How To Train Your Robot | myg + pjm

Lección 32

Cómo cambiar un poco la rutina.

JiMin casi se dio cuenta de que algo extraño sucedía en el momento que vio a YoonGi sentado en la cama antes de que él mismo se despertara. Por un segundo se planteó la idea de que su reloj interno estaba en mal funcionamiento, pero cuando vio la hora en el aparato que reposaba en la mesita de noche al lado de la cama optó por hacer una mueca confundida.

Min YoonGi nunca se levantaba temprano. ¿Estaba ocurriendo algo de lo que él no estaba enterado? Los días habían sido tranquilos y amenos conforme avanzaban y estaba seguro que, al menos para él, todo estaba igual que siempre.

—¿YoonGi Hyung? —lo llamó mientras se sentaba en la cama, un bostezo salió automáticamente y el pálido se giró a mirarlo con una sonrisa.

—Hey, buenos días —se levantó mientras se estiraba un poco, no lucía cansado, no como normalmente se veía.

JiMin ladeó la cabeza y miró con curiosidad mientras el pelinegro caminaba hasta su armario. Estaba buscando ropa y el robot se preguntó si necesitaban salir a comprar ya que esa siempre era la rutina que hacía antes de salir por provisiones, aunque lo hacían en la tarde y no tan temprano como marcaba el reloj en ese momento.

—¿Va a salir?

—Vamos a salir —corrigió.

—¿Los dos? —se señaló a ambos, el pelinegro asintió tranquilamente mientras dejaba algunas prendas sobre la cama.

—¿Iremos a comprar comida?

—No. Haremos otra cosa.

JiMin finalmente se levantó de la cama luciendo confundido. YoonGi se dio cuenta de su desconcierto y su sonrisa se ensanchó, el menor no terminaba de entender lo que sucedía a pesar de que no parecía ser la gran cosa y el contrario estaba realmente entretenido con eso. Entonces JiMin hizo un puchero como respuesta, exigiendo una explicación.

—Me gustaría salir contigo —dijo tranquilo—. Me di cuenta de que realmente no conoces mucho de aquí por mi gran flojera de salir al mundo exterior y eso es injusto para ti, al menos porque tú necesitas salir a conocer. Entonces, bueno —se encogió de hombros—, ¿te gustaría salir un rato?

JiMin entonces sonrió y asintió efusivamente, el hecho de que YoonGi haya querido salir por su propia cuenta significaba mucho y aún más cuando eso simbolizaba que no estaría más en casa hundiéndose más en la tristeza que estaba desarrollando por lo de su hermano.

—¡Sí! —su sonrisa se ensanchó y el pelinegro soltó una risita por ello.

—No te daré un tour por Seúl, pero con algo se empieza.

—No importa, no tiene que ser algo muy preparado —ahora estaba dando saltitos—. Voy a cocinar el desayuno y luego me vestiré —salió emocionado del cuarto.

YoonGi suspiró ligeramente, su sonrisa se volvió calmada. Por alguna razón, sin embargo, no podía evitar apretar los labios en una señal de nerviosismo cuando se replanteaba la idea de que realmente saldría con el rubio a pasear. Ni siquiera podía considerarlo como una cita, porque eso sería raro, pero la sensación de que lo era estaba ahí.

Se sentía bien. A gusto. Era una sensación suave que estaba floreciendo en su pecho lentamente y aunque algo mucho más en el fondo le decía que tenía que prestarle atención y cortarla de raíz, no lo hizo.

[❄]

—Pensé sobre muchas cosas que hacer hoy, y mientras investigaba encontré que aquí cerca hay una pista de patinaje, aunque también podemos ir al cine o al centro comercial —le decía mientras iban en el autobús, JiMin estaba sentado en el asiento al lado de la ventana y miraba las calles pasar con atención—. ¿Qué dices?