvo tentado a besarlo pero no lo hizo, le preocupaba la reacción de JiMin.

—Yo puedo cocinar y no saldrá quemado —murmuró con sus labios abultados, parecía estar un poco en desacuerdo con que YoonGi se hiciera su propia comida y el pelinegro no lo culpaba, ambos estaban acostumbrados a eso.

Otra vez, YoonGi se inclinó hacia delante, tanteando terreno. Le era inevitable pedir por más contacto ajeno, pero ningún beso se produjo, sólo la inocente caricia de sus narices juntas.

—Estoy siendo un poco independiente JiMin —acarició su cintura con sus pulgares, JiMin no era el único que había desarrollado costumbres sobre el otro—. Además, me gusta cocinar para mí mismo, de vez en cuando.

El menor suspiró, resignado.

—Está bien~ —infló sus mejillas mientras apretujaba las del pelinegro.

YoonGi simplemente sonrió y besó una de ellas mientras reforzaba su agarre en la cintura ajena, arrancándole una sonrisa al rubio. Sus manos picaban por acariciar sus cabellos dorados y sus labios rogaban por el contacto de los belfos contrarios, su corazón no era de mucha ayuda durante esas circunstancias, pero había aprendido a acostumbrarse a eso.

How To Train Your Robot | myg + pjmWhere stories live. Discover now